«El manga y el anime es violento y tiene un alto contenido sexual. No es adecuado para los niños»… Esto se puede oír a menudo entre las personas que no conocen este mundo, además de otra afirmación en la que se relaciona esta afición con las personas frikis, en el sentido más despectivo de la palabra.
Porque, ¿qué es friki? ¿Una persona con una afición? Los futboleros, los amantes más fervientes del cine, los apasionados por la lectura… ¿Qué es friki? ¿Una persona, por así decirlo, extraña? Para eso habría que definir qué es «normal», un término que adoptarlo al pie de la letra me parece más aburrido que otra cosa…
Pero lo cierto es que el desconocimiento es el fundamento más grande para estas afirmaciones, pues el manga y el anime no es sino otro estilo de cómics y series animadas, respectivamente. Igual que hay ficciones románticas, policiacas o con temática política, hay obras japonesas de amor, más infantiles, con una trama adolescente, seria, de fantasía o de acción.