Empieza el año y el mundo sigue igual de estúpido. Igual de revuelto. Igual de triste. Igual de confuso. Igual de agresivo. Igual de envidioso… Y a rebosar de gente con mala uva.

En Cataluña, por ejemplo, bajan estos días las aguas turbias por culpa de un video “inocente” (dicen) (o no tan inocente, quién sabe) que Convergencia i Unió ha elaborado para ir “calentando motores” con vistas a la próxima campaña electoral.

El diputado socialista, de origen tangerino, Mohammed Chaib, denuncia que en el video, entre otras cosas, aparece un periódico en el que se lee este titular: “Un magrebí no quiere que su hija de 7 años haga gimnasia en la escuela”. Y esto le da pie al diputado para acusar a los nacionalistas catalanes de “xenófobos, antimusulmanes, antimagrebíes, irrespetuosos, amargados», etcétera. ¡Qué sé yo de cuantas cosas les acusa! Para concluir que en CiU, con este video, evidentemente, “no están a favor de la integración de los musulmanes” sino que está empujándolos a la exclusión.

Hilar usted muy fino, señor Chaib, cuando colige del citado titular casi un tratado político. Y no es que yo defienda a los nacionalistas catalanes, no, ¡líbreme dios!, pero tampoco es para cabrearse tanto por una frase que no es más que un reflejo de algo que ha ocurrido y que seguirá ocurriendo, probablemente.

Se explaya el diputado Chaib en su web y resaltar “lo malo” del video de la formación catalanista. Y va y les acusa de ser “unos amargados” por “no haberlo hecho bien” cuando gobernaban. “Si éste es el camino de CiU para hacer que la inmigración tenga un sentimiento de pertenencia a nuestro país estamos completamente perdidos», concluye.

Bueno, el que esté libre de culpa —incluido el diputado Chaib— que tire la primera piedra. Es decir, ¿quién no ha tenido un desliz, quién no defiende lo suyo, quién no mira al otro por el rabillo del ojo por si acaso? Los que vivimos en Marruecos observamos a diario como los habitantes del norte ponen a escurrir a los del sur y viceversa… Y entre los españoles, qué decir. ¡Si sólo nos falta sacarnos los ojos unos a otros!

Lo que fastidia es que la energía la gastemos en criticar un titular.