Con la llegada de las plataformas de streaming, es momento de pararse a pensar en qué más ámbitos se puede aplicar este servicio. Libros, música, series, películas, videojuegos… ¡Ojo! ¡Para de contar! Si esperas que lo reclame para leer manga, no es así, porque ya hay algo parecido.
Si en cuanto a anime, Crunchyroll se lleva el gato al agua en España, en cuanto a cómics japoneses es Manga Plus, aunque tiene sus peros. Esta aplicación se lanzó el 28 de enero de 2019 mundialmente y concentra los títulos de la editorial Shueisha. Llegará el día en el que, con el fin de ampliar este mercado, se unan más las revistas y editoras de manga y estrenen una plataforma que recopile todas y cada una de las series, pero de momento Manga Plus no lo hace mal, pues al fin y al cabo Shueisha publica algunas de las obras más populares.
Lo bueno de esta aplicación es que es gratuita, por lo que, con algo de publicidad, se puede leer cualquier serie desde el móvil o el ordenador. ¿Pero entonces los volúmenes físicos? Manga Plus solo pone a disposición del usuario los tres primeros capítulos y los tres últimos, para que cualquier lector pueda comenzar a leer gratis una serie y ver si le gusta y para que los fans de determinadas obras puedan seguirla semanalmente sin tener que esperar a que la editorial española publique el tomo correspondiente. Manga Plus es la aplicación perfecta: no hay que estar pendiente de fechas, de malas traducciones o de retrasos. Por ello, mi yo más otaku aprovechó para leer como nunca había leído y ponerse al día con series.
¡Cuidado con los spoilers!
One Piece
Leyendo un poco el blog, es evidente que One Piece tenía que estar en esta lista la primera. Más de 22 años después y con casi 1.000 capítulos de manga a sus espaldas, esta serie puede dar pereza, pero leyéndola (o viéndola) enseguida ese sentimiento pasa a ser de alegría al pensar toda la historia que queda por delante. Aun así, para mí esto nunca ha sido un impedimento, porque la conocí de niño y casi sin querer, así que no me tuve que poner al día con ella cuando llegó Manga Plus.
Las aventuras de la banda del Sombrero de Paja semanalmente y en la palma de mi mano. Estupendo. Poco más puedo añadir. Alguien tan fan como yo no puede parar de recomendarla, y mucho más si está disponible en esta aplicación (y también en Crunchyroll). Y es que One Piece no es una tediosa y larga historia que pierde fuelle, sigue igual de fuerte que siempre y, a pesar de tantos capítulos, Eiichiro Oda sigue hilando perfectamente cada punto de la trama. Aún hoy en día, en los últimos capítulos, siguen desvelando misterios que se dejaron caer al principio. Ese es el encanto de la serie, eso y sus asombrosos y carismáticos personajes, desde los protagonistas hasta cualquier anecdótico secundario.
Dr. Stone
Al ver la presentación de este manga en una de las páginas de la Shonen Jump que vi en internet, me cautivó su diseño. El protagonista me parecía que tenía un estilo muy interesante. Pero la historia es rara… ¿Todo el mundo se convierte en piedra y 3.700 años después, Senku y Taiju despiertan? El primero, que es un gran amante de la ciencia y, sin duda, tiene una memoria prodigiosa, se propone volver a resucitar a la humanidad y construir la civilización desde cero; es decir, volver a como todo estaba antes partiendo de la Edad de Piedra y aprovechando sus conocimientos.
¿Un manga sobre ciencia? A priori no parece nada muy llamativo… Pero conforme lo estoy escribiendo me estoy riendo. Hacía mucho que un manga no me enganchaba tanto, porque Dr. Stone tiene de todo: experimentos, peleas, estrategias, personajes divertidos, carismáticos, fuertes, duros, retorcidos… No todos los protagonistas son bondadosos, pero forman parte del puzle que es la serie y la evolución humana. De hecho, llega un momento que son tantos colaborando en el desarrollo de la sociedad, cada uno con sus habilidades, que es imposible recordarlos a todos. Pero Riichiro Inagaki (guion) y Boichi (dibujo) saben cómo separar las tramas para que el lector no se pase más tiempo buscando a los personajes en escena que disfrutando de las páginas.
