El terror es un amante difícil. Durante décadas ha sido uno de los géneros más explotados y ya estamos acostumbrados a ver absolutamente de todo. Por eso cuando, de vez en cuando, aparece algo capaz de sorprendernos se nos mete en la cabeza para los restos, como la pelotita dichosa de Al final de la escalera o los mocos de la chavala de El proyecto de la bruja de Blair (que, por cierto, ahora se dedica a cultivar marihuana). The Ring sorprendió a muchos y nos metió miedo a todos. Que yo reconozco que para asustarme a mí basta con bajar la luz, vale, pero una niña pútrida saliendo de un pozo, llamando por teléfono y metiéndose en tu casa a través de la tele… Pues perturba al más pintao.
The Ring (seguro que mucho lo sabéis) es la versión estadounidense de 2002 de la cuasi homónima japonesa Ringu, del ’98, dirigida por Gore Verbinski y protagonizada por Naomi Watts y, aunque mucho menos reconocible, por la entonces jovencísima Daveigh Chase en el papel de Samara Morgan (la niña pútrida). Tenía 12 años. ¿Qué fue de ella después?
Bueno, para empezar vamos a desdramatizar un poco a la pobre Samara: el mismo año que nos aterrorizó a todos también fue la dulcísima voz de Lilo en la peli de Disney Lilo & Stich. Durante los años inmediatamente siguientes estuvo muy ajetreada en televisión, ya que, además de seguir poniendo la voz a Lilo en la serie de animación en casi 70 episodios (2 temporadas) tuvo un papel importante siendo el personaje de Joyce en la serie Oliver Beene. También apareció en Caso abierto, C.S.I., Filmore y Sin rastro.
Entre 2007 y 2010 fue la voz de Betsy en Betsy’s Kindergarten Adventures y, una vez más, compaginó el trabajo de doblaje con el de actuación, ya que entre 2006 y 2011 fue Rhonda Volmer en 32 episodios de Big Love (de los más de 50 de la serie).
Después de Big Love, no ha vuelto a participar en series, aunque sí en una película para televisión (Obsesionada). El año pasado fue protagonista, junto a Noland Gerard Funk, de American Romance.
Progresivamente, Daveigh fue centrándose más en su carrera como modelo que en su faceta de actriz. Los medios la definieron como «toda una it girl«, y en su cuenta de Instagram, donde llegó a reunir a casi cincuenta mil seguidores, presumió de estilo hasta 2017.
En ese año (2017) empezó a tener algunos problemas con la ley. Primero fue investigada por homicidio después de abandonar a un hombre en la puerta del hospital de Los Ángeles, que acabó falleciendo por sobredosis, según informó The Sun. En 2018 la arrestaron de nuevo, esta vez por posesión de drogas, cargos que se repitieron varias veces en los meses siguientes, la última de ellas en 2019 y quedando siempre en libertad tras pagar la fianza.