Hablar de fama y de Sylvester Stallone es casi, casi, una redundancia absurda.
A nadie en este planeta que alguna vez haya tenido un televisor se le escapa la cara del protagonista de las más que míticas Rocky y Rambo, y que en casi 50 años de carrera ha conseguido mantenerse siempre en boga. Incluso en sus horas más bajas de popularidad supo sacar partido a «una estrella caída» y recuperó a su más grandioso personaje estrenando Rocky Balboa en 2006, que hizo que todo el mundo lo volviera a querer.
Stallone, como toda gran estrella, tiene unos orígenes. Y, como sucede a menudo, resulta gracioso hurgar en ellos porque suelen alejarse bastante de la imagen que se reconoce del personaje en cuestión. Y esto con Sylvester se lleva al extremo. Lee el resto de la entrada »