Confieso que el post que le dediqué a Íñigo hace un par de meses fue el que, después, inspiró el post de Películas que tienen más de 20 años y no te habías dado cuenta. Porque, madre mía, hace más de 20 años del estreno del primer Gran Hermano, ese que nos dijeron que era un “experimento sociológico” (ja, ja, ja, ja, ja, ¿os acordáis?) para que pudiéramos verlo tranquilamente sin sentir vergüenza por habernos convertido en un país de abiertos voayeurs.
Aquella primera edición dejó recuerdos imborrables en forma de momentos, personas y chascarrillos. María José Galera y Jorge Berrocal se enamoraron para siempre en una semana (y se desenamoraron igual de rápido después), al pobrecito “alguien le puso la pierna encima para que no levantara cabeza”, y el trío Ismael-Iván-Íñigo formó su particular mafia y así bautizaron a la perrita que entró en la casa a hacerles compañía: Mafi. Y había un participante/personaje que a mí se me parecía irremediablemente a un compañero de clase (de aquella yo estudiaba artes), y ese era Koldo: guipuzcoano, alternativo y cultureta, que se desmarcaba bastante de cualquier cosa que pareciera un mínimo salseo.
Tenía 21 años, estudiaba Ciencias Políticas y bien podría tener toda la pinta de querer fundar un partido revolucionario, pero no: tiró por la rama tecnológica y, según él mismo dice en su perfil de Linkedin, está «inspirado en participar de manera activa en los procesos de transformación digital de la sociedad», especialmente en lo que concierne a Travel y ventas. Lee el resto de la entrada »