Juan Carlos Escudier

Mientras se descubre si Zapatero va o viene, una constatación: hay vida más allá de ETA

La indefinición de Zapatero sobre cuál ha de ser la política antiterrorista del Gobierno después del atentado de Barajas empieza a resultar exasperante. El presidente tiene grabado a fuego que la gestión en solitario que Aznar hizo del 11-M fue la tumba electoral del PP y no quiere que le ocurra lo mismo. Así, pese a las declaraciones pendulares de los últimos días, en las que hemos pasado de la suspensión del diálogo con ETA a la ruptura total y del reconocimiento de fallos de información e interlocución a la negación de cualquier error, el acento se ha puesto en la gestión compartida de la crisis y en el diálogo permanente con las fuerzas políticas.

En esencia, el propósito es loable. Lo único que falta es la concreción. No basta con hablar; hay que tener claro de qué se habla y con quién. Sabemos que el PP quiere la vuelta al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo y que el PNV está roto entre la posición de Ibarretxe y la de Josu Jon Imaz. Conocemos la postura de Izquierda Unida y hasta la de Esquerra, aunque luego salga un tal Ridao y diga que ETA ha hecho más por el proceso de paz que el Gobierno. Ahora bien, ¿cuál es la postura de Zapatero? ¿Está por el consenso con el PP o prefiere un acuerdo más amplio con otras fuerzas? Y si quiere esto último, ¿en qué ha de consistir dicho acuerdo?

La reunión de hoy en Moncloa con Rajoy ha sido la escenificación de este diálogo que el Gobierno ha puesto en marcha. Esto va de rondas. Zapatero ha empezado la suya y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lo hará mañana con los portavoces parlamentarios. Coincidirán algunos interlocutores, pero todo sea a mayor gloria del diálogo.

He estado en la rueda de prensa de Rajoy y en el sottovoce posterior en los pasillos. Según ha explicado, Zapatero no le ha planteado ningún pacto nuevo. Se ha limitado a preguntarle si estaba abierto al diálogo y el líder del PP, obviamente, le ha dicho que sí. Rajoy asegura haber salido de Moncloa “sin una idea clara de lo que quiere hacer el Gobierno en los próximos meses”. El atentado le ha reafirmado en que era él quien tenía razón y Zapatero el que estaba equivocado. Los hechos, al menos en esto último, le han dado la razón.

Lo que propone Rajoy es la vuelta al mismo pacto que propuso Zapatero o, al menos, al mismo que firmó. A saber: es posible derrotar a los terroristas sin pagar un precio político, hay que impedir que Batasuna se presente a las elecciones hasta que ETA no desaparezca y hay que aplicar la ley con contundencia. “La unidad de la gente y el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo es lo mismo”, dice. “No hay nada que haya conseguido tanta unidad, que haya logrado el apoyo de un 90% del Congreso y del Senado y de un 90% de los españoles”.

Y lo que se transmite desde el Gobierno es que Rajoy será responsable si dice otra vez no al diálogo. “Hará un flaco favor a los intereses generales y a su propio partido», así como «al fin de la violencia y a sí mismo», afirma la vicepresidenta Fernández de la Vega. Añade que la estrategia del Gobierno es conocida: “firmeza, unidad democrática y utilización de todos los instrumentos del Estado de Derecho para acabar con la violencia”. El significado exacto de estas palabras se ignora. ¿Lo desvelará Zapatero el próximo día 15 cuando comparezca en el Congreso? Se ignora también.

Haría mal Zapatero en encastillarse en este asunto. El presidente debe hacer autocrítica. Puede defender su derecho a buscar el fin dialogado de la violencia, pero tras la bestialidad de Barajas, ha de reconocer que no valoró adecuadamente los signos que mostraban la vuelta de ETA a sus actividades, que manejaba información errónea sobre sus propósitos e, incluso, que se equivocó al dejar una puerta abierta a los terroristas en su primera valoración pública del atentado.

