‘Estudio en de menor’, de Jean Tardieu (1903 – 1995)

El cielo era de noche

La noche era de llanto

El llanto era de esperanza

Los ojos eran de labios

Los labios eran de alba

La fuente era de nieve

Mi vida era de llama

Mi llama era de río

El río era de bronce

El bronce era de aguja

La aguja era de reloj

El reloj era de ayer:

Ella es de ahora

Ahora es de tierra

Ahora es de piedra

Ahora es de lluvia

Mi orilla es de silencio

Mis manos son de hierba

Mi memoria es de olvido.

Preguntado una vez por el papel de la poesía, Jean Tardieu -tres líneas en la Wikipedia española, la nueva unidad de medida cultural- dijo algo así como «dar vida a lo que calla en el hombre y en las cosas«. El poeta como aguafiestas. La poesía como portadora de una voz extraña a la vida. El poeta como conducator.

Jean Tardieu, influido en sus comienzos por Mallarmé y el surrealismo, derivó más tarde hacia la concreción lingüística de un Valéry y finalmente –muy en el papel de poeta quisquilloso y metomentodo- hacia el sarcasmo como arma poética.

Tardieu fue también dramaturgo, traductor al francés de Hölderlin, columnista de prensa y un gran amante de la radio, medio en el que realizó desde ensayos artísticos de vanguardia hasta programas de música.

NOTA: Traducido del francés por Manuel A. Ortega.

Seleccionado y comentado por Nacho Segurado.



5 comentarios

  1. Dice ser antonio larrosa

    Creo que se ha saltado de que era la esperanza. yo creo que la habia perdido , como los albañiles españoles van perdiendo la esperanza de volver a trabajar en una obra.Clica sobre mi nombre

    13 octubre 2009 | 16:17

  2. Dice ser antonio larrosa

    Yo creo que los bancos están pasandolo muy mal y habria que ayudarlos para que estos dieran el dinero a los poetas y que se calmaran con algunas concubinas. ( Pelandruscas)Clica sobre mi nombre

    13 octubre 2009 | 17:39

  3. Dice ser El caso es quejarse

    Si te parecen pocas esas tres líneas, ¿por qué no añades unas cuantas, por ejemplo los dos párrafos últimos de tu artículo?

