Tengo que deciros que la gala de anoche fue de lo peorcito que he visto en mi larga trayectoria de fanática de OT. Que me he acordado de cuándo veía con mis mejores amigas OT1 y organizábamos pijama parties. Que nos emocionábamos con cada actuación de Rosa, con el dúo de Bisbal y Chenoa la noche después de que se hubieran liado. Tan fuerte que las tabletas de chocolate se nos hacían Nocilla de la tensión.
Anoche eché tanto de menos aquellos tiempos, cuando se nos ponían los pelos de punta.
Claro, que es verdad que anoche nos pasó lo mismo. Pero por otras razones. Por el horror. Menos mal que el aburrimiento nos devolvió el vello a su sitio.
Cero emoción. Desafines salvajes por parte de TODOS -menos mi Manu, que es favorito esta semana, Pablo, Chipper y Noelia. Ni siquiera Reke, que se salvó, estuvo a la altura de lo que esperaba de él en la que podía ser su última vez -un desmelene en plan travesti en un bar de carretera de la carretera de Andalucía. Y Ros, que se fue, no pasó de lo correctito.
Aunque os digo una cosa: si en vez de actuar los primeros, la pareja de nominados hubieran cantado los últimos, me hubiese puesto a llorar de ilusión y a arrodillarme ante ellos por habernos salvado la noche de tanto horror (insisto en que saco del espanto a Manu, a Pablo, a Noelia y a Chipper).
A este paso, lo único decente del programa van a ser las opiniones de Risto que coinciden casi siempre lo que pensamos mis comentaristas y yo, Aunque va más lejos. Llamar el programa de ayer «El Diario de Jesús» es brillante. Y una verdad como un templo barroco. Que si un sorteo para ver quién se lleva a su perro a la Academia, quién merienda con su madre (qué pereza), quién se puede reunir con su pareja unas hora a solas (que justamente ganó Pablo, que fue quien lo pidió)… qué mal huele todo.
¿Y las canciones? ¿Es que esta Otilia no habla de las canciones de anoche? NO. Si las recuerdo, entro en shock.
Qué gala
qué nochecita
qué horrOT
Buenos días a todos. Si es que habéis sobrevivido al espanto…