Con más de 100 episodios y subiendo (también tiene anime), no tengo duda de que Dr. Stone sería una de las primeras series que recomendaría. No puedo explicar muy bien el gran valor de su historia, solo puedo decir que es un manga sobre ciencia que mezcla ingredientes de todo tipo y que es cautivadora. Cada cual con su conciencia.
The Promised Neverland
Puedo decir que pocas criaturas de la ficción me hayan producido una sensación de miedo alguna vez. Sin embargo, la forma en la que está planteado el primer capítulo de The Promised Neverland hace que los demonios que hay en la serie me dieran auténtico terror, por su forma de aparecer y por todo lo que conlleva. Básicamente, la historia se centra en un orfanato lleno de niños que, más tarde o más temprano, son adoptados. Pero dos de los protagonistas, terminan descubriendo que, cuando se marchan de allí, no van precisamente con unos nuevos padres…
Da miedito, sí, pero al margen de eso, The Promised Neverland es el ejemplo perfecto de que no hace falta ver una serie en la que todo el rato se estén dando de puñetazos para disfrutar de acción y tensión. Emma, Norman y Ray, en un pequeño tira y afloja entre ellos y con otras personas del orfanato, intentan descubrir qué pasa, de quién se pueden fiar y, sobre todo, cómo salir de allí. Todo ello aderezado con los misterios y las estrategias más elaboradas que he visto. En ese sentido, la veo un poco parecida a Shingeki no Kyojin, pero de una forma diferente y, a mi gusto, mejor.
Kaiu Shirai y Posuka Demizu son los autores de este manga que ya supera los 150 capítulos y que también tiene anime. Además, están en el último tramo de la serie, por lo que es posible que este mismo año cierren (de forma magistral, no tengo ninguna duda) la historia.
My Hero Academia
Y, por fin, llegamos a las luces y sombras en un manga. Porque, en efecto, en esta lista también hay series que leo y que no me parecen maravillosísimas (como sí los son las tres anteriores). My Hero Academia me encantó, cuando vi la primera temporada del anime me fascinó y me pareció muy original. Casi la mayoría de la población tiene una singularidad, un poder o una mutación que los hace especiales. Muchos de ellos se convierten en héroes y luchan contra el crimen, y uno de los que sueña con ello es Deku, el protagonista, un niño completamente normal sin ningún don. Pero esto no lo detiene y su destino parece que es ser un gran héroe.
La serie me siguió encantando hasta la tercera, cuando acabé tan embobado de su historia que no pude esperar y comencé a leer el manga de Kohei Horikoshi. Y muy bien que hice, auguro una cuarta temporada (que se está emitiendo actualmente) muy buena. Pero luego hay una saga con una trama insulsa y un villano pobre, algo que sentí como un parón en la historia. De nuevo, combates vertiginosos; los alumnos de la academia de héroes se ponen a prueba y la historia avanza. Pero de repente… ¡otro parón en la historia!
Los capítulos comienzan a centrarse en la Liga de Villanos, en desarrollar más su organización y en presentar nuevos criminales. Hay multitud de peleas y un combate entre bandas que casi ni alcanzo a entender y que me ha desconectado totalmente. No seré yo quien menosprecie a los enemigos, pues en muchas obras me gusta más su desarrollo que el de los protagonistas (no es el caso de esta), pero una mezcla de tramas de héroes y de villanos lo habría hecho más llevadero, pues casi no me acuerdo de los nombres de los alumnos de la academia de héroes. Me he salido tanto de la historia con esta, a mi parecer, tan poco interesante saga para desarrollar a los malos, que sigo My Hero Academia por ver qué llegará. Espero que me vuelva a enganchar…
Al margen de Manga Plus…
No solo del móvil vive el otaku, así que no voy a dejar que una aplicación decida por mí qué leer y me limite. Por ello, he aprovechado mis viajes en transporte público para ponerme al día con algunos de los mangas más famosos que, sin embargo, no he leído o acabado.
