La inteligencia del ser humanoes la capacidad que tiene para adaptarse a la realidad.Xavier Zubiri, filósofo. (San Sebastián, 1889 - Madrid, 1983)

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Manual para coger un taxi

Antes de nada, quien vaya a coger un taxi en el zoco de Tánger ha de saber que aquí no caben dudas ni tener vergüenza; ni ese orden occidental… sirve tampoco aquí; ni, por supuesto, los escrúpulos. Aquí cada uno va a lo suyo y se las apaña como puede. ¡Hay que ser valiente y decidido para coger un taxi en el zoco! Si el cliente tiene miedo a los empollones, a recibir o a dar algún que otro codazo, o no acepta que le birlen el taxi delante de sus narices, que se olvide…; ya puede irse andando a casa. Tampoco ha de avergonzarse del ridículo que hará corriendo como un tonto por la plaza de un lado para otro, con dos bolsas negras de plástico en la mano, mientras los nativos le levantan un taxi tras otro.

A la plaza que hay delante de la medina de Tánger (El Zoco Grande), desembocan taxis por tres calles. Pero no guardan un orden, no; ni hay señal alguna que indique la parada, ni tienen disciplina los taxistas para ponerse uno tras otro y hacer cola. Cada cual va aquí a lo suyo, por donde quiere; campo a través, como se suele decir.

Y el cliente se ubica donde le parece —da lo mismo que sea una mujer con niños o un anciano— y empieza a otear y a mirar por el rabillo del ojo a ver por dónde llega el próximo taxi. A veces aparecen tres o cuatro de golpe… Pero ya hay unos cuantos listos, más ágiles que tú, que los abordan antes… Así puedes tirarte media hora, una hora si hace falta. “Tranquilo, hombre, tranquilo, tú sigue esperando…”, te dice el consejero/gracioso de turno que siempre aparece por allí. Eso sí, nadie se enfada.

El colmo del despropósito es cuando acude algún intermediario dispuesto a resolver cualquier conflicto. Entonces se acerca a los taxistas y trata de convencerles de que te lleven a ti. Luego, claro está, te pide la propina. Mientras tanto el guardia toca el pito para avisar de que está allí, se pasea, y ¡tan feliz! ¡Así de hermoso es Tánger!

Y otra cosa buena que tiene este sistema de Marruecos es que los taxis se comparten y, por el mismo precio —además de llevarte a tu destino—, puede darte un paseo por la ciudad. En fin, también tiene sus ventajas coger un taxi así.