Señoras y señores… ALF =’)
Hace poco que os contaba en uno de mis post favoritos qué fue de Michu Meszaros, el hombre dentro de la piel de Alf. Es uno de los artículos que más éxito han tenido en este blog, y no es para menos, porque Alf, emitida desde el ’86 hasta 1990, fue una de esas series que alcanzaron el título de icono de nuestra infancia.
Todos recordamos a la familia Tunner y, además, con bastante cariño, por lo general. La típica familia americana, que vivía en una casita con jardín y garaje (en cuyo techo se estrelló la nave en la que llegó Alf), y conformada por un padre que no se sabe muy bien si es que es muy listo o muy tonto, una madre que se cuida y que lo sabe todo, una adolescente que vive pegada al teléfono y un niño que aporta la inocencia y la ternura, sin la cual la familia se acercaría peligrosamente a la repelencia. Pues este niño, llamado Brian en la serie, era un pequeño Benji Gregory, que para cuando se estrenó la serie contaba con solo ocho añitos.
Entre los que somos unos nostálgicos es un secreto a voces que el set de Alf era un pequeño infierno: los actores estaban en constante desacuerdo, abundaban las peleas y los rodajes se podían prolongar hasta más allá del doble de lo necesario, haciendo el trabajo tedioso e insufrible. Abundan las entrevistas en las que tanto los actores como el resto del equipo cuentan lo mucho que les costó completar cuatro años de la serie. Para Benji, que era un niño, debió hacerse particularmente difícil pasar -literalmente- la tercera parte de su vida entre tanto follón, porque, aunque ya había actuado previamente en series, películas e innumerables anuncios comerciales, después de Alf dejó la actuación.
De su vida posterior a la pantalla, se sabe que estudió Arte en la Universidad de San Francisco, California (de donde Benji es nativo), y en 2003, a la edad de 25 años, se alistó en la Marina de los Estados Unidos, embarcando como meteorólogo en el USS Carl Vinson en 2004, en el que permaneció hasta enero de 2005. Al parecer, ese mismo año hubo de dejar la Marina por problemas de salud.
Ahora mismo, según su página de facebook reside en Arizona y, a juzgar por la fotos que suele compartir, su vida transcurre entre árboles, bares y su pug, Hans.
Gregory dijo hace años, en una entrevista:
«Cuando ALF fue cancelado, fue un alivio. No quería hacer más shows, pero no me arrepiento de nada».
Diría que ha conseguido la vida tranquila y alejada de «la gloria» que él quería. Así que ¡bien por él!