Los ’90 vieron nacer y morir a muchas estrellas: algunas se han mantenido es fulgurante ascenso y otras se apagaron antes de acabar la década, pero otras consiguieron permanecer en un limbo intermedio, en que estar sí que están, pero brillan como poquito. Y este, amigos, es el caso de Jennifer Love Hewitt.
Llegó a la popularidad en la televisión noventera a través de la serie Cinco en familia, en la que interpretó a una joven Sarah Reeves durante un centenar de episodios.
En pleno apogeo de la serie, a Jennifer le surgió la oportunidad de protagonizar la que se convertiría en su entrada triunfal en el mundo del cine: Sé lo que hicisteis el último verano, junto a Sarah Michelle Gellar y Freddie Prinze Jr., en 1997, que con un presupuesto de algo más de 15 millones, recaudó más 113 en todo el mundo.
(Por cierto, igual no lo sabéis, pero en Sé lo que hicisteis el último verano salía Johnny Galecki (Leonard en Big Bang Theory) haciendo de malote).
La cosa es que un año más tarde, en el ’98, se estrenó la segunda parte de ese gran éxito del cine del terror: Aún sé lo que hicisteis el último verano. Y se demostró que todo lo que sube, baja, porque habiendo invertido cuatro veces más que en la primera parte (60 millones de euros), recaudó poco más de la mitad en EEUU (35).
Después de aquello, la cosa no llegó a cuajar:
En 2001 protagonizó Las seductoras junto a Sigourney Weaver, y tras el desastre hubo un extraño intento (por no decir pésima idea) de ponerla de pareja de Jackie Chan en El esmoquin, en 2002, papel que le valió estar nominada al Razzie, y con honores.
Aunque, me vais a permitir la anotación, esto no es nada comparado con lo que sucedió con Delgo, en 2008: Love Hewitt tiene el dudoso honor, compartido con su ex-compañero en Sé lo que hicisteis el último verano Fredie Prinze Jr., de haber sido la voz protagonista de la cinta que rompió el récord al peor BOX Office de la historia de Hollywood: con un presupuesto de 40 millones de dólares, en el fin de semana de su estreno recaudó algo más de 100.000. Cien mil dólares. En USA solo llegó a recaudar, en total, medio millón. Y mantuvo el récord hasta 2012 (cuando se lo quitó The Oogieloves in the Big Ballón Adventure, protagonizada por Cary Elves, aka El Pirata Roberts).

A la derecha, Freddie Prinze Jr. A la izquierda, Jennifer Love Hewitt
La cosa es que la carrera de Jennifer en cine nunca llegó a cuajar del todo, y prueba de ello es que, en el nuevo milenio, terminó haciendo más cine para televisión que para gran pantalla, protagonizando títulos como A Christmas Carol o Una pija en apuros. Como era de esperar, volvió a dirigir sus esfuerzos a la televisión, donde parecía estar su mejor ambiente.
En 2005 volvió a ocupar el papel principal en una serie de éxito: Entre fantasmas. La historia de Melinda Gordon, una médium muy dulce y con bastante afición por los encajes y las transparencias, tal vez porque regenta una tienda de antigüedades.
Entre fantasmas consiguió mantenerse en antena durante cinco temporadas (hasta 2010), y entonces Hewitt decidió lanzarse a la aventura literaria con El día que disparé a Cupido, donde habla de sus historias de amor y sus técnicas de ligue.
En 2012 consiguió su siguiente papel protagonista en lo que podría haber sido una serie de las duraderas, the Client List, si no fuera porque se quedó embarazada (cosa que no era ningún problema, pues su personaje también lo estaba), y se obcecó en la idea de que fuera su pareja en la vida real y compañero de reparto, Brian Hallysay, quien interpretara a su pareja también en la serie. Los guionistas dijeron que nanay, ella dijo que pues entonces no respiro y la serie acabó por cancelarse en su segunda temporada.

Love Hewitt y su pareja, Brian Hallisay, en una escena de ‘Client List’
Consiguió después un papel recurrente en la décima temporada de Mentes Criminales, como Kate Callahan en 23 episodios (vamos, en los 23 de la décima temporada):

Love Hewitt en el primer episodio de la X temporada de ‘Mentes Criminales’
Terminó con esta serie en 2015 y ese mismo año, justo después de tener a su segundo hijo, prometió una segunda parte de su libro, aunque lo que hubo fue, grosso modo, un vacío de casi tres años en los que prácticamente no se la vio en la esfera pública.
En mayo de ese año, FOX anunció que contaría con ella para la segunda temporada de 9-1-1 (una serie dramática que «explora las tensas experiencas de los primeros en responder a una llamada de emergencia»). Aunque en un principio habían firmado para una temporada, la actriz (que tuvo el año pasado a su tercer hijo con Hallisay) lleva desde entonces en el reparto fijo de la serie, en el papel de Maddie Kendall.