D.Gray-Man es de mi años mozos, de cuando coleccionaba mangas mensualmente, pero por una cosa o por otra, cada vez que empezaba esta serie nunca conseguía superar muchos capítulos. No porque fuera aburrida, está claro que es porque no era su momento. Pero ya lo ha sido, porque con más de 200 episodios acumulados pude disfrutar como cuando era pequeño de Allen, Kanda, Lavi, Arystar Krory, Lenalee y Miranda (qué grandes son los personajes femeninos de esta serie). Todos exorcistas que pelean, cada uno a su particular manera, contra terroríficos y fortísimos demonios en un mundo bastante oscuro y muy bien planteado. Sus personajes son, sin duda, lo mejor, y la historia es atrayente, pero en ciertos puntos es demasiado profunda y abstracta y se me llega a escapar el porqué se están dando ciertos sucesos o peleas.
Katsura Hoshino es la mangaka que lleva dese 2004 publicándose, lo malo es que su serialización ya es trimestral, por lo que cuando llegan los nuevos episodios me he olvidado de qué estaba leyendo e incluso se me pasa mirar si hay episodios nuevos. Es una pena que D.Gray-Man ya no esté en la editorial Shueisha para publicarse en Manga Plus.
Shaman King es otra de las que desempolvé los mangas del armario para leerla, por fin, entera y en serio. Aproveché el cierre de la editorial francesa Glénat que tenía la licencia para comprar los packs de tomos hasta conseguir toda la serie. El magnífico Hiroyuki Takei dio vida a esta serie de 34 volúmenes que se publicó de 1998 a 2004. A pesar de que pueda parecer antigua (yo lo soy más), es tremendamente original, divertida y está llena de acción, peleas y personajes muy llamativos. Los chamanes son los protagonistas de esta historia, personas que actúan de contacto entre los espíritus y el mundo real y combaten unidos. Pero la historia trasciende más allá y el destino del mundo lo decide el rey chamán (o Shaman King), que se decide mediante un torneo cada 500 años.
Lo que me gusta de ella, un elemento que a mí me encanta en las series, es que se van uniendo personajes como si un juego de rol se tratase, llegando a tener un grupo grande de protagonistas, cada uno con sus objetivos, que luchan juntos por un fin mayor. Eso y, desde luego, la variedad de personajes interesantes que presenta (mención especial a Horo Horo, Ryu y Fausto VIII), con habilidades diferentes y originales que hacen que los combates con espíritus sean muy inesperados. Lo malo de Shaman King es que terminó de forma abrupta y el final que le dieron más tarde se nota un poco forzado y apresurado. Aun así, me pareció muy redonda la obra, en general, y actualmente continúo siguiendo sus spin off Shaman King: Red Crimsom y Shaman King: Flowers, al que le siguió Shaman King: The Super Star. Pero estas continuaciones no hacen sino repetir el patrón de la serie antigua, con personajes que claramente son similares a los originales.
Fire Force (o En’en no Shobotai), de Atsushi Okubo, creador de Soul Eater (otra que tengo que terminar), es la tercera y última de esta lista que quiero dejar por aquí. Esta serie peca de empezar de forma extraña, con unos bomberos en prácticas que acumulan todo el protagonismo, pero también peca de tener un planteamiento original: son bomberos de fuego que apagan (eliminan) a las personas que han sufrido el fenómeno de la Combustión Humana. En ese universo, algunos tienen poderes como crear o controlar fuego, lo cual es original teniendo en cuenta que se las apañan para pelear contra enemigos de fuego. El entramado que tiene esta obra de casi 200 episodios, y con su propia adaptación anime, es otra de las cosas en las que hace que Fire Force sea interesante, pues los líos entre los diferentes escuadrones, la competitividad, la corrupción, la historia del pasado y la forma en la que la iglesia tiene que ver en todo esto hace a este manga adictivo y muy recomendable.