Pokémon Go, Pokémon Masters o la película de Detective Pikachu son solo algunos de los múltiples spin-off que ha lanzado Pokémon, y todos con bastante éxito e incluso innovando con ellos en el sector. Sin embargo, muchos son los fans que notan cierto hastío en la franquicia que más factura de la historia. ¿Es posible que estén conformándose con juegos más sencillos y con menos desarrollo de la saga principal para poder seguir sacando entregas y estén descuidándolos en favor de otros títulos?
Pokémon Espada y Escudo, para Nintendo Switch, fue la octava generación de criaturas y el último juego de la saga principal. Pero estas entregas lanzadas en noviembre de 2019 no fueron del agrado de todos, pues fue la primera vez que uno de sus juegos principales saltaba de las consolas portátiles a una de sobremesa y el apartado artístico y gráfico no cumplió con las expectativas de la mayoría.
Este par de títulos no estuvo exento de polémicas, pues la desarrolladora Game Freak anunció que no iban a estar incluidos los casi 900 Pokémon que existían ya que no podían crearlos a todos para el juego porque ahora estas criaturas necesitaban modelados mejores para aparecer en la hierba alta.
Esto generó críticas, pero lo cierto es que llegaron aún más comentarios tiempo después del lanzamiento, cuando se anunció la llegada de dos expansiones de pago que aumentarían la Pokédex con las criaturas antiguas.
Sí es cierto que, de hace un tiempo hasta ahora, Nintendo y Game Freak tienen acostumbrados a los fans a sacar un juego de Pokémon casi cada año, y muchos de estos lanzamientos han tenido gran éxito. Pero con lo sucedido en esta octava generación, muchos habríamos preferido que se hubieran centrado mejor y más tiempo para ofrecer a los fans un juego a la altura, creado con más mimo, más detalle y una historia más desarrollada.
La ‘trampa’ de las expansiones
Aunque Pokémon Espada y Escudo tiene numerosas innovaciones técnicas, falla en muchos otros puntos, y los DLC han hecho que el enfado aumente más. ¿No era posible modelar a todos los Pokémon existentes pero sí hacerlo para venderlos con dos expansiones a posteriori?
El pasado 17 de junio salió La isla de la armadura, el primero de estos contenidos adicionales que amplía la historia, el mapa y la Pokédex con monstruos antiguos y alguno que otro nuevo. Sin embargo, otra vez, no ha cumplido con las expectativas, pues ha hecho que muchos jugadores piensen aún más que Pokémon Espada y Escudo sean juegos incompletos que han sido cortados para tener expansiones que vender.
Game Freak sostiene que estos DLC sustituyen a las secuelas que acostumbran a estrenar (como Pokémon Amarillo tras Pokémon Rojo y Azul). Pero esto no parece servir de excusa para los fans, más teniendo en cuenta que la anterior vez que realizaron esta estrategia con Pokémon Ultrasol y Ultraluna, ofrecieron una tercera y cuarta entrega mediocre con escaso contenido adicional que no era si uno una forma sencilla de vender el mismo juego con otro sombrero.
Los ‘spin-off’ que nadie esperaba
La variedad es una cualidad, y eso es algo que The Pokémon Company sabe. Por ello, está diversificando cada vez más. Centros Pokémon reales, tienda que incluso llegará en agosto a Barcelona, muñecos Funko y, cómo no, la labor de actualización constante de Pokémon Go. Pero todas estas secuelas llegan en un momento en el que parece que la saga principal se viene abajo.
El pasado 17 de junio se hizo un Pokémon Presents en el que se anunciaron, entre otros, aplicaciones para móvil como Pokémon Smile (minijuegos para que los niños se laven los dientes) o Pokémon Café Mix (un título de puzles en el que se dirige una cafetería). Sí, también llegó el bien recibido remake de Pokémon Snap, juego de fotografiar monstruos que salió originalmente en 1999 para Nintendo 64.
Pero, además, otro anuncio se iba a hacer el 24 de junio. ¡Cuánta expectativa! Esto hace volar la imaginación de los fans para que teoricen sobre qué estaba por llegar a la saga… Pero cuando se hizo esta presentación, Tsunekazu Ishihara, presidente de la compañía, mostró Pokémon Unite, un juego de arena de batalla al más puro estilo League of Legends.
Un juego online con combates de cinco contra cinco con algunos Pokémon como personajes jugables. No está mal, pero quizá no ahora. ¿Está The Pokémon Company diversificando demasiado y olvidando títulos como, por ejemplo, los remakes de Pokémon Diamante y Perla?
