Los cuatro fantásticos es una peli que nos llena de alegrías, a diez años vista. Por ejemplo, la Antorcha Humana era un aún bastante desconocido (al menos en comparación con su fama actual) Chris Evans, a.k.a. Capitán América (a quien, por cierto, os enseñé en un post con 16 añines). Pero hoy nuestro prota es el actor con el segundo nombre más complicado de Hollywood, por detrás de Jake Gyllenhaal: Ioan Gruffudd, la persona tras Reed Richards, Mr. Fantástico.
Este es, sin duda, el papel más popular de Gruffudd, a pesar de que llevaba su buena década en interpretación por entonces y, después, tampoco ha parado. Sin embargo, Los cuatro fantásticos no es, en absoluto, la primera superproducción en la que Ioan participó.
Veréis, la cuestión es que cuando uno tiene niños en casa y les surge un interés, el interés es permanente y tremendamente intenso durante, al menos, un par de semanas. Y ahora a los míos les ha dado por el Titanic, así que el otro día nos pegamos una buena sesión de sofá, manta y peli viendo el capricho de James Cameron. Y, a pesar de que se mordieron las uñas durante toda la peli por saber qué caray habría pasado con el diamante, la narración del hundimiento los dejó pegados al sofá. Y a mí también, porque fue como… «¡OSTRAS! ESE ES…»
¡¡MR. FANTÁSTICO!!
Gruffudd, hasta ese momento, solo había participado en dos películas para la televisión y se había estrenado solo un par de años antes en un episodio de Pobol y Cwn. Podría decirse que una producción como Titanic habría hecho pequeño a cualquiera, pero, claro, Mr. Fantástico no es cualquiera. Supo estar a la altura y, aunque pequeño, lo cierto es que el papel lo bordó: interpretando al quinto oficial de a bordo, ese que, después de hundido el barco, organiza dos botes para poder con uno de ellos dar la vuelta a intentar rescatar supervivientes. Os dejo aquí la secuencia, incluida la escena de un rescate que finalmente fue eliminada para el estreno.
Ya se le veía madera de héroe.
Contaba la anciana Rose, justo después de relatar el rescate, que de 1500 personas que se hundieron con el Titanic fueron rescatadas con vida seis. Si en vez de una linterna hubiera tenido ya sus superpoderes, os digo yo que ahí no se morían ni los calamares.
No se puede tener todo.