Es muy posible que el nombre de Abigail Breslin no os suene demasiado. Habría que ahondar en las razones, porque Breslin en una crack en todo lo que hace, pero vayamos por partes:
Como actriz, rozó el cielo en Pequeña Miss Sunshine en 2006, cuando su papel de Olive la convirtió, con solo 10 años, en una de las nominadas al Oscar a mejor actriz de reparto de la historia del cine.
No era su primer papel en un título de éxito – en 2002 ya había la pequeña Bo Hess en Señales -, ni tampoco sería el último como niña protagonista, y prueba de ello fue que en 2008 interpretó a Nim en La isla de Nim.
Pero me atrevería a decir que su cambio de registro definitivo, dejando atrás el cine familiar y/o pasteloso, llegó en 2009, cuando tuvo uno de los cuatro papeles protagonistas en una de mis pelis favoritas: Bienvenidos a Zombieland, en la que Abigail era, por supuesto, Little Rock.
A partir de ahí, la dirección de la que sería (y ha sido) su carrera interpretativa dio un giro hacia adelante.
Aunque aún se puede destacar alguna comedia familiar (Noche de fin año, 2011) lo que pondera sobre todo en su línea son los thrillers y el terror. En 2013 hizo con Halle Berry y Evie Thompson La última llamada, y en 2015, cuando el exgobernador de California Arnold Schwarzenegger volvió al cine, interpretó a su hija zombie en Maggie, que yo os recomiendo mucho aunque, también os lo digo, a mí la vena maternal me conmueve mucho en estas historias.
Su popularidad despuntó desde entonces, sobre todo, gracias a sus cercana aparición en la divertida Scream Queens, junto a Emma Roberts y la fabulosa Jamie Lee Curtis, a quien dimos un repaso hace algún tiempo.
Ni qué decir tiene que, en 2019, volvió a estar presente en la secuela de Zombieland, Mata y remata.
Con tres proyectos en diferentes procesos de creación, Breslin se mantiene en contacto con sus fans, cómo no, a traves de sus redes sociales donde, increíblemente, apenas habla de su trabajo y su gato tiene un papel protagonista 🙂