‘Europa’, de Kurt Tucholsky (1890 – 1935)

En el Rin hacen un vino abocado…

pero a Inglaterra no puede ser exportado…

Buy British!

En Viena hay magníficos pasteles y tortas,

pero Suecia les ha cerrado sus puertas.

Köp svenska varor!

En Italia se estropean las naranjas…

¡La agricultura alemana aumenta sus ganancias!

¡Alemanes, comprad limones alemanes!

Y en cada espacio de un kilómetro cuadrado

un sueño de nacionalidad ha cuajado.

Y suave susurra el viento entre los árboles…

Los espacios no son más que ilusiones.

Ahí está Europa. ¿Su aspecto exterior?

El de un manicomio multicolor.

Para batir el récord trabajan en cada nación.

¡Exportación! ¡Exportación!

¡Los otros! ¡Que compren los otros!

¡Los otros se han de beber los buenos vinos!

¡Los otros han de fletar los buques!

¡Los otros han de consumir el carbón!

¿Nosotros?

Aduana, licencia de importación, línea divisoria:

No dejamos entrar ni la cosa más irrisoria.

Nosotros no. Nosotros tenemos un ideal:

pasamos hambre. Pero pensamos en nacional.

Himnos y banderas en cualquier lugar.

¿Europa? ¡Europa ya puede reventar!

Y aunque la quiebra amenace:

¡la nación es lo más importante!

De las personas se puede prescindir.

¡Inglaterra, Polonia, Italia han de persistir!

El Estado nos devora. Un fantasma. Una noción.

El Estado ejerce una gran seducción.

Es algo que se eleva hasta el cielo…

La Iglesia podría copiar el modelo.

Todos debemos comprar. Nadie puede comprar.

Las piras nacionalistas empiezan a humear.

Llamean fuegos nacionalistas rituales.

¡El sentido de la vida son los aranceles!

¡Que el cielo sea el síndico de nuestra quiebra!

Los tiempos modernos bailan al son de la Edad Media.

¡La nación es el octavo sacramento!

¡Que Dios bendiga este continente!

Ateo, burlón, crítico con la socialdemocracia de postín, antimilitarista, antiretórico y antipatriota, enemigo del periodismo grandilocuente… Todas esas cualidades adornaban a Kurt Tucholsky, escritor berlinés que ejercicio su profesión en el convulso periodo de entreguerras.

Perseguido por los nazis, huyó de Alemania y se refugió en Suecia. Allí se suicidó en 1935. Sus artículos, y sobretodo sus canciones de cabaret, son todavía hoy una defensa efectiva contra la seriedad. ‘Europa‘ es un canto al europeísmo escrito varias décadas antes de la creación de la CEE y una burla feroz del nacionalismo que emponzoñaba el continente.

Aquí, un poema de Tucholsky interpretado por Ernst Busch, cantante y actor alemán que puso voz a muchas de sus canciones:

Seleccionado y comentado por Nacho Segurado.









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