Se llama Ross Bagley, nació el 5 de diciembre de 1988 y fue el pequeño e inolvidable Nicky Banks en El príncipe de Bel Air.
Ross tenía 6 años en el ’94, cuando apareció por primera vez en la serie, en el episodio El cliente, que era el primero de la quinta temporada, y participó en más de 40 episodios hasta el final de la serie, en el ’96.
Es probable que muchos recordéis que, justo en la misma época, también interpretó a Dylan, el hijo de Will Smith en Independence Day.
Pero, ¿qué fue del pequeño Nicky?
Bagley ha hecho vida fuera del mundo de la interpretación.
Aunque es cierto que ha hecho alguna cosa más. Por ejemplo, aparecía en algunos episódicos en Profiler, Providence y La juez Amy, este útlimo en 2004.
A partir de ahí, sus incursiones en pantalla se reducen a cero porque, como muchas otras jóvenes estrellas, se dedicó en exclusiva a sus estudios: asistió a la Universidad Estatal de California y se graduó en Artes del Cine y la Televisión, en 2012.
En 2015 fue uno de los personajes principales del film de terror Gnome Alone, la cual, dice el público, es terrorífica de lo mala que es, ya que apenas pasa de un 3 en IMDb (que os basta ver el trailer, ya os lo digo yo).
Y del mismo año es su participación como Kyle en Dead Ringer, un thriller sobre una mujer que se obsesiona con un actor que guarda parecido con un hombre que le rompió el corazón.
Según un reciente artículo de Networthpost, Ross tiene a día de hoy un patrimonio nada desdeñable. Lo que, curiosamente, no menciona el artículo es que este patrimonio no procede de su labor como actor, sino de su dedicación profesional, y es que, aunque parezca extraño, Bagley es agente inmobiliario.
Desde 2013 está acreditado como tal y desempeña en el área de Los Ángeles, en California.
Aunque es complicado encontrarlo en redes sociales, rebuscando lo suficiente puede encontrarse su cuenta de instagram, en la que no tiene demasiada actividad pero que actualiza con relativa frecuencia.