    13 octubre 2009 | 20:29

  4. Dice ser erre

    El verdadero vehículo eléctrico tiene novedades y ventajas revolucionarias, no se parece al vehículo convencional de motor de explosión, y no entiendo porqué en ningún medio se habla sobre esto.EL COCHE ELECTRICO BIEN HECHO.Siempre se nos ha dicho que una de las pegas mas grandes para el coche eléctrico es la autonomía de las baterías, que dan para poco. Pero lo que no oigo por ningún sitio es el enorme avance de los últimos años en cuestión no de baterías (que los hay) sino en motores eléctricos y la forma de gobernarlosUn coche eléctrico bien hecho tiene estas ventajas y sorpresas:Buscamos el motor, pero no lo vemos por ningún sitio. El capó -delante-, no tiene ningún motor, sólo baterias. Buscamos bajo el coche: Tampoco hay ningún motor. ¡¡ya está!!: Detrás!! Pues no. Tampoco hay motor detrás. ¿dónde está el dichoso motor?Y, lo mas gracioso es que no es un motor. Son cuatro.Están dentro de las ruedas.Una rueda, como dispositivo giratorio que es, se presta maravillosamente bien a ser al mismo tiempo un motor eléctrico. La parte que se mueve (rueda) sería el rotor. La parte que no se mueve, fija (eje) sería el estátor.Los motores modernos con imanes de neodimio tienen una potencia extraordinaria comparados con los motores convencionales. Un imán de neodimio es tan potente, que si tiene el tamaño de un paquete de tabaco y dejamos que dos de ellos se junten, bajo ciertas condiciones podemos perder un dedo. Y quien no se lo crea, que busque bibliografía. Yo tengo varios imanes de ese tipo y doy fé que dan miedo. Son potentísimos.Un motor eléctrico le dá cien patadas a uno de explosión (o de combustión interna, para ser mas finos), en cuanto a durabilidad, fiabilidad, relación potencia/peso, y sobretodo…eficiencia energética que puede llegar al 90% mientras que uno de explosión no llega ni al 35%.Un motor eléctrico no tiene las complicaciones de un motor de explosión: que si las bujías, que si los delicados inyectores, que si el turbo, que si la bomba de esto o de lo otro. Y no maneja sustancias inflamables. Solo un rotor que gira, y un estator que ni eso: Está quieto, estático como su nombre indica.Un motor eléctrico es mucho más silencioso, no echa humos, está camuflado en las ruedas y no resta espacio en el habitáculo, pudiendo dedicarse ese espacio extra a otros menesteres.Pero la cosa va mas allá.Cuando paramos en un semaforo, un ceda el paso con tráfico, un stop, una cola, un atasco, el camión de la basura, la mani, la barrera del tren, las 1000 y una paradas que solermos hacer, ¿QUIEN PARA EL MOTOR?Respuesta: Nadie.¿os imaginais, a nivel mundial, y en un año, qué cantidad de combustible supone esto? es cuestión de hacer unos números, aunque sean numeros groseros, así, a ojo, pero se me antoja que saldrá una cifra de auténtico escándalo.Y esto es porque parar un motor de explosión para unos segundos y volverlo a arrancar, no es rentable. Pero en un motor eléctrico la cosa es absolutamente distinta. No hay ningún problema en dejar un motor eléctrico parado, con consumo cero. Simplemente, no se le envía tensión. Cuando luego la situación que nos ha hecho parar termina, se le envía tensión, y a funcionar.Menudo ahorro a nivel mundial con esta «chorrada».Otra cosa buena del motor eléctrico:Para poner un coche desde cero a una velocidad determinada, hay que invertir una energía, eso está claro. Después, si necesitamos detener el coche (cosa que ocurre en ciudad cada 2 x 3), esa energía hay que quitársela frenando. Aquí, el coche con motor de explosión vuelve a tomar otro camino respecto al coche de motor eléctrico con ventaja, otra vez, para el motor eléctrico:Un motor eléctrico es una máquina reversible, de manera que si le proporcionamos electricidad nos da movimiento, y viceversa, si le proporcionamos movimiento nos dá….electricidad. Estupendo. En lugar de convertir la energía cinética del coche en calentar pastillas y discos de frenos, actuamos sobre los motores eléctricos, que nos darán electricidad, que inyectaremos sobre las baterías, aumentando así la autonomía. Y no sólo en las frenadas, también en las cuestas abajo. Es decir, basta con que pisemos el freno y las baterias comienzan a cargarse. Esto, ni que decir tiene, ocurre sin intervención del que conduce, pues se hace de forma automática y el conductor no tiene que realizar ninguna acción. Por supuesto no pretendo que este sistema sea eficiente 100% (ningun sistema lo es) así que no sugiero que la batería nunca se acabe, pero lo que si hace este sistema es aumentar la autonomía por autogeneración eléctrica en las retenciones y las frenadas.Que yo sepa, en un coche con motor de explosión, cuando frenamos, los discos no producen gasolina ni gasoil, ¡¡y eso sería el equivalente a lo que hace el motor eléctrico!! Lo que hace un coche con motor de explosión al frenar es convertir esa preciosa energía cinética del coche en inútil calor en las pastillas y los discos de los frenos.Otra consecuencia de esto es: menor desgaste de pastillas y discos, porque un coche electrico también tendría frenos convencionales de pastillas y discos para frenadas de emergencia, pero las emergencias, -afortunadamente- son pocas. La mayoría de las veces serían frenadas normales -de servicio- que pueden acometer perfectamente los mismos motores funcionando en configuración inversa: como generadores cargando baterías.Más aún.En un coche con motor eléctrico no hay embrague, ni caja de cambios, ni diferencial: No hacen falta. Esto dota al coche eléctrico de nuevas ventajas: Menor coste, menor peso, mas capacidad de carga, menos ruido, mas fiabilidad: menos componentes, menos averias. En verdad, el coche eléctrico es de una simplicidad y fiabilidad impresionante.El embrague ya sabemos que es el dispositivo que «engancha o desengancha» el motor con respecto a las ruedas motrices. Esto es debido a que un motor de explosión no se puede regular desde cero. El motor tiene unas revoluciones mínimas que llamamos «ralentí». Si arrancamos el coche con una marcha puesta y sin desembragar, el coche dará «saltos». Además, el embrague hace falta para cambiar de marchas.Nada de eso le pasa al motor eléctrico que no tiene «ralentí». Puede regularse su velocidad de giro desde CERO, por lo que al aplicarle tensión al motor eléctrico, éste comenzará a mover al coche suavemente, sin trompicones ni saltos. Por