Corrillos, música cervezas y gente que se presenta a los desconocidos por el nombre de su blog. Cuando se dan cuenta de que se conocen desde hace tiempo pero nunca se han visto las caras una sonrisa se dibuja en sus caras. Es la fiesta que sigue a la entrega de los premios, la celebración de la blogosfera que en estos momentos tiene lugar en Madrid.
Los ganadores pasean orgullosos con sus diplomas, se retratan con ellos con los amigos y los que empiezan a serlo y de vez en cuando se puede descubrir a alguien mirando su móvil, tecleando con rapidez. ¿Estará mandando SMS o directamente posteando en el blog? Esto es territorio bitácora, nunca se sabe. Y como en todo recinto cerrado que se precie, el grupo de los fumadores se reúne en el exterior. En él se distinguen caras conocidas, algún ganador de años pasados.
Ya están dados al networking, al ligue, a los contactos… ya es hora de relacionarse. Permitan que me apunte. El año que viene, más y mejor.