En el mundo hay gente grande, gente pequeña y luego está Danny DeVito que es las dos cosas a la vez 🙂
Se me hace un poco raro escribir este post porque, a ver, ¡es Danny DeVito! (que ya verás tú en twitter, haters que solo leen los títulos en 3, 2, 1…) Que vale que el hombre va ya camino de sus 80 años (bueno, este año cumple 77), pero que es que no ha parao jamás, que siempre está haciendo cosas. Tal vez por eso me sorprende cuando, de vez en cuando, leo u oigo a alguien (mayormente amistades/familiares, en persona o por WhatsApp) comentar eso de «¿pero está haciendo algo?».
Así que bueno, pues he pensado que nunca es mal momento para dar un repaso a un gigante de la pantalla que, aunque es cierto que no para, pues parece que pasó su época de gloria allá por los ’80/’90, y que desde entonces se dedica un poco más a «la vida tranquila». Si es que eso es posible cuando eres Danny DeVito.
Sería imposible meternos en materia al detalle con DeVito y no ocupar menos de 200 folios. Solo como actor, acumula 140 entradas en IMdB, y también ha sido productor, director, guionista y, en general, ha tocado todos los palos de las artes cinematográficas. Así que voy a pararme en las cosas más trascendentes:
Se inició en 1970 y, muy poco después (1975) participó en una de las películas más importantes de la década: Alguien voló sobre el nido del cuco.

Aquí, al ladito de Jack Nicholson
Sin embargo, su primer gran salto como personaje protagonista seguramente fue con Taxi, la sitcom que lo mantuvo en pantalla desde 978 hasta el 83 y en la que, por cierto, también estaba -os contaba el otro día- Jeff Conaway, el Kenickie de Grease.
Y creo que este es el punto para parar a comentar que DeVito nunca ha estado nominado a un Oscar como actor, ni tampoco a un Globo de Oro. A los Emmy ha estado nominado en cinco ocasiones, de ellas cuatro por esta serie y de esas cuatro se llevó un galardón. El único Emmy que ha ganado. La otra nominación, por cierto, fue a mejor estrella invitada por su streptease en Friends.
En los ’80, especialmente después de terminar Taxi, su fama estaba disparada, y empezaron a contar con él para películas que se preveían taquillazos. La joya del nilo, Dos tipos geniales o Por favor, maten a mi mujer fueron éxitos, pero cuando a finales de la década protagonizó actuó y dirigó La guerra de los Rose y protagonizó Tira a mamá del tren con Billy Cristal, primero, y Los gemelos golpean dos veces con Schwarzenegger, después, ya estaba en lo más alto.
Los ’90 tampoco lo trataron nada mal. Hizo pareja con Diane Keaton para poner las voces de los perros en Mira quién habla ahora, fue el Pingüino en Batman vuelve (el Pingüino, ese que ahora va a ser Colin Farrel, pordios) y es imposible no recordarlo, en 1996, en el personaje del Sr. Wormwood en Matilda.
Unpopular opinion: el Tío Vernon y la Tía Petuna de Harry Potter son un remake del Sr. y la Sra. Wormwood. Esto es así.
Si en algo se ha caracterizado siempre DeVito es en que ha hecho lo que ha placido, sin más, y mantiene un estándar de calidad que a sus fans (y sin duda a la industria) les encanta. Para finales de los ’90 y los 2000 fue haciendo sobre todo cameos y episódicos (ser la versión «famosa» de Miniyo en Austin Powers: el Miembro de Oro fue glorioso), sin perjuicio de haber tenido grandes papeles en películas como el último golpe, Be Cool o, mi favorita, Big Fish.
Y es justo ahí, en los 2000, cuando se mete en lo que sería su tónica principal durante la década de 2010: vuelta a la sitcom. Desde 2006, y hasta el presente, DeVito protagoniza Colgados en Filadelfia: cinco amigos «con enormes egos y poco cerebro» que regentan un pub irlandés en, bueno, pues en Filadelfia. Su personaje, Frank Reynolds, es ya una leyenda de la televisión.
Además de todo esto, y como el cine familiar siempre ha sido lo suyo, últimamente nos ha regalado maravillas como Smallfoot (donde ponía la voz a Dorgle), Dumbo (como Max Medici), El magnífico Iván (la voz de Bob) o (redoble de tambores, por favor)… Jumanji: Siguiente nivel.
Gloria bendita, la peli. La vería mil veces, como la primera. Bueno, la segunda. Bueno, ya me entendéis.
Y con otros cuatro proyectos en preparación, uno de ellos la secuela de Los gemelos golpean dos veces, a DeVito le queda cuerda para otro buen puñado de años.