En solo tres días nos encontramos celebrando, un año más, el Día de la Mujer. Y os voy a contar un secreto sobre este blog: todos los viernes, hago un #femalefriday. Algo que me propuse a mí misma al empezar a escribir cuatro publicaciones semanales: forzarme a dedicar los viernes a una mujer, para asegurar al menos un 25% de presencia femenina en este espacio.
¿Y por qué? Porque cuando escribes remembers y nostalgias varias, al echar la vista atrás para recuperar a personajes principales de películas y series, los nombres que saltan a la palestra suelen ser los Josés, y hay una importante escasez de Marías. No sé si me seguís. Haced la prueba: coged cualquier cinta que recordéis (coged varias, si queréis) y contrastad cuántos personajes importantes masculinos podéis recordar y cuántos personajes femeninos. La proporción apabulla.
Los Goonies, 5 a 2. La Princesa prometida, 4 a 1. Malcolm, 5 a 1. Star Wars (episodios I al VI)… 2 mujeres (Carrie Fisher-Leia y Natalie Portman-Padme), vs. incontables personajes masculinos. ¡Ah, no! Que salía una jedi con coletas… ¡En la intro de Jóvenes Jinetes salían ocho hombres y una chica! ¡Ocho! ¿Y alguien recuerda a alguna mujer del SeaQuest o en las aventuras de El joven Indiana Jones?
Por supuesto, algunas se salvan en cuanto a presencia, como El Príncipe de Bel-Air, aunque los personajes femeninos siempre fueron mucho más pasivos que los masculinos, claro. Y existen obvias y maravillosas excepciones, como Friends. Pero si no te habías dado cuenta de esto no te preocupes: es que es «lo normal». Lo normal es que los hombres sean fueran protagonistas y las mujeres accesorios, cuando no adornos o reclamos, directamente.
Y pensando en las grandes mujeres que sobreviven en la industria (porque ellos se convierten en maduros interesantes y ellas en algo así como pellejos inútiles bien vestidos), me he preguntando qué tipo de papeles tendrían que hacer ellas en ese tiempo en que la mujer era, casi siempre en la narración, el complemento indirecto de un nombre masculino («casi» es un eufemismo). No he tenido que irme muy lejos.
Bienvenidos a la semana de la mujer en Qué fue de todos los demás 🙂
MERYL STREEP

Meryl en la premiere de ‘The Post’ en Londres en enero de 2018 (GTRES). Meryl, cásate conmigo. #Merylmarryme
Meryl es LA presencia femenina de la alfombra roja. Cualquier joven actriz firmaría con su alma por poder acumular años de edad y de carrera como lo ha hecho ella. Su actitud, su porte, su simple mirada y la forma en que planta el pie en el suelo del planeta hace que donde está Meryl solo exista Meryl. Lo llena todo (esto supieron captarlo muy bien en El diablo viste de Prada). Feminidad en estado puro.
Nacida en 1949, en sus más de cuarenta años de carrera acumula (cuidado) 173 premios y 355 nominaciones, entre todo ello 21 nominaciones al Oscar, tres de los cuales conseguidos. Este año, por cierto, ha estado nominada para el Oscar y para el Golden Globe por su papel en The Post.
Podríamos hablar de infinidad de buenos trabajos y títulos de éxito en la carrera de Meryl, como Into the Woods, Mamma Mia!, Leones por corderos, A.I., La habitación de Marvin, Los puentes de Madison o Memorias de África. Pero, por centrarnos en algo, hablemos de los Oscar que ha ganado Meryl:
El último fue en 2012, a mejor actriz protagonista por su papel de Margaret Thatcher en La dama de hierro.
El anterior fue en el ’83, también a mejor actriz protagonista, por La decisión de Sophie.
Y el primero, en el ’80, a mejor actriz secundaria por Kramer contra Kramer, y eso que ella era una de los dos Kramer. A su compañero de cartel en esta cinta, Dustin Hoffman, sin embargo, su papel de «el otro Kramer» sí que le valió el Oscar a mejor actor principal. Y también Robert Benton, además del de mejor película, se llevó el de mejor dirección. Cosas del directo.
Paréntesis: os animo, a propósito, a echar un vistazo al listado de nominados de ese año. Aparte de los premios más sonados, hubo un total de más de ciento veinte nominados en las categorías de guión, sonido, dirección artística, fotografía… ¿Sabéis cuántas mujeres hay en ese listado? Os doy una pista: miraos las manos. Os sobran dedos. Ninguna ganó, por cierto. Quizás estas sean las cosas que hacen del Día de la Mujer algo bastante más sonoro que el Día del Hombre (que es el 19 de noviembre). Fin del paréntesis.
Con todo, que una inexperta Meryl se llevara una estatuilla fue algo memorable, porque su primer papel había sido solo un par de años antes, en The Deadliest Season, una película centrada en la vida de un jugador de hockey acusado de asesinato, en la que Meryl era «la mujer de» el jugador de hockey.
Y se ve que se le dio bien hacer de «mujer de», porque luego le tocó ser «la mujer de» el Kramer importante en Kramer contra Kramer, y ya sabéis el resto.
De hecho, según palabras de la propia Streep, la carga que se veía en la película era real porque Hoffman, como le contó al New York Times en una entrevista, se había propasado con ella. Dio un paso adelante con el movimiento #metoo y explicó, en varios medios, el acoso que sufrió por parte de su compañero de set. Hipertextual cuenta:
Streep ha explicado cómo el comportamiento de su compañero fue mucho más allá de un toqueteo y, sin previo aviso, la abofeteó en una de las escenas de la película. «Esta fue mi primera película, y fue mi primera toma en mi primera película, y él me abofeteó. Y lo ves en la película. Se sobrepasó».
Hoffman, por su parte, contaba en otra entrevista que «supone que no pudo evitar proyectar en Meryl el enfado que tenía con su mujer real, de quien en aquel momento se estaba separando».
«Fue genial», dijo.
Pues eso. Los dos de Oscar.
Voilà une description qui donne envie… Je le note dans un coin ! 🙂
05 marzo 2018 | 11:17 am