Ni libre ni ocupado Ni libre ni ocupado

Elegido Mejor Blog 2006.Ya lo dijo Descartes: ¡Taxi!, luego existo...

Archivo de la categoría ‘Vox Populi’

Vox Populi (vigésimo segunda entraña)

Trayecto: Desde el Aeropuerto Madrid-Barajas hasta la calle López de Hoyos.

Descripción de la usuaria: 35 años, piel suave, ojos vivos con ojeras, cola de caballo y traje de chaqueta.

«Vivo con mi hijo y mi ex-marido. Nos separamos hace dos años y como ninguno de los dos se podía permitir irse de casa no nos quedó más remedio que compartirla, aunque en camas y habitaciones separadas. Mi hijo duerme conmigo y él, en la habitación de mi hijo. La convivencia, como comprenderás, cada día es más difícil: Estamos obligados a vernos todos los días, sin hablarnos ni nada. Y mi hijo, claro, en el medio.

Ahora vengo de Roma, de un congreso que ha celebrado mi empresa. Y me lo he pasado genial: Tengo un compañero de trabajo que siempre me hace sentir bien, me río mucho con él, fíjate, ¡con lo difícil que es hacerme reír en mi situación!; pues él, lo consigue. Y, claro, en este viaje pasó lo que tenía que pasar. El primer día en Roma salimos a cenar todos los compañeros y después de unas copas, vamos, lo típico, acabé en su habitación. Y la noche siguiente pasó lo mismo; y la siguiente, también. Hemos estado juntos los cuatro días del congreso. Es la primera vez que tengo una aventura después de todo este infierno, y sin embargo, te puedo asegurar que durante estos días he sido la mujer más feliz del mundo. Pero ahora acabamos de despedirnos (era aquel hombre que se montó en el taxi anterior al suyo, ¿sabe de quién le hablo?), y cada uno, pues eso, vuelve a su vida. Mi compañero volverá a su casa con su mujer y sus dos hijos y yo, por mi parte, volveré a compartir paredes y baño con mi ex…»

Vox Populi (vigésimo primera entraña)

Trayecto: Desde el Puente de Vallecas hasta la Plaza Mayor.

Descripción de la usuaria: Unos 40 años, de piel castigada, cabello grueso y rubio, gafas, lunar en una mejilla, estrecha de hombros y ancha de caderas.

«Pues sí, yo leo el diario de mi hija. Y me meto en su ordenador (sin que se entere, por supuesto). Tiene 13 años y como comprenderás está en una edad muy difícil. Por eso no me arrepiento en absoluto; no considero que esté espiándola, cotilleando o invadiendo su intimidad, sino más bien… protegiéndola. Si está metida en cosas raras tengo la obligación de saberlo, porque sé que ella no me lo contaría por sí misma. Es buena chica, no se crea, pero yo también he tenido 13 años y sé lo que es comenzar a tontear con chicos y todo eso… a mí tampoco me gustaba que mi madre supiera todo lo que hacía, ¿comprende? Y ahora es incluso peor que en mis tiempos: las drogas, el alcohol y el sexo en internet están a la orden del día, y por eso tengo que estar con mil ojos. Yo quiero lo mejor para ella, ¿sabe?, como toda madre, supongo…»

Vox Populi (vigésima entraña)

Trayecto: Desde la calle Prim hasta Pío XII.

Descripción del usuario: Varón de 30 años, gafas y cabello rizado.

«Tengo miedo de actuar sólo con el corazón o sólo con la cabeza; de no encontrar un término medio. Me considero una persona muy cerebral, pero hace unas semanas conocí a una mujer que me está haciendo actuar sólo con el corazón, pensar sólo con el corazón hasta el punto de pensar sólo en ella, en querer estar con ella a todas horas. El caso es que siempre he sido muy celoso de mi intimidad, de mi tiempo libre. Me gusta mucho hacer deporte, leer, o ir al fútbol, pero desde que estoy con ella lo he dejado todo de lado, porque todo lo que no sea estar con ella me importa un huevo. Y no es que sea una chica absorbente, qué va… el absorbente soy yo. Lo que pasa es que estoy dejando a un lado mis cosas, mi vida en solitario, y temo que por culpa de ello acabe perdiendo mi esencia. Estoy feliz y sin embargo preocupado. Muerto de miedo. La quiero pero también me quiero a mí, y no sé si ambas cosas podrán ser compatibles. Y te repito que la culpa es mía, pero no sé qué hacer, cómo montármelo para salir ganando, sin perderla ni perderme…»

Vox Populi (décimo novena entraña)

Trayecto: Desde la Estación de Atocha hasta una parroquia de Chamberí.

Descripción del usuario: Sacerdote de alzacuellos, camisa y pantalón negro, gafas oscuras, cabello canoso con la raya a un lado, de unos 65 años. Voz grave, pausada.

«Creo que las palabras del Santo Padre se han interpretado mal, sobre todo en los círculos laicos y sus medios afines. Vamos, nada nuevo. Si en lugar de criticar sin ton ni son escucharan los motivos de nuestra postura respecto al uso del preservativo seguro que muchos acabarían dándonos la razