Me he prometido a mí misma que no voy a usar este post para hablar de Kevin Spacey. Así que no lo haré.
Bien, seguro que recordáis American Beauty, la galardonada película en la que Mena Suvari era la adolescente de aspecto dulce y actitud «provocadora» que se convertía en el objeto de las fantasías de… Bueno, pues de Kevin Spacey (oh, fuck).
Era justo 1999 y, aquel mismo año, protagonizó otra película solo que en el ámbito de la comedia que se convirtió en otro icono de la década y que seguro recordáis también: American Pie.
Estuvo presente en todas las entregas «principales» de American Pie, (como expliqué en otro post sobre los protagonistas de American Pie, hay cuatro principales y varias de tramas secundarias), entre el 99 y el 2012, y en este tiempo participó en varias películas para cine, la mayoría -especialmente en los tempranos 2000- de tinte adolescente americano, como Ingenuas y peligrosas, aunque no todas necesariamente cómicas, y como prueba de ellos están Trauma o Sonny, con James Franco y dirigida por Nicolas Cage.
Pero, además, también apareció en alguna serie de tirón. Sobre todo cameos y pequeños episódicos salvo un par de geniales excepciones, como A dos metros bajo tierra (siete episodios en 2004) y, esto OS VA A ENCANTAR, American Horror Story, en la que estuvo presente en la primera temporada (La casa del crimen, 2012). ¿No la recordáis? Tranquilidad, ya os la recuerdo yo:
Y es curioso, porque justo ese año (2012), año de estreno de la última película de la trama principal de American Pie, hubo un claro cambio de ritmo en su carrera y le dio la vuelta a la historia, porque a partir de entonces y durante varios años hizo, sobre todo, series. La última de ellas (aparte de un episódico con el mismo papel en American Horror Story: 1984), ha sido American Woman. Que yo no sé vosotros qué pensáis, pero a mí tanto «American» ya me echa un poco para atrás.
American Woman es un biopic de once episodios sobre la estrella de la televisión de los ’70 Kyle Richards, protagonizada por Alicia Silverstone y Jennifer Bartels, además de Suvari.
American Woman se emitió en 2018, y en estos dos últimos años Suvari ha participado en cinco películas, en todas con papel principal, y llama poderosamente la atención que ninguna de ellas es comedia (que siempre ha estado muy presente en sus papeles), sino que bailan entre el terror, el misterio y la ciencia ficción.
De ellas la última es Paradise Cove, que se acaba de estrenar este mes de febrero. De momento no ha tenido demasiada buena crítica y el argumento, para qué engañarnos, no es demasiado prometedor:
Un contratista y su esposa se mudan a Malibú para cambiar la casa en la playa de su madre y están aterrorizados por la mujer sin hogar trastornada que vive debajo de la casa.
Yo apostaría a que antes de que acabe el año nos la ponen en Antena3 un domingo a las 4 de la tarde.
Sin embargo, en estas últimas semanas Suvari ha estado bastante presente en algunos medios por dos motivos que nada tienen que ver con el estreno de su última película. El primero ha sido su avanzado estado de embarazo, cuya emoción ella misma ha estado compartiendo con frecuencia en su cuenta de instagram.
Y el segundo de ellos es una campaña que acaba de lanzar junto a PETA para invitar al veganismo y que les ha quedado así de resultona:
Muchísimo mejor el aguacate que los pétalos, dónde va a parar.