Veinte años, maripilis. Veintiuno, para ser exactos.
En 1999 se estrenaba American Pie: la primera de la que ha sido, probablemente, la última saga de éxito del cine adolescente americano. Madre de escenas tan míticas como la de la famosa tarta de manzana o del mismísimo concepto de MILF (Mom I’d Like to Fuck, que deberíamos ir ya desterrando un poco).
Y en esta saga, en la que cada componente tenía su parcelita propia de protagonismo, al final tenía que destacar un prota sobre todos los demás, y ese era Jim Levenstein, interpretado por Jason Biggs.
Biggs fue el ingenuo Jim en cuatro ocasiones: las tres primeras películas, que terminaron con Menuda boda en 2003, y El Reencuentro, en 2012, celebrando los 10 años.
En ese impasse, hizo sobre todo comedia y películas para televisión, como Una novia para dos o Life Happens, protagonizada por Krysten Ritter.
Lo cierto es que después de El Reencuentro, y a pesar de tener una cara más que reconocible (lo cual puede ser bueno o malo por igual), no es fácil encontrártelo en la pantalla.