supuesto, si le damos «caña», el motor electrico hará que el coche salga rápido, dependiendo de la potencia del vehículo. Un coche con motor eléctrico no se «cala» jamás. Un motor eléctrico no se «cala».La caja de cambios tampoco es necesaria. En un coche con motor de explosión es necesaria, porque se presenta un dilema a la hora de dirigir la fuerza a las ruedas. ¿que relación de multiplicación usar? si se usa una relación grande, el coche saldrá con fuerza, pero no tendrá mucha velocidad. Si se usa una relación pequeña, el coche apenas tiene fuerza para salir, y no digamos subir cuestas. La solución a este problema que supuso un verdadero quebradero de cabeza para los primeros fabricantes de automóviles fue la «caja de cambios». A medida que el coche ganaba velocidad partía de una situación mejor para disminuir la relación de multiplicación consiguiendo así mayores velocidades.Un motor eléctrico no necesita de estas complicaciones, pues con las técnicas de gobierno de motores de CC. se puede «jugar» manejando Tensión e Intensidad de corriente obteniendo pares elevados cuando hay que arrancar o subir cuestas, o pares menos elevados pero a más velocidad cuando hay que andar rápido por carretera o autopista.El diferencial es otro chisme ajeno a un coche eléctrico. La razón de ser del diferencial es que un vehículo para que sea fiable tiene que tener tracción como mínimo, a dos ruedas. Por lo tanto, el eje que une esas dos ruedas ha de ser un eje rígido y solidario a ambas ruedas. Esto creaba un grave problema que también atormentó a los fabricantes de automóviles: Cuando un coche toma una curva, la rueda del interior de la curva recorre una distancia más corta que la rueda exterior, lo que unido al hecho de que el eje que une a ambas ruedas es solidario, pues producía un efecto derrape en las curvas incluso a bajas velocidades. Cuanto más cerrada era la curva, mas acusado era este efecto. A velocidades mayores una curva representaba tortazo seguro.El trabajo que hace el diferencial es doble: Por un lado permite que la tracción se envíe a dos ruedas, pero por otro lado permite que cada rueda gire libremente a su velocidad si el coche entra en una curva.El diferencial tiene también otra función importante: Si por un bache o por la causa que sea una de las ruedas motrices se levanta del suelo y la otra rueda motriz no, puede producirse un derrapaje, pues el coche está siendo empujado lateralmente ya que sólo una rueda trabaja. El diferencial evita esto, pues cuando «detecta» que una rueda no está haciendo trabajo, también deja de enviar motricidad a la otra rueda, y esto se mantiene así durante el tiempo que una rueda esté en el aire.El diferencial produce un curioso efecto que podeis comprobar cuando tengais el coche en el taller, en el elevador. Si está en punto muerto y sin freno, moved una rueda motriz con la mano. Vereis que la otra gira en sentido contrario. Eso lo hace también el diferencialEn un coche con motor eléctrico no es necesario diferencial porque las ruedas no van unidas con ningún eje, ni solidario ni no solidario. Cada rueda lleva su motor. Y la función de evitar que el coche patine si una rueda pierde contacto con el suelo se puede implementar por control electrónico, pues la alimentación de los motores eléctricos está gobernada por un microprocesador.La supresión de tantos mecanismos: Ejes, embrague, caja de cambios, diferencial (con su planetario de engranajes) hace que la eficiencia de los motores eléctricos suba como la espuma. Es sabido que cualquier dispositivo tipo correa, cadena, engranaje, eje cardan, juntas universales homocinéticas (para tracción delantera) etc, representan unas importantes pérdidas de eficiencia. Un motor de explosión tiene que pasar por todos los mecanismos antes citados hasta llegar a las ruedas motrices.Un motor eléctrico, acoplado directamente a la rueda, sin pasar por ninguno de los mecanismos anteriores, vé su fuerza aplicada a la rueda sin mermas, sin pérdidas. Puede parecer un asunto baladí, pero esto representa un gran salto en la eficiencia energética, y por tanto, al ahorro energético también.Otra ventaja:Si se le pone un techo con paneles solares, un coche con motor eléctrico puede obtener energía extra que con toda seguridad no darán para todo el consumo, pero «algo harán». Lo bueno es que estarían cargando en todo momento: tanto cuando el coche circula como cuando está estacionado. Al menos de día. No me refiero a poner una enorme y horrible cubierta buscando el máximo de captación solar a costa de que el coche parezca un OVNI, sino a unos paneles integrados a la estética del coche, aunque sean del tamaño sólo del techo.Para terminar,Un coche con motor de explosión tiene un mantenimiento que ya, ya….Por decir una simple cosa, el cambio de aceite. ¿que aceite se le pone a un motor eléctrico? reglaje de inyectores, bujías (el que las lleve), correas, cadenas, tubos de escape corroidos y los catalizadores, motor de arranque, el dichoso embrague, la caja de cambios, el sinfín de anexos y bombas de agua, combustible, aceite, los filtros de aire, agua, combustible, manguitos, calentadores, carburadores, turbos, pistones, segmentos y camisas que sufren con las condiciones infernales de funcionamiento,Parece que odio los coches actuales, y no es así. Yo he tenido varios, tengo uno actualmente, y hasta les coges cariño. Pero quería decir las ventajas del coche eléctrico. Y me he quedado a gusto.Barato, fiable, silencioso, suave, sencillo, sin humos, sin apenas averías, poco mantenimiento, ecologico, manejable, ……¿quien da mas?

    13 octubre 2009 | 22:10

  5. Dice ser antonio larrosa

    erre: He leído atentamente su comentario sobre el coche eléctrico y la verdad es que no le he visto ninguna relación con este rincón poético ,pero es fantástico, le felicito ha hecho una soberbia exposición de esta clase de vehículos que deseando estoy de comprar uno, en cuanto el Ayuntamiento de Barcelona nos haga sitios donde aparcar, pues los está eliminando todos sistematicamente, y no es por nada pero en mi barrio una plaza vale unos siete millones de pesetas ,42000 euros, y claro los jubilados no podemos gastar más en la paja que en el burro. De todas formas , gracias por su estupendo informe aunque no este en verso.Clica sobre mi nombre

    14 octubre 2009 | 12:12

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