Ni libre ni ocupado Ni libre ni ocupado

Elegido Mejor Blog 2006.Ya lo dijo Descartes: ¡Taxi!, luego existo...

Entradas etiquetadas como ‘espaldas’

No te entiendo

Eran las tres de la madrugada y yo seguía currando: sorteando puntos y comas etílicos, trances techno, gritos, sirenas, euforias de asfalto, billetes arrugados y caras de poker.

Entonces me llamaste. En esos instantes estaba en plena Carretera de la Coruña, con un par de pijos imberbes detrás, dirección Las Rozas. Los dos dormían como troncos asidos a su botella interior.

Activé el manos libres:

– ¿Diga?

– Te necesito. Ven, por favor.

– ¿Ocurre algo? – te pregunté.

– Te echo mucho de menos. Eso es todo.

– En media hora estoy en tu casa.

– ¿No puede ser antes?

Aceleré hasta el mismo límite del absurdo legal, dejé a los pijos imberbes (aun dormidos) en sus respectivos adosados y apagué el taxímetro.

En apenas 20minutos ya me encontraba llamando a tu puerta.

– Hola – te dije.

Llevabas un pijama de hombre con apenas un par de botones abrochados y el lazo del pantalón deshecho por el sueño. Yo no tuve tiempo de quitarme la misma careta de imbécil de todas nuestras citas.

Sin mediar palabra te metiste en la cama. Yo me lo quité todo menos la careta y me tumbé a tu lado. Entonces te giraste y me diste la espalda.

– Buenas noches – fue tu respuesta.

Me acerqué y rodeé tu cuerpo con el brazo.

– Durmamos – volviste a decir apartándote de mi lado.

Diez segundos después ya estabas dormida. Yo, sin embargo, no pude pegar ojo en toda la noche.

A la mañana siguiente te despertaron mis besos en la nuca. Te desnudaste con torpeza e hicimos el amor sin ganas, con movimientos mecánicos, sin besos ni caricias ni miradas. Fingí correrme y en seguida te dije que me tenía que ir.

– Ok. Hablamos – me soltaste justo antes de regalarme otro bostezo.

Volví a mi taxi y me puse a dar vueltas, sin rumbo fijo, por un Madrid vacío y decrépito. Llovía lo justo.

Eres muy rara. Nunca te he entendido y si todo sigue como hasta ahora me temo que no llegaré a entenderte jamás. Eres fría, inaccesible. Me haces ser frío, frágil.

No puedo vivir sin ti.