España es un país de pocos emprendedores. No fabrica. Cada vez inventa menos. Está yermo de aventureros. Los que hay, hacen las maletas. El paro ha venido a agravar el problema. Lo malo a corto plazo son los casi 5 millones de parados. Y la verdadera amenaza a medio plazo es que se instale para siempre la filosofía de ‘pies quietos’, por el miedo que recorre las espinas dorsales de los desempleados, pero también la de los empleados. O la médula de los estudiantes que buscan un futuro cálido, acogotados por el temor a que la caprichosa varita del paro les roce: de ahí que haya una legión de jóvenes que desde 2008 se refugian en academias de oposición como un puerto donde reparar sus cascos, que aún no se han estrenado en el mar.
Dicen que las crisis son las piscifactorías de movimientos creativos, de emprendedores, ideas, de renovación moral. Yo creo que es todo lo contrario: son unas orejeras que te señalan un único camino, el de la seguridad, que es uno de los impulsos humanos más antiguos, dejando en sombra el paisaje de las ambiciones, las ideas locas, los proyectos arriesgados y las pulsiones. Es la seguridad económica la que nos da libertad. Para montar un negocio o meterte en un lío. Es la que te permite fracasar. La necesidad de un salario está reñida con asumir riesgos. La necesidad imperiosa de seguridad está casada con la resignación.
Es tiempo de llegar a fin de mes. Pero quiero recordar las palabras del estadista americano Dean Alfange, que el actor Peter O’Toole recitaba de corrido cada vez que los vapores del bourbon le refrescaban la memoria:
Opto por no ser un hombre común…, es mi derecho ser singular, si puedo… Busco la oportunidad, no la seguridad… Quiero correr el riesgo intencionado; soñar y construir, fracasar y triunfar…, negarme a cambiar el incentivo por un nimio subsidio… Prefiero los retos de la vida a la existencia asegurada, la emoción de realizar una ambición a la calma sosa de la utopía.
No pretende ser una solución, incluso leído aquí y ahora parece trasnochado. Es solo un recordatorio, para que no se te quiten las ganas de tener ganas.
Sígueme en twitter (si te apetece) @raquelejerique
El discurso es muy bueno , pero miras en los puertos deportivos y ves el yate del concejal y en el aeropuerto, el cochazo Ferrari del alcalde junto a su avión privado y te pones a pensar que no hay que romperse las neuronas que lo mejor es medrar.
Clica sobre mi nombre
12 diciembre 2011 | 00:18
Los desempleados no tienen nada que perder, los que aún conservan su empleo no tienen nada que ganar. Estamos formando ingenieros para exportarlos a Europa, necia inversión, aqui con que nos quedamos, con el folclore y arreglar el mundo desde la barra de un bar, triste futuro…
http://www.resistencia-libertad.blogspot.com
12 diciembre 2011 | 01:52
Porque la crisis es precisamente eso. Un punto y a parte. Si se planteara como un punto y final se incentivaría a escribir el prólogo del próximo libro.
http://tortillismocasero.com/
12 diciembre 2011 | 07:18
Buen gráfico. Muy real.
El confort no genera anécdotas, las aventuras sí. El confort tampoco lleva a probar nada nuevo…
12 diciembre 2011 | 08:41
Paran da estoy de acuerdo que España es un país de poco emprendedores, igual ahora estamos pasando un momento de sequía, pero si revisas la historia, de lo ultimo que se nos puede acusar es de poco aventureros
Las hipoteca, hijos, colegios, abuelos,seguros varios,etc,etc.nos devuelve e la realidad.
De acuerdo contigo Raquel, en que estamos abocados a iniciar nuevos proyectos.
12 diciembre 2011 | 10:36
Ser valiente no es «misión imposible».. pero deberíamos empezar por no preocuparnos tanto por ser hombres y mujeres «comunes»..
12 diciembre 2011 | 22:23
España es un pais de vagos.
http://moduszeta.blogspot.com/
13 diciembre 2011 | 05:46
Los que tienen familias que mantener no pueden, aunque quieran, arriesgarse.
Los jovenes que son mantenidos por sus padres son los que pueden.
Es una pena que lo unico que hagan sea emborracharse y poco más…
13 diciembre 2011 | 12:33
Está claro, para vivir la vida hay que escapar de lo cómodo y lo seguro, la llamada zona de confort. Es un poco como ligar, en el rincón del bar donde estás a gusto no te molestan, pero tampoco te llevas chicas bonitas. Hay que ir a la batalla y pelear.
Todos los secretos para seducir mujeres clickando sobre mi nombre. Hoy un especial sobre el desamor.
13 diciembre 2011 | 13:42
El inmovilismo español es cultural. Durante generaciones, hemos usado, y pasado el relevo, del tópico de que “no se puede hacer nada”.
El pesimismo, el escepticismo, el fatalismo españoles (que los occidentales tachaban de ser un defecto “oriental”) son una pose cultural que se paga muy caro, tanto a nivel colectivo como a nivel individual.
El miedo a hacer algo diferente a lo que hace la mayoría nos lastra. Y, como está demostrando la realidad, ¡las mayorías se equivocan!
Desde niño, educamos al ciudadano, ya en el seno de la familia, a que siga la corriente, le enseñamos que él es tonto, que sus iniciativas son chorradas, que la curiosidad no vale para nada, que estudiar no vale la pena, que no sueñe, que no luche, que se preocupe por ser aceptado por los demás, que lo importante es la imagen, etc.
Así tenemos una sociedad formada por gente cobarde, simple, rastrera, ignorante, inmadura y manipulable. Lo hemos hecho de puta madre.
13 diciembre 2011 | 14:43
» Mire Vd. ya saben la famosa frase que inventen ellos.»
Sin duda somos un Pais muy dado a no inventar nada y con unos sesgados tintes de pasotismo en todo lo que se refiere a nuestro devenir cultural e industrial.
Y uno se pregunta a que se debe esto, modestamente creo que el problema viene desde el colegio es decir hay una poca motividad para que los alumnos pasen a ser empresarios y sobre todo que sean gente formada y con una tecologia suficiente para quedarse en España.
Nuestro alumnado es uno de los peores de Europa con notas bajasimas y con males endemicos que nos aquejan hace años, y todo esto hace que seamos caldo de cultivo para tener un panorama desolador.
España necesita juventud preparada que salga con tecnologia punta y que palie el deficit importador que tenemos,
Y esto solo se consigue con una buena planificaciòn desde la Universidad para que haya tejido industrial y sobre todo que se corte la sangria de jovenes que tienen que emigrar para poder ejercitarse en el tema de la innovaciòn y la tecnologia punta.-
13 diciembre 2011 | 17:51
Curioso.
El afilador que sigue viniendo por casa con su Mobilette y su silbido tan paculiar, es Don Rafael, nos hace saltar con sonrisa cuando su reclamo nos recuerda cosas que están grabadas en nuestras mentes, como lo más antiguo que conocemos de nuestra cultura, que perpetuamente espero sea así, como el Cola Cao, el turrón, los churros, la copita de Cava, ropa nueva para los puentes, y un sinfin de cosas que son la base de la vida, nuestros orígenes.
Quien no ha ído a una herrería alguna vez, para recoger el pie de una maceta, a un zapatero, a una costurera, a un garage donde te arreglaban tus piezas y que es diferente de cambiarlas por otras.
Don Rafael es un ingeniero, se gana la vida con sus manos y pocas herramientas, y no necesita la especulación bursátil, ni encuestas de marketing. Su pensión será su trabajo ya que es también gran parte de su vida, y que dure mucho tiempo pues lo echamos de menos si está malillo, aunque por Navidades se viene arriba y viene por su aguinaldo que no es más que una copita de aguardiente o lo que le quieras dar por su buen intencionada tarjetita con un mensje sincero. Nos cuenta un chiste y nos agradece que seamos su clientela.
Igual que nuestro carnicero, pescadero, frutero, y llevamos los cupones de la lotería repartidos entre los vecinos,guardados ya de ante mano. La felicidad es algo que no vale dinero si apreciamos otras cosas que las han relegado a segundo plano por la ansiedad de tener.
Quizás sea que las metas de la aspiración son demasiado altas y rápidas como para confundirnos en lo que es seguridad. Hay que saber andar antes de correr. Enseñanza taller junto con el Bachiller de forma simultanea, porque todos no vamos a ser médicos.
Un saludo, gracias por su buen artículo.
14 diciembre 2011 | 19:23