Empecemos por el principio: ¿quién era Colin Creevey?
Colin Creevey era, en los libros y películas de Harry Potter, ese niño un poco más pequeño que Harry que lo admiraba hasta la médula y que lo perseguía por Hogwarts todo el rato cámara en mano.
Vamos, este:
Nacido en 1989, aparecía por primera vez en La cámara secreta, en 2002, y ese mismo año y los siguientes lo pudimos ver en tantos otros títulos de tirón como La leyenda de Nicholas Nickleby o El código Da Vinci, donde interpretaba a la versión joven de Silas (Paul Bettany).
Pero sus papeles, poco a poco, fueron yendo a menos en cuanto a cantidad y repecursión.
Al empezar la década de los ’10 participó con papeles episódicos en varias series, la última de ellas Wallander, en 2015, y después dejó la interpretación. Pero encontró su vocación profesional, ¡oh, bello destino!, en la que era la gran pasión de su personaje: la fotografía.
Afincado en Surrey (Reino Unido), Mitchell se dedica desde hace años a la fotografía profesional en dos rangos: paisajes y retratos. Son, además, dos tipos de trabajos que él quiere mantener bien diferenciados, y así lo cuenta tanto en su página web como en sus redes sociales, donde tiene dos perfiles diferentes para cada una de sus vertientes: @hughmitchellphotography para el landscape, y @hughmitchellportraits, donde de vez en cuando, afortunadamente para los fans, cae algún autorretrato.