Corté mi cabeza
la puse en un plato
y la llevé a mi médico
—No tiene nada, me dijo
está simplemente afiebrada
arrójela al río y veremos
la arrojé al río junto a las ranas
entonces se movió cielo y tierra
comenzó unos cantos extraños
a crujir y aullar terriblemente
la recogí y volví a ponerla en mi cuello
vagaba enajenado por las calles
con una cabeza de poeta verde y hexagonal.
La poesía de Miltos Sajturis (que aún no tiene entrada en Wikipedia -¡no tiene entrada!-) está considerada “la única que llevó el expresionismo a las letras griegas modernas”. Lo escribo entre comillas, muy poco osadamente, porque no tengo ni la más remota idea de cuándo y cómo los poetas griegos empezaron a coquetear con el expresionismo (¿lo sabes, tú, Distópico?).
Los poemas de Sajturis se parecen a pesadillas (“sentado en el café miraba a través de la vidriera / una mujer sin manos tratando / de esconder un teléfono en su boca”) y son introspecciones oníricas (“dentro de mi tumba / camino alterado / de un lado al otro / de un lado al otro”).
Seleccionado y comentado por Nacho Segurado.