Tras casi cuatro años, hay que decir adiós a Emma, Ray y Norman, a Gilda y Don, a Phil, a Musica y Sung-Joo y también a Isabella (alias Mamá). 281 episodios de pura tensión, miedo, aventura y acción protagonizada por niños de orfanato que quería huir de sus captores para ir al mundo de los humanos.
El manga de The Promised Neverland creado por Kaiu Shirai (guion) y Posuka Demizu (ilustración) ha finalizado dejando un gran sabor de boca. Se postuló como la serie revelación de 2016 y ha ido demostrando cómo la historia estaba medida al milímetro, dejando atrás cualquier tipo de floritura que solo sirviera para alargar la historia.
Este 14 de junio se ha publicado el último episodio que daba respuesta y solucionaba el gran contratiempo final de la protagonista. Pero la serie no ha estado todo el rato arriba, ha tenido sus más y sus menos como cualquier obra con sagas que tiene sus puntos altos de tensión y sus episodios de transición. Aun así, todo el conjunto ha hecho que sea un manga redondo con un cierre a la altura.
¡Cuidado con los spoilers!
El problema de The Promised Neverland es que empezó demasiado fuerte, con un primer episodio que infundía miedo al presentar un universo abominable. Y su arco introductorio, como unos 40 capítulos del manga, era pura tensión con los personajes, que no querían dar ningún paso en falso, moviéndose estratégicamente y tomando decisiones que demostraban lo inteligentes que eran. Pero, al lograr su primer objetivo y escapar del orfanato, la acción bajaba drásticamente y, hasta llegar a su siguiente destino, la cosa era más o menos calmada narrativamente hablando.
Pero el arco de Goldy Pond volvía a dar un golpe sobre la mesa. Una especie de juego de supervivencia contra los demonios más ricos y consentidos que no solo contenía mucha acción, sino que presentaba a grandes personajes nuevos. Por fin se dejaba atrás a los niños con uniformes blancos de orfanato para ver gente más variada, con diseños mucho más atractivos.
Después, tras más capítulos necesarios e interesantes donde se revelaba más de la historia de fondo y la reunión con el actual Minerva, el arco final volvía a ser todo una explosión de tramas vertiginosas con peleas en la capital, combates contra duros demonios y un viaje final al origen donde enfrentarse a Peter Ratri.
El anime ya ha emitido su primera temporada y está a la espera de lanzar la segunda este año, por lo que la huída de los niños y sus peleas contra los demonios aún continúan en televisión. Además, para demostrar aún más su éxito y la extendida popularidad que tiene alrededor del mundo, The Promised Neverland va a tener una serie de imagen real desarrollada por Amazon. Rodney Rothman (creador de Spider-Man: Un nuevo universo) será el director de la ficción y, junto a Masi Oka (adaptación de las películas de imagen real de Death Note y Attack on Titan), serán productores ejecutivos.
En definitiva, aunque The Promised Neverland ha tenido sus subidas y bajadas, como en cualquier obra que se lee semanalmente, ha tenido tres importantes arcos muy buenos y muy bien desarrollados que quedan en la memoria y hacen de esta serie una de las más recomendables de los últimos tiempos.