Hace casi seis años desde la adaptación del anterior juego antiguo de la saga principal, pues Pokémon Rubí Omega y Zafiro Alfa salieron en noviembre de 2014 para Nintendo 3DS y cosecharon un gran éxito. Hay muchos que opinan que el remake de la cuarta generación que todo el mundo espera no es necesario, ya que el título original de 2007 para Nintendo DS ya era bastante bueno y tenía una calidad técnica notable. Pero entonces, tampoco lo era Pokémon Let’s Go Pikachu y Let’s Go Eevee.
La franquicia tiene en muy alta estima la primera generación, y los fans también, pero quizá no tanto. Ya hubo adaptaciones para Game Boy Advance de los primeros títulos de 1998, Pokémon Rojo y Azul, e incluso se podía viajar a la región de Kanto en la segunda generación, en Pokémon Oro y Plata (2000) y en Pokémon HeartGold y SoulSilver (2010). Además, criaturas como Pikachu, Charizard o, en general, las 151 primeras, han tenido muchísimo protagonismo, tanto en el anime como en los juegos con diferentes variantes (MegaEvoluciones, formas regionales, Dinamax…).
Pokémon Let’s Go Pikachu y Let’s Go Eevee llegaron a Nintendo Switch para confirmar este foco eterno sobre los primeros juegos. Estos títulos de 2018 son nuevos remakes más sencillos que adaptan la mecánica de capturar criaturas de Pokémon Go, buscando en parte atraer a todos esos jugadores casuales que se habían descargado la aplicación en el móvil. Y, en general, no fueron tan malas adaptaciones, al menos en mi opinión, pero eran unos juegos con los que pasar el rato y no complicarte mucho, pues estaban tan simplificados que no ofrecían ningún reto.
Pero a la llegada de estos inesperados e innecesarios remakes, unida a la excesiva atención que recibe la primera generación que puede agotar a muchos (me incluyo), se suma la inversión de esfuerzo, tiempo y dinero que The Pokémon Company lleva tiempo haciendo en otros productos paralelos y que parece estar traduciéndose en una menor calidad de la saga principal.
El público objetivo
Desde el que encendía la Game Boy para entrenar a su equipo en 1998 al que enciende la Nintendo Switch para combatir online. Todos son jugadores de la saga. ¿Pero durante estos 22 años han sido siempre niños los que jugaban a Pokémon?
El anime lo tiene claro, Ash Ketchum sigue teniendo 10 años por muchos años que pasen, pues parece que la serie, de carácter más infantil, está dirigida a un público joven. Pero los juegos no funcionan igual, pues en muchos casos, el niño de 10 años que capturaba criaturas con la Game Boy sigue haciéndolo con 30 en la Nintendo Switch.
Es cierto que la saga tiene un público objetivo muy amplio, muchos han crecido con ella y siguen comprando sus nuevos títulos y viendo cómo evoluciona (nunca mejor dicho) la franquicia. Aun así, a Game Freak le sigue interesando también la llegada de nuevos jugadores, de niños que vivan sus nuevas generaciones como la primera vez que entrenan Pokémon. Y esto se nota.
Sobre todo en las últimas entregas se palpa una historia sencilla, fácil, que te pone en bandeja avanzar sin ofrecerte ningún reto o un combate difícil. Por ello, son muchos los fans más mayores que notan que The Pokémon Company se ha olvidado de ellos y desean (deseamos) con ansias un juego de Pokémon más serio, con una trama más desarrollada, una dificultad desafiante o incluso un posible estilo más oscuro y adulto.
Quizá es mucho pedir: un juego con una historia interesante, una cierta dificultad, buenos gráficos, un buen uso de las mecánicas antiguas y las nuevas… Pero, pensándolo un poco, eso es lo que hacen muchas desarrolladoras de videojuegos, ¿por qué no lo hace Game Freak? ¿No es capaz de ofrecer un juego acorde a la generación de consolas actual? El problema es que la compañía, por mucho que ha crecido en fama y capital, sigue siendo de tamaño mediano. Contar con más diseñadores y escritores o sería una buena solución para que Pokémon tuviera un juego triple AAA que convierta la saga en aún más popular, más vendida, más aplaudida y mejor valorada. Esto es perfectamente compatible con complacer a los jugadores casuales de Pokémon Go. ¿Lo tendremos algún día?