Estábamos a puntito de despedir el milenio, y en el cine empezaba una nueva era para la comedia: American Pie. La historia de cuatro amigos adolescentes que hacen un pacto para perder su virginidad antes de que termine su último curso de instituto. Además de ellos cuatro, había varios personajes importantes, entre novias, amigas de las novias y amigos arrimaos. Uno de estos amigos arrimaos era el pervertido Steve Stifler. Y Stifler tenía una madre, cuyo nombre era Jeanine, pero que nadie recuerda porque ella era LA MADRE DE STIFLER.
En esta película se acuñó el neologismo MILF para referirse a las mujeres como ella (aunque creo que con el tiempo el término ha degenerado un poco y ya no se usa para exactamente lo mismo… Pero eso es otro rollo).
Jennifer Coolidge se estrenó en la televisión en el ’93, apareciendo en un capítulo aislado de la quinta temporada de Seinfield.
Entre ese año y el ’99, en que se estrenara American Pie, apareció esporádicamente en varias series y películas, como The Monroes o Pasados de vueltas. Incluso fue dobladora del personaje de Miss Kremzer en El rey de la colina, y tuvo un pequeño papel en Austin Powers, la espía que me achuchó. Pero pequeño, pequeño. Como que era una extra.
Pasaba, en general, bastante desapercibida. Pero, después de ser la madre de Stifler, su rostro (y ella toda) se convirtió en la representación americana de la belleza fuerte y potente de una mujer madura. Pasó de ser la completa desconocida a ser el cameo de lujo. La presencia estelar. Olé tú, Jenny.
¿Qué ha estado haciendo, desde entonces?
Pues, claro, volvió a ser Jeanine Stifler en las secuelas American Pie 2 (2001), American Pie ¡Menuda boda! (2003) y American Pie, el reencuentro (2012). Pero además, como digo, su caché y popularidad despegó casi de la noche a la mañana, y cualquier producción que contara con ella sumaba puntos, porque Jennifer se convirtió en una de las actrices más apreciadas por el público. Es casi imposible nombrar aquí todas las series y películas en las que ha participado, porque son más de cien registros los que tendría que listar, así que voy a quedarme (como siempre) con lo más importante o divertido y hacemos un repaso rápido:
Fue el personaje de Paulette en las dos entregas de Una rubia muy legal, en 2001 y 2003. Este mismo año, hizo un par de cameos estelares en Sexo en Nueva York y Friends, dos de las series de más éxito del momento.
En Una cenicienta moderna, de 2004, era la malvada madrastra de Hillary Duff. Y debe ser que el papel de mala malísima le sienta bien, porque poco después aparecía fantástica como «la mujer del rostro blanco» en Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket.
Entre 2004 y 2006 apareció en más de 40 episodios de la serie Joey, el spin off del personaje de Friends protagonizado por Matt LeBlanc, donde interpretaba a Bobbie Morganstern, la agente de Joey. También en 2006 hacía un pequeño papel como amiga de la mujer de Adam Sandler en Click, y hacía su primera incursión en las «movies» de parodia/comedia, apareciendo IRRECONOCIBLE en el papel de Roz, la madre del novio en Date Movie, imitando maravillosamente el papel que originalmente habría hecho Barbra Streisand en Meet the Fockers:
En 2007 repitió papel de malísima en comedia absurda con el importante personaje de la Bruja Blanca en Epic Movie:
Durante los años siguientes, continuó incorporando a su currículum multitud de apariciones en cine y televisión, pasando por ejemplo por Soul Men, Nip/Tuck, Party Down o Las desventuras de Tim. Entre 2008 y 2012 tuvo un papel recurrente en Vida secreta de una adolescente, apareciendo en 35 episodios en el papel de Betty, y por la misma época (2012) fue la voz de Ms. Lips en la serie animada Pecezuelos, de Disney Channel.
Para la misma cadena, también fue la voz de Lazy Susan en 15 episodios de Gravity Falls, entre 2012 y el año pasado, y este año ha repetido en doblaje siendo MaryMeh en Emoji, la película.
Pero, por supuesto, donde más la estamos disfrutando es en su papel de Sophie en la serie de la CBS Dos chicas sin blanca (2 broke girls), que ya lleva, desde 2012, seis temporadas y más de 120 episodios. Cada vez que Jennifer aparece en escena, los aplausos lo ocupan todo:
Yo creo que con esto, así un poco por encima, hemos hecho un buen repaso a los últimos dieciocho años de carrera de esta mujer que, como os digo, tiene más de cien créditos registrados, sin contar en los que se interpreta a sí misma… Pero lo cierto es, lo sabemos todos, que son cien y podrían ser trescientos, da igual: ella siempre será LA MADRE DE STIFLER.