¿Qué fue de Sean Young, la replicante de ‘Blade Runner’?

Madre mía, Mari, los sustos que se lleva una en este trabajo, deverdá.

Hoy vengo a hablaros de Sean Young, la famosísima replicante de Blade Runner.

¿Qué se está fumando? ¿Es un porro?

Mary Sean Young, nacida en noviembre del ’59 y actualmente poseedora, por tanto, de 60 castañas, se hizo famosa durante los ’80 por participar en películas de la talla, no solo de Blade Runner, sino también de Pájaros de fuego o Dune.

Sean Young y Kyle MacLachlan en ‘Dune’.

Y diréis, «¿Y de qué te asustas, Pili?». Pues es que, ¿os acordáis que el otro día os hablaba de Ace Ventura? Pues vi de refilón que Sean Young era la mala y me quedé con mi cara de WTF más absoluta, que parezco tonta enterarme de estas cosas a estas alturas de mi vida.

Claro, ya. Cuando te lo dicen, qué obvio es. Nos ha j*****.

La cosa es que, después de Ace Ventura, ¿hizo algo más, esta mujer? ¿Qué pasó con ella? Pues pasó una conjunción de elementos:

Por un lado, lo que con tantas otras mujeres en Hollywood. Sí, amiguis: la treintena. A lo mejor los señoros de Hollywood pensaron que iba a empezar a oler a ácido úrico, que diría aquel.

Por otro, que a finales de los ’80 tuvo un pequeño altercado con James Woods, con quien se le supuso una relación «explosiva», y no mucho después Woods llegó a denunciarla por un supuesto acoso a su, por entonces, pareja. Llegaron a los tribunales y finalmente hubo acuerdo amistoso, pero para entonces la imagen de Young en Hollywood era la de una desequilibrada, lo que le costó el papel de Tess en Dick Tracy. Fue un asunto muy turbio ya que Young acusó a Warren Beatty de acosarla sexualmente, cosa que, por supuesto, él negó. Y, tal como la propia Young dijo entonces:

Yo estaba siendo acosada sexualmente por él. Este tipo de cosas no eran noticias para nadie. Hay una regla en Hollywood que nunca se rompe: no se dice a la prensa la verdad sobre la gente. Yo rompí esa regla y pagué un precio muy, muy grande

A partir de ahí, fue todo cuesta abajo.

En los ’90 fueron sus últimas participaciones medianamente importantes en cine. Puede que la última de ellas, o la más conocida, fuera Dr. Jekyll y Mrs. Hyde, que consistía, básicamente, en un pase perpetuo de Young en ropa interior.

Y eso sin contar que, durante esa década, los Razzies se cebaron con ella, llegando a nominarla a peor actriz o actriz secundaria hasta en siete ocasiones.

Después llegaron los 2000 y, con ellos, la mayoría de los trabajos de Young fueron episódicos en incontables series de televisión, muchas de ellas totalmente desconocidas (Profesores de Boston, Kingpin), unas pocas de gran éxito  (C.S.I., Urgencias), todas con papeles pequeños.

Luego ya conocemos la historia de siempre: estrella en decadencia que se consuela con drogas y alcohol. Tuvo problemas de adicción e incluso apareció en Celebrity Rehab, un reality sobre estrellas caídas desintoxicándose.

Uno de sus episodios más conocidos de por entonces fue la que lio en una fiesta post-Oscar, cuando le dio de bofetadas a un guarda de seguridad y acabó arrestada en plena fiesta.

Su trabajo más duradero fue su participación como Meggie McClaine en 45 episodios de The Young and the Restless, un culebrón americano que lleva un millón de años en antena (bueno, un millón no, desde los ’70, pero ya me entendéis).

Pero, a ver, sin querer desmerecer a nadie, es que aparecer en 45 episodios de esta serie es como aparecer en 2 fotogramas de cualquier otra serie. Llevan 12.000 capítulos emitidos…

Los últimos años querían portarse bien con ella. En 2017 la vimos en Escape Room y en Blade Runner 2049, donde volvía a ser Rachael aunque, eso sí, pasada por CGI.

Y en 2018 Netflix contó con ella para ser Mrs. Van Bergen en El alienista, una serie sobre los orígenes de la psicología criminal en el Nueva York del siglo XIX, con Daniel Brühl, Dakota Fanning y Luke Evans.

Yo vi esta serie. Yo vi a esta señora. ¡Y que me aspen si pude reconocer a la replicante! Supongo que se le da bien el test de Turing xD

(Por cierto, que si no habéis visto The Imitation Game, el biopic de Alan Turing, ya tardáis).

Parecía que Sean podía alcanzar ya una edad de retiro digno, pero entonces llegó 2018 y saltó a los medios por un pequeñísimo escándalo: un robito de nada en unos almacenes de audiovisuales, en cuyas cámaras de seguridad quedó grabado cómo Young y un hombre entraban a robar y se llevaban material por valor de más de diez mil dólares.

Sean Young still under investigation for alleged NYC laptops theft: Police https://t.co/q7FBtUHqnX pic.twitter.com/7wOK6VcS03

— Edmonton Sun (@Edmontonsun) August 13, 2018

Si es que le hicieron lo que a Cifuentes, pobrecita, fueron a por ella a saco.

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