Fueron dos los jóvenes intérpretes que se metieron en la piel de Hobie Buchannon, el hijo de Mitch (David Hasselhoff) en Los vigilantes de la playa: el primero de ellos fue Brandon Call, que dejó la serie después de una única temporada para ser después J.T. en Step by Step; el segundo fue Jeremy Jackson, nuestro protagonista de hoy.
En sus primeros años interpretando al hijo de David Hasselhoff en la serie, Jeremy fue convirtiéndose en un hombre joven y atractivo, que fue poco a poco copando pósters de la SúperPop y carpetas varias de no pocos/as estudiantes. Sin embargo, los productores decidieron prescindir de él después de hartarse de sus múltiples problemas con el alcohol y las drogas.
Jeremy explicó (se justificaba, si lo preferís), en su participación en el reality Rehab with Dr. Drew, en 2011, que ser criado por una madre soltera, no haber conocido nunca a su padre y los efectos psicológicos de haber sido una «estrella infantil» le habían acabado pasando factura, y confesó que había tenido problemas con casi todo tipo de drogas, desde la marihuana hasta la metanfetamina, pasando por cocaína, heroína o éxtasis. Aunque, no os lo perdáis, uno de sus mejores momentos en ese programa fue cuando rehusó beber agua embotellada porque, según él, «las botellas de plástico causan cáncer y bisexualidad».
Probablemente, sus dos momentos más mediáticos de los últimos años son los que han tenido que ver con sus dos arrestos por delitos de agresión.
Jeremy Jackson’s rise & fall: From Baywatch teen heartthrob to rehab and now jail https://t.co/6BEgeO2uMR pic.twitter.com/e56Oe5H41t
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En 2015 le arrestaron por apuñalar a un hombre en el torso en plena calle y huir de la escena, aunque fue liberado poco después al declarar que había sido en defensa propia. Pero poco después fue condenado a prisión por apuñalar a una mujer en un brazo, una pierna y la espalda en una pelea que se dio cuando el actor intentó robarle el coche a la víctima. Fue condenado y acabó cumpliendo una pena reducida de 161 días de cárcel, decenas de sesiones de Alcohólicos Anónimos y terapia de control de la ira y un largo tiempo de libertad condicional.
También tenía que demostrar que se mantenía alejado tanto del alcohol como de las drogas, según contó a TMZ.
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Desde luego, 2015 no fue su año: participó en la versión británica de Gran Hermano VIP y le expulsaron a los dos días por intentar desnudar a una compañera.
También en Celebrity Rehab contó que uno de sus sueños era convertirse en «el nuevo Sylvester Stallone», fijación que le llevó no solo a machacarse sanamente en el gimnasio, sino también al consumo de esteroides e inyecciones de hormonas del crecimiento.
Wishing everybody a happy happy NEW YEAR 2018!!!! ❤️🤩✌🏿 pic.twitter.com/xcAXTVcaY8
— Jeremy Jackson (@_JeremyJackson_) January 1, 2018
Cerró por entonces sus redes sociales (bueno, no las cerró, sino que las hizo privadas para no exponerse al público) y empezó una nueva faceta profesional, enfocándose en el fitness y la vida sana, en la que se presentaba como RECOVERY COACH y promocionaba Enjoy Pachamama, una empresa de suplementos nutricionales.
Es en esta rama donde aún lo encontramos a día de hoy. Se define como «Shake Shaman» (promociona batidos de Shake Addict), es campeón de jiu-jitsu brasileño, padrino para personas en proceso de desintoxicación, entrenador personal, «sanador de meditación», fit-chef y coach de transformación. Al menos, así es como se presenta en sus redes sociales.
Invitado habitual en podcast, programas de radio y, ocasionalmente, televisión, recientemente ha sido modelo de portada en la edición impresa del Peak Magazine, una revista de «modern luxury», estilo de vida, eventos y salud.