Me vais a tener que perdonar los fans de Anatomía de Grey, pero estirar esa serie lo que la han estirado es una cosa innecesaria y absurda. Empezó a emitirse en 2005, recién llegada la protagonista (Meredith Grey) al hospital tras terminar la carrera, y a este paso la vemos jubilarse, te lo digo.
Pero bueno, vayamos al lío. En su reparto original, Anatomía de Grey contó, entre otras prometedoras estrellas, con Katherine Heigl en el papel de Izzie Stevens, una joven doctora cuyo conflicto en la trama era enfrentarse a los prejuicios de sus propios compañeros contra ella por ser, también, modelo.
De Izzie en esta serie diremos dos cosas: que fue pareja ficticia de Jeffrey Dean Morgan (a.k.a. Negan el de The Walking Dead) y que dejó la serie en 2010, después de cinco años. Bien hecho.
Cuando ella dejó la serie, empezaba a tener una prometedora carrera en el mundo de las comedias románticas (probablemente la propia dualidad de su personaje fue un revulsivo para ello). En activo desde principios de los ’90, fue durante su papel como Dra. Stevens cuando empezó a despuntar en papeles protagonistas del género. Lío embarazoso (con Seth Rogen), 27 vestidos (con James Marsden) y La cruda realidad (con Gerard Butler) se estrenaron en 2007, 2008 y 2009, respectivamente. La rampa estaba dispuesta para el salto, parecía el momento.
Tras dejar Anatomía de Grey, todavía la vimos protagonizar alguna otra película en la misma línea de las anteriores (Killers o Como la vida misma, con Ashton Kutcher y Josh Duhamel son buena muestra), aunque tal vez la que alcanzó mayor popularidad entre los fans de Heigl fuera La cazarrecompensas, de 2012 (que tampoco era especialmente buena).
Pero, a partir de ahí, el ascenso empezó a llegar a su punto de suspensión y, después de La boda de Jenny (ella era Jenny) dejó de estar tan solicitada para cine y volvió a las series. Desde 2015, ha estado en tres, todas con papeles protagónicos pero, las dos primeras al menos, sin demasiado recorrido: Asuntos de estado y Duda razonable.
La última, eso sí, es El baile de las luciérnagas, en Netflix, bastante bien recibida por la crítica y donde comparte protagonismo con Sarah Chalke (Cómo conocí a vuestra madre). Ambas interpretan a Tully y Kate (respectivamente), amigas desde la infancia. Su segunda temporada se estrenará el próximo mes de diciembre.