Veinticinco años, que se dicen pronto, son los que hace que Gillian Anderson se vistió por primera vez el sempiserio traje de la agente Dana Scully en X-Files, aquella que era una oda a la lógica y el escepticismo como contrapunto a un David Duchovny que por creer habría creído hasta que Santa Klaus era Marte (y la Señora Klaus de Venus, supongo).

La agente Scully en el episodio piloto de ‘Expediente X’, en 1993
Veinticinco años interpretando a un personaje son muchos años. Los suficientes, de hecho, como para que todo lo demás pase bastante desapercibido. Pero sí, amigos: Scully Gillian ha hecho más cosas
Por citar algunas, en 2000 aparecía en La casa de la alegría, en el papel de Lily Bart, y en 2005 protagonizó como Lady Dedlock una miniserie, Casa desolada (Bleak House, basada en la obra de Charles Dickens), por la que fue nominada a un Globo de Oro a mejor actriz de miniserie para televisión.
En 2006 aparecía junto a Forest Whitaker y James McAvoy en el peliculón El último rey de Escocia, y Any Human Heart, en 2010, la puso en el punto de mira de los BAFTA como mejor actriz secundaria, aunque finalmente no se hizo con el galardón. En 2011 participó en la secuela de Johnny English y en el doblaje de una de las joyas de los Estudios Ghibli: La colina de las amapolas, en la que interpretó a Miki Hokuto, abuela de Umi (la protagonista) junto a otras estrellas como Judi Dench.

Imagen de ‘Any Human Heart’, en 2010
También fue Blanche DuBois en 2014, en Un tranvía llamado deseo, que es una obra que en mi mente estará tocada para siempre jamás por la voz de Ned Flanders gritando «¡¡¡ESTELAAAAAAAAAAA!!!». Pasó en los años siguientes por varias series con papeles principales, como Ronja, la hija del bandolero (en la que era la narradora), Hannibal, Guerra y paz y, quizá la más significativa, La caza, en la que interpretó a Stella Gibson en un total de 17 episodios repartidos en tres temporadas, desde 2013 hasta 2016.
Este año la hemos podido ver (además de en las últimas entregas de X-Files), en El espía que me plantó, una comedia protagonizada por Mila Kunis y Kate McKinnon, y en OVNI: No estamos solos, que se estrenó este mismo otoño.
Y, en estos momentos, Gillian se encuentra en el proceso de pre-producción de lo que será su próximo salto: una serie en streaming.
Como ya han hecho tantas estrellas antes, Anderson se pasa a la plataforma Netflix para protagonizar Educación Sexual, en la que interpreta a Jean, una terapeuta sexual con la que tiene que lidiar su hijo Otis (interpretado por Asa Butterfield).
Netflix acaba de desvelar tanto la fecha de estreno (que será el próximo 11 de enero) como las primeras imágenes, y es en una de ellas donde podemos ver a Gillian en su papel de madre de adolescente traumao.
Según la sinopsis oficial, Otis (Butterfield) es un chico virgen que vive con su madre, terapeuta sexual (Anderson) pero que no es capaz de llevar a la práctica todos los conocimientos que posee en la materia. Su vida da un giro (y este es el arranque) cuando conoce a Maeve (Emma Mackey), rebelde e inteligente, y junto a la cual crea una clínica de terapia sexual clandestina en el instituto.
Este año los Reyes nos dejan sorpresas en Netflix 🙂