No sé si os acordáis de lo que os dije ayer: que la gala prometía emoción. Y vaya si la tuvo. Un montón de emociones (pena, miedo, sorpresa…)
Llevamos ocho galas y esta ha sido de las más flojas, pero sin horrores divertidos como las de antes. Lo peor es que OT se ha instalado en la mediocridad, de la que sólo se salvaron anoche Sandra y Chipper.
El resto, fue un horror. Y un error. Como que el calvo del jurado tuviera el valor de decirle a Manu (favorito del público) que había estado maravilloso cuando su actuación fue horrenda. O que él mismo salvara a Iván de la quema diciéndole que había estado bien -¡qué barbaridad!
Y lo más dramático es que estamos llegando a un punto de aburrimiento absoluto. E incluso de algo peor: de desprecio. Estoy totalmente de acuerdo con Risto cuando le dijo a Virginia (nominada esta semana junto con Tania), que lo mejor que le puede pasar es salir de ahí YA.
Es verdad. OT ya no es un concurso de cantantes. Es una tumba de talentos, un casting de grandeshermanosvip.
… y un sitio del que ha salido alguien como Bustamante, que demostró en su actuación en directo de ayer las ventajas de que el público conozca su canción. Menos mal. Y mira que me acabó gustando en OT1, pero ayer estuvo FATAL.
Lo siento, pero hoy estoy de bajón. Con deciros que esta noche he soñado que Chipper iba a Eurovisión el año que viene y cantaba el Chiki Chiki con su acento. A mí, los de 20minutos me va a tener que pagar una clínica de reposo cuando acabe OT. No os digo más…
… bueno, sí. Esta tarde os digo más.
Un besazo enorme.
Tania y Virginia nominadas. Lo que son un huevo y una castaña.
(Hasta luego).