La acción del Gobierno en estos años no puede quedar circunscrita al fracaso de la negociación con la banda. España ha avanzado económica y socialmente. Ha ganado en derechos civiles. Hay vida más allá de ETA. Esto es lo que debe de hacer valer Zapatero, salvo que pretenda hacerse el hara-kiri, algo impropio de su optimismo.

5 comentarios

  1. Dice ser recalase

    A mí no me parece que ZP tenga tanta indefinición, ni me parece que las diferencias sean tantas. Es más, pienso que no hay diferencias. Ahora toca ser duro, y lo será ZP tanto como lo sería Rajoy. Antes tocaba dialogar con Batasuna y ETA, y ZP dialogó, tanto como lo haría Rajoy y lo hizo en su día Aznar.Creo que sólo existen dos diferencias:1- ZP quiere un pacto antiterrorista nuevo, en el que participen todos los partidos políticos, mientras que Rajoy vería mermada su influencia si esto ocurriera, con lo que prefiere volver al pacto en que sólo estaban PP y PSOE.2- ZP quiere dirigir la política antiterrorista en ESpaña, algo a lo que tiene derecho, pues es el Presidente del Gobierno, mientras que Rajoy quiere imponer las tesis del PP, aunque no está en el Gobierno, porque no reconoce la legitimidad de la victoria del PSOE.Ambas diferencias son irreconciliables, porque el PSOE no puede, ni debe, dejar de cumplir con sus obligaciones de Gobierno, ni con sus acompañantes políticos de legislatura, ni el PP quiere reconocer ya la derrota, ni puede hacerlo mientras estén presente Zaplana, Acebes, incluso Aznar.Así nos van a ir las cosas.Hay, sin embargo, otra cuestión importantísima, a mi juicio: la presión que medios de comunicación y periodistas concretos están haciendo para calentar los cascos a uno y otro. Más a Rajoy, al que alguno le pide que lidere un golpe de estado, así como suena.Así nos van a ir las cosas. La gente, periodistas y politicos varios, no pararán hasta que el PP vuelva al poder. Eso les importa más, mucho más, que el que ETA se acabe.

    08 enero 2007 | 19:42

  2. Dice ser Nacho

    ¿14-d? Supongo que te refieres al 11-M

    08 enero 2007 | 20:10

  3. Dice ser escudier

    En efecto, era del 11-M y no del 14-D. Gracias, Nacho

    08 enero 2007 | 20:29

  4. Dice ser pericles

    Yo comparto las opiniones de recalase. Tampoco veo tanta indefinición en Zapatero. Planteó una estrategia que ETA ha truncado. Ahora toca plantear una nueva. Y siempre será meor medir bien los tiempos y las posibilidades que se presentan a precipitarse. Creo que para cierto tipo de decisiones es mejor tomarse un tiempo. Y pulsar las opiniones del resto de las fuerzas políticas así como la de la calle. En ello creo que estamos.Creo que sería necesario un nuevo pacto, ya que el anterior ya está finiquitado. Tuvo su función, pero ya está caducado. Ahora sería necesario uno nuevo que incluyese a todas las fuerzas parlamentarias. El PSOE no puede permitirse un acercamiento al PP de tal grado que le alejase del resto de las fuerzas que le dan apoyo parlamentario. Esto tendría como consecuencia el final de la legislatura y la celebración de unas elecciones anticipadas que el PSOE perdería. En ello está el PP. ¿Será capaz el PSOE de resistir y recuperar la iniciativa? El tiempo lo dirá.Saludos.

    08 enero 2007 | 21:04

  5. Dice ser Flashman

    Supongo que Zapatero trata de recomponer su estrategia y mantener el tipo de forma que no le suponga una sangría de votos. Es una pena que siempre haya que estar actuando con vistas a los siguientes comicios, pero hablamos de políticos. Los del PP son lamentables pero ZP no es ninguna joya.

    09 enero 2007 | 10:12

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