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Conocía a B.B. King, pero no las BB creams

a00479334 7280Mi amiga Charo mencionó el otro día las BB creams y pensé que hablaba de B.B. King, el rey del blues, que falleció el pasado 14 de mayo a los 89 años.

Tras el lógico ataque de risa de ambos, me contó que estas cremas son maravillosas, que causaron furor en Corea y se propagaron por toda Asia antes de llegar a Europa, que hay de distintos tipos y que las dos bes responden a Blemish Balm, Beauty Balm o Beblesh Balm.

Decía Charo que la característica principal de estas cremas es su polivalencia, porque reúnen en un único producto varios tipos de cremas que actúan de diferente manera y que están indicadas para proteger los poros de la piel, prevenir manchas, brillos, arrugas; para hidratar, dar luminosidad a la piel e incluso proteger del sol.

Y ojo, que también hay CC creams, que aseguran en su etiquetado que son más parecidas a los maquillajes y que van aún más allá que la BB, pues dicen que ofrecen mayor cobertura y unifican y corrigen tonos.

El caso es que algunas de estas cremas ofertan hasta diez beneficios para la piel en un solo envase. Así que empezó a interesarme el tema y, como siempre, me informé, y lo hice en la web de la OCU, que tiene muy buenos expertos en estas materias.

Pero en la OCU han analizado las principales BB creams del mercado  y han comprobado que en cuanto a hidratación dejan bastante que desear y las califica sólo como aceptables. El efecto hidratante va mermando poco a poco y las 24 horas de hidratación que prometen algunas son una utopía. De hecho, tienen pocos ingredientes hidratantes.

Tampoco van bien para pieles secas, porque la mayoría contiene polvos a base de óxido de zinc, talco, silica, entre otros. Están más indicadas, si acaso, para pieles mixtas o grasas. De hecho, en algunas cremas se menciona que si tienes la piel seca, te apliques antes una mascarilla. Lo cual se me antoja que es ya demasiada pringue.

Las BB creams también llevan siliconas y algunas hasta protector solar, con factores de protección del 15 al 30. Suelen incluir filtros para los rayos UV de tipo B casi todas, y muy pocas de tipo A. Pero para protegerte del sol, no hay que recurrir a las cremas BB, sino a las cremas solares específicas.

Y como con todos los productos, hay cremas mejores y peores. En general, estas cremas llevan conservantes, como los parabenos, y algunos están muy desaconsejados, así que recela de las BB que los lleven.

Ojo también a si tienen fragancias, pues muchas causan alergias y los perfumes, además, son innecesarios en este tipo de producto.

En cuanto a los precios, van desde los 4,95 euros de la crema BB Deliplus hasta los 25 de la Olay.

En la OCU creen que estas cremas son bastante prescindibles y tienen demasiados reclamos que no se ajustan a la realidad. Son poco hidratantes y no sirven para proteger del sol. Así que recomiendan las cremas hidratantes y las solares para cada uso, y no apostar por una crema que promete solucionártelo todo y después se queda en muy poco.

Así que, amiga Charo, igual haces una inversión más gratificante si en lugar de comprarte una BB cream, te compras algún disco de B.B. King. No hidratará tu piel pero tal vez te la ponga de gallina.

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* Fotos: GTRES

No te olvides nunca de la crema solar (y trátala bien)

a00463568 1574Exponerse al sol sin una buena protección puede ser peligroso, sobre todo si tu piel es de por sí delicada. Pero hay quienes pasan por completo de las cremas solares, y eso les convierte en blanco de los rayos y de sus posibles efectos nocivos.

Las cremas solares deben usarse siempre si uno va a estar expuesto al sol, y no digamos si se va a ir a la playa o de excursión. Cuanta más protección, mejor. Es mejor ponerse menos moreno o tardar más en hacerlo que convertirse en un cangrejo.

No es excusa que sean caras, porque hay de todo y no siempre las que más cuestan son las mejores. Lo que sí se debe tener en cuenta es que si ‘te olvidas’ de comprarla, adquirirla en la playa te puede suponer gastarte el doble e incluso el triple. Así que acude a una gran superficie y prevé su compra antes de que la necesites realmente.

Después, no lo dejes por cualquier sitio para que se estropee y tengas que comprarte otra. Vale que las cremas solares sólo suelen usarse en determinadas fechas del año, pero es mejor conservarla bien y durará mucho tiempo. Lo que está claro es que van perdiendo eficacia con el tiempo, pero sus envases suelen indicar el plazo de utilización. Por ejemplo, 12M significa que ofrece protección al menos durante un año.

Para conservarlas bien, debe cerrarse la tapa por completo, pues de lo contrario será fácil que se seque y que acumule microorganismos.

a00445569 1185Cuando se lleva encima, la crema debe guardarse dentro de un bolso, mochila o similar, pues la luz directa y el calor de los rayos solares no favorecen en absoluto su conservación.

En casa, debe guardarse en un lugar seco y alejado de la luz. Lo más habitual es hacerlo en el cuarto de baño, y ese lugar no es aconsejable por la humedad.
Si la crema huele raro, tiene un aspecto diferente a cuando se abrió o una textura distinta, lo mejor es tirarla y no exponerse a que no haga efecto o haga alguno no deseado. Y si te la has aplicado y ves que no hace efecto, obviamente, lo mismo.

La cantidad recomendada para todo el cuerpo es de 35 gramos cada dos horas, y recuerda que, aunque algunas cremas soportan el agua, es mejor volver a aplicársela después de cada baño.

Una de cada seis personas acaba desarrollando a lo largo de su vida algún tipo de cáncer de piel, y el sol es culpable de buena parte de ellos. Así que no te tomes estos consejos a la ligera.

Las grandes superficies son los establecimientos en los que la OCU ha comprobado que estas cremas son más baratas y las parafarmacias y los aledaños de las playas donde son más caras. Así que no te olvides de comprarlas con tiempo.

 

La idea es no acabar así.

La idea es no acabar así.

* Fotos: GTRES.

Cómo tratar una quemadura

Hay muchas prácticas cotidianas que conllevan el riesgo de quemarse, como cocinar o planchar, sin ir más lejos. Y también hay muchas falsas creencias  sobre cómo tratar esas quemaduras,  que deben ser valoradas en una escala de leve a muy grave.

La gravedad de una quemadura depende de su extensión y profundidad, y ésta última se mide en una escala de leve, grave y muy grave.

Si la quemadura es aparatosa a simple vista, lo mejor es acudir directamente al médico, y si la zona quemada es la cara, las manos, los pies, articulaciones, vías respiratorias o genitales, lo mismo: directamente al médico, como en el caso de sufrir una quemadura grave o muy grave.

Si la quemadura es leve, para tratarla lo primero que se debe hacer es enfriar la zona y huir de algunos consejos de Internet que mencionan la pasta de dientes como remedio universal, el aceite o las latas frías para aplicar en la zona e historias peregrinas diversas.

Lo primero, como decía, es enfriar la zona, y alejar al quemado de la fuente de calor. Mantener la quemadura bajo el agua tibia o fría durante unos veinte minutos es una buena opción, pero no se debe utilizar nunca el hielo o el agua helada.

Ojo con el agua si la quemadura la ha producido la cal viva, porque en ese caso habrá que sacudirla pero no mojarla, pues puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Si se ha quedado adherida a la quemadura algo de ropa que cobra la piel, salvo que esté pegada, no debe tocarse, pues podrían dañarse los tejidos corporales y causar mucho daño. En ese caso, mejor también ir al médico.

En cuanto a si, una vez tratada, deben cubrirse las quemaduras, depende. Si la quemadura es pequeña y superficial y no afecta a una zona sensible, no es necesario taparla. Si es más grave, debe cubrirse con alguna tela limpia y húmeda hasta que la vea un médico, teniendo en cuenta que el tejido no debe desprender hilos o pelusas.

Por último, tampoco se recomienda dar de comer o beber al quemado hasta que lo examine un especialista.

Siguiendo esta serie de consejos, tratar una quemadura puede ser mucho más fácil, aunque, ojo, el mejor consejo es tomar siempre precauciones para evitar quemarse.

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* Foto: GTRES

Tatuajes temporales peligrosos

a00450180 2570El verano pasado, mi prima María se hizo un tatuaje de henna en un puesto de la playa, uno de esos en principio inocentes tatus que duran varios días y se acaban quitando casi solos.

No se hará más. Las consecuencias de hacérselo le duraron varios días y tuvo que visitar el centro de salud del municipio donde estaba de vacaciones. Se le formaron unas enormes ampollas que requirieron de una intervención médica de urgencia.

María pensaba que era cosa de ella, que su piel, por lo que fuera, no toleraba esas en principio inocuas hennas naturales que se utilizan. Pero no, no era cosa de ella, sino de mucha más gente.

Claro que afecta cada tipo de piel, pero resulta que a mi prima no le hicieron el tatuaje con henna natural, sino con henna negra, que, después de informarme, he comprobado que contiene un colorante prohibido para la piel, que provoca alergías incluso graves, en la mayoría de los casos, además de aumentar el riesgo de alergias a los tintes capilares.

Esta henna negra es el resultado de añadirle a una henna natural colorantes químicos, como la p-fenilendiamina o PPD. Así el material se vuelve más oscuro, casi negro, y es más duradero que una henna natural, que es marrón o marrón verdosa.

Los riesgos  para la piel al ser tatuado temporalmente con henna negra son altos y las reacciones alérgicas cutáneas pueden ser graves y quienes se exponen pueden quedar sensibilizados permanentemente y el problema puede degenerar en un cuadro de dermatitis alérgica de contacto.

Además, la henna natural dura sobre la piel tres o cuatro días, pero la negra puede permanecer allí más de una semana.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) suele alertar sobre los riesgos del uso en la piel de la henna negra, sobre todo cuando se aproxima el verano, y desaconseja por completo la realización de tatuajes temporales con ella. Además, recomienda acudir inmediatamente al médico al primer síntoma de picores, ampollas o cualquier otro tipo de reacciones alérgicas, que pueden durar muchos días en el caso de la henna negra e incluso surgir semanas después de haberse eliminado el tatuaje.

Así que si quieres hacerte un tatuaje temporal de henna, comprueba que te lo hagan sólo con henna natural, de color marrón o marrón verdoso. Recela de la henna negra, que es mucho más oscura, y en general de cualquier tinte de estos de color negro intenso, porque no será natural. Ésta lleva químicos que pueden hacer mucho daño a tu piel.

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* Fotos: GTRES y Aemps

Las vitaminas no salen huyendo de los zumos

gtres_a00691023_001“Corre, tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas”. ¿Cuántas veces lo has oído?

En nuestro país es el de naranja el zumo estrella, aunque se consumen muchos otros: de melocotón, de uva, de granada… Y la mayoría tenemos grabada a fuego en la cabeza esa creencia que asegura que si no te lo tomas recién exprimido, el zumo pierde todas sus vitaminas.

Y no es cierto. La vitamina C, sobre todo, es soluble en agua y bastante sensible al calor, al oxígeno y a la luz del sol. Pero esto no quiere decir en absoluto que las vitaminas se pierdan al preparar el zumo, como la mayoría de la gente piensa.

Puede alterarse el contenido en vitaminas, pero únicamente si la bebida se calienta, algo que no se hace con los zumos. Si un zumo se calienta a 120 grados durante bastante rato, podrían destruirse hasta la mitad de sus vitaminas, pero ya digo que no suele ser el caso. ¿A quién le gusta un zumo caliente?

Es una de las numerosas falsas creencias que existen en torno a los zumos y a sus vitaminas. Pero hay más. Por ejemplo, existen multitud de ‘teorías’ de cómo pierden las vitaminas los zumos que son falsas.

Por ejemplo, para exprimir podemos utilizar perfectamente un exprimidor de acero inoxidable en lugar de uno de plástico, el zumo puede conservarse a temperatura ambiente sin problemas en lugar de en la nevera sin perder sus vitaminas, tampoco las pierde si se expone a la luz o si se deja el envase abierto y el zumo puede consumirse 24 horas después de haber sido exprimido sin que se altere su composición.

Es decir, puedes prepárate un zumo la noche anterior y tomarlo a la mañana siguiente sin que pierda vitaminas, quizá esté más amargo, eso sí, pero aportará los mismos nutrientes que recién hecho. Y si el agua queda abajo y la pulpa arriba, bastará con removerlo bien. Pero el zumo no habrá perdido vitaminas.

Los zumos son buenos para el sistema inmunitario, contribuyen a la formación del colágeno, a la buena salud de los huesos, las encías, la piel y los dientes, actúan contra la fatiga, mejoran la absorción de hierro… Están especialmente recomendados para mujeres durante el embarazo y la lactancia, para personas que sufran de estrés, para los fumadores y para las personas que consuman habitualmente alcohol.

Los zumos (la fruta en realidad) son fuente de energía, desde que los preparas hasta que los consumes. No te dejes guiar por las falsas creencias.
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* Fotos: GTRES

¿Cuánta sal debemos tomar?

a00449954 2344Los pocos caprichos que me doy como consumidor suele regalárselos a mi estómago, pues me gusta salir a comer, y sobre todo a cenar, siempre que tengo ocasión. Frecuento varios restaurantes y visito alguno nuevo cada cierto tiempo, y el otro día llegué a la conclusión de que todos los locales que visito tienen algo en común. Da igual si son restaurantes españoles, mexicanos, chinos o lo que sean: todos ellos utilizan poca sal para cocinar.

Provengo de una familia donde no se escatima la sal para cocinar. Es más, quizá se utiliza en exceso, y lo digo por el sabor, no entro de momento en si la sal es buena o mala. Y, claro, se nota.

Lo cierto es que la razón por la que en los establecimientos de hostelería se cocina actualmente con poca sal es porque se ha demonizado un tanto: aún no he oído a nadie decir que la sal es buena. Sin duda es por la mala fama que acumula en los últimos tiempos algo tan cotidiano en la alimentación como la sal. Pero, ¿ la sal es mala?

La sal es un nutriente indispensable para nuestro organismo, pero debe tomarse con moderación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que se consuman un mínimo de tres gramos al día y un máximo de cinco.

La cuestión es que, al menos los españoles, ingerimos prácticamente el doble de la dosis máxima aconsejada, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

Tomamos una media de cerca de 10 gramos al día de sal, proveniente casi siempre de alimentos procesados, como embutidos, comida rápida, conservas y platos preparados…

¿Y cuáles pueden ser las consecuencias de una ingesta excesiva y continuada de sal? Pues hay muchas, y ninguna buena. Se relaciona el exceso de sal con el aumento de la tensión arterial, aparición de ciertos tumores, agravamiento de la osteoporosis, accidentes cardiovasculares e incluso ictus.

El remedio parece fácil: primar la alimentación sana al exceso de sal. Pero no es tan fácil controlar las cantidades de sal en los alimentos.

En cualquier caso, nos ayudará limitar el consumo de embutidos curados, quesos, salazones de pescado, sopas o salsas.

Y un consejo básico que puede ir muy bien es, a la hora de cocinar, añadir la sal en el último momento, porque el guiso requerirá de menos cantidad de sal y la que eches aportará más sabor si se incorpora al final.

Utilizar hierbas aromáticas en lugar de sal o para reducir su consumo es otra buena opción, así como el limón, que puede hacer milagros a la hora de aportar sabor y dará a tus platos un toque diferente.

 

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* Foto: GTRES

Falsas creencias sobre los microondas

gtres_a0033843Existen multitud de falsas creencias sobre los microondas. Algunas están incluso ‘documentadas’ en forma de letrerito alarmista que recorre las redes sociales. Pero no por ello dejan de ser falsas. Que si sus ondas provocan cáncer, que si se modifica la composición de los alimentos, que si se escapan las microondas…

Lo cierto es que hace tres décadas los microondas no eran tan seguros como ahora. Pero de ahí a equipararlos con la silla eléctrica, como hemos leído en Internet, dista un mundo. La mayoría de los microondas que podemos encontrar desde hace años en las tiendas españolas son aparatos seguros que han pasado riguroso controles de calidad. Aunque alguno ha encontrado la OCU que no cumplía.

Nunca se ha probado que las microondas provenientes de un microondas provoquen cáncer, ni siquiera hace treinta años, aunque podamos encontrar en Internet multitud de presuntos estudios que así lo afirman.

Tampoco es cierto que los microondas modifiquen la composición de la comida, las radiaciones simplemente hacen vibrar las moléculas y así se calientan los alimentos, pero ni se modifican los átomos ni se convierte la comida en radiactiva.
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No olvidemos a los celíacos

galletasComo todos los 5 de mayo, este martes conmemoramos el Día Internacional del Celíaco. La celiaquía o enfermedad celíaca (EC) es una intolerancia permanente al gluten que padecen en España una de cada cien personas, pero que, pese a ello, sigue siendo una gran desconocida para buena parte de la población.

El organismo de los celíacos actúa frente al gluten como si se tratar de un elemento extraño a combatir, y no hay tratamiento para esta enfermedad. La única solución es dejar de tomar gluten, presente en el trigo, la avena, la cebada o el centeno, y en ese caso desaparecen los problemas.

De lo contrario, y aunque hay personas más sensibles que otras, el daño al intestino afecta a la absorción de nutrientes esenciales, como las vitaminas de los grupos B, A, D, E y K y minerales como el calcio, el hierro, el magnesio y el zinc.

Sus síntomas suelen ser de tipo digestivo: hinchazón abdominal, deposiciones blandas, diarrea crónica o estreñimiento. Aunque a veces los síntomas son incluso inapreciables, manifestándose únicamente en forma de pérdida de peso, cansancio, anemia, retraso en el crecimiento…

Lo que sí comparten todos los celíacos es una atrofia en el revestimiento interno de la parte superior del intestino delgado, concretamente en las vellosidades, responsables de las posibles alteraciones en la absorción de los nutrientes de los alimentos: proteínas, grasas, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas.
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La clave del pescado está en la variedad

gtres_a00592252_033Hablábamos en otra ocasión de que la presencia en el pescado de ese parásito llamado anisakis, presente en el 36% del pescado que se consume en España, echaba para atrás a muchos, que incluso habían dejado de tomarlo.

Hoy vamos a comentar otro problema habitual en algunos pescados que se venden en las pescaderías españolas, la presencia de mercurio en algunos de ellos.

La Agencia de Seguridad Alimentaria (Aesan)  ha alertado en numerosas ocasiones de la presencia de mercurio en diversas especies habituales en los mercados, un metal pesado que puede ser muy tóxico.

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Si eres vegetariano o vegano, que no te falte de nada

Ser vegetariano o vegano tiene partidarios y detractores. Al margen de polémicas que poco tienen que ver con la alimentación, seguir una dieta  vegetariana o vegana puede ser una opción saludable, siempre que no te falte de nada.

Hay muchas ideas preconcebidas sobre este tipo de dietas. Los detractores suelen recurrir al “ellos se lo pierden” y algunos activistas radicales del veganismo pretenden nada menos que se imponga sus criterios como pautas alimenticias universales. Ni una cosa ni la otra. El respeto debe ser un patrón básico en cualquier caso.

Se puede ser vegetariano o vegano si uno quiere, e incluso hay evidencias médicas que demuestran que quienes siguen una dieta vegetariana presentan menor incidencia de obesidad, hipertensión e incluso cáncer.

En cualquier caso, hay muchas pautas para afrontar el vegetarianismo y el veganismo. Están los semivegetarianos, que comen algo de carne y pescado al menos ocasionalmente; los ovolacteovegetarianos, que no comen ni carne ni pescado, pero sí derivados animales, como leche o huevos; los veganos, que no consumen nada de procedencia animal, ni siquiera miel; y los frugívoros, que únicamente consumen frutas frescas y desecadas, frutos secos y verduras de las que se recolecte sólo el fruto.
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