Los amantes de los videojuegos han acudido en masa a los cines este 14 de febrero, pero no porque sea el día de los enamorados, sino porque querían ver Sonic, la película. ¿Salieron contentos o decepcionados? Es probable que las reacciones fueran muy variadas, pues este largometraje es una adaptación bastante libre del título de Sega.
Aun así, a pesar de que la historia no fuera 100% fiel al videojuego, lo cierto es que es una película que consigue lo que pretende: ser un taquillazo y un producto comercial para una gran mayoría de espectadores.
En esta versión, Sonic sigue siendo un erizo azul humanoide con una gran velocidad, pero en este caso llega a la Tierra desde otra dimensión para no ser capturado por sus poderes. El descuidado animal no es muy consciente del peligro y aún en el mundo humano no se oculta tanto como debería, lo cual provoca que sea descubierto por el agente Tom (James Marsden) y termine siendo perseguido por el científico Dr. Ivo Robotnik (Jim Carrey).
Mucho se ha dicho sobre este largometraje, pero sobre todo se ha hablado del personaje protagonista. El primer tráiler y los posters que se revelaron de Sonic, la película mostraron a un erizo que era demasiado humanoide, nada fiel al original y casi se podía decir que daba un poco de grima.
Los fans estallaron en críticas y memes, lo cual provocó la reacción de Paramount, que comenzó a trabajar para lograr el Sonic que los espectadores querían. Y no se puede negar que el resultado fue mejor de lo esperado, por lo que solo este hecho ya es digno de aplaudir.
Pero, al margen de esta enorme mejora en la animación, Sonic, la película tiene también una historia entretenida. No es una obra maestra, no es una trama enrevesada y sorprendente, pero sí es divertida y muy entretenida. Y es que es difícil adaptar un videojuego al cine, y mucho más si es de plataformas como este… Solo hay que ver la película de Super Mario.
Lo cierto es que, aunque no hay que conformarse con cualquier cosa, estas películas cumplen una función aún mayor: hacer llegar los videojuegos a un público que los desconoce o que aún sigue pensando que son una afición minoritaria y de gente que no le gusta socializar. En los videojuegos, como en el cine o la televisión, hay muchas grandes obras dignas de conocer, disfrutar y admirar.
Sonic, la película consigue un poco eso, hacer una superproducción americana de un personaje de videojuego y convertirlo en todo un taquillazo. Un poco parecido sucedió con la película Detective Pikachu, que se atrevió a adaptar un juego tremendamente famoso y acercarlo a los espectadores que más lo desconocían sin dejar de ser agradecido con los fans al incluir una gran cantidad de guiños y elementos de la saga.
Pero, tras una película de Sonic y otra de Pikachu, solo queda una nueva (y mejor) adaptación de Super Mario para tener a tres de las figuras más famosas de los videojuegos en el cine de cara a un posible universo cinematográfico como el de Marvel. El juego Super Smash Bros (donde se pelean diversos personajes de Nintendo y otras compañías de la industria) podría servir de ejemplo para esta posible saga de películas, algo que seguro que a los fans encantaría.
En definitiva, Sonic, la película es una divertida adaptación libre del juego de Sega que seguro gustará a los amantes de los videojuegos y a más espectadores. De hecho, en comparación a Detective Pikachu que tenía un enfoque menos adulto, el largometraje del erizo azul tiene un punto más canalla. Y la sorprendente e inesperada aparición final de un nuevo personaje parece indicar que habrá más entregas…