Se llama Timothy Alan Dick, aunque todo el mundo lo conoce como Tim Allen y, a lo largo de los ’80 y -especialmente- los ’90, fue uno de los rostros más reconocibles de la pequeña y la gran pantalla gracias a sus muchos papeles en ambos medios, pero sobre todo gracias a dos: el de Tim Taylor, el patriarca de Un chapuzas en casa (1991-1999) y el de Scott Calvin en ¡Vaya Santa Claus!
Aquí el dato anecdótico es que en el título original se hacía un juego de palabras entre «Claus» y «Clause»: La Santa Cláusula, en referencia, claro, a la «cláusula» que hace que Allen acabe ocupando el lugar de Santa Claus.
La película era malísima, la crítica la destrozó y al grueso del público le pareció insultantemente simple. Con todo, hubo tres partes. Cosas de Hollywood.
Si Allen se mantuvo en el foco del cariño del público en EE.UU., personalmente, creo que fue porque él era (y es) la voz de uno de los personajes de animación más importantes y queridos de todos los tiempos: Buzz Lightyear, en Toy Story (que en España interpreta el genial José Luis Gil).
Sin embargo, ya no han contado con él para la nueva película que se centra en la historia de este personaje (Lightyear, que se estrenará en 2022), sino que han optado para ello por Chris Evans (el Capitán América).
Cabe preguntarse, tal vez por las fechas, qué está haciendo ahora el Papá Noel más desastroso de los ’90.
Lo cierto es que en los últimos diez años, y al margen del universo Toy Story (no solo han sido las cuatro películas: también ha habido videojuegos y episodios de televisión), su haber se divide en dos bloques:
Por un lado, algunas cosas sueltas que han caído por pantalla. Básicamente han sido episódicos en diferentes series (Reno 911!, Cristela) y alguna película para televisión o streaming, como Navidades en El Camino, de Netflix (2017).
Por otro, SU serie: Uno para todas (Last Man Standing), de la FOX, que protagoniza desde 2011 y suma ya un total de 194 episodios.
La sinopsis no tiene desperdicio:
Un padre casado con tres hijos intenta mantener su virilidad en un mundo cada vez más dominado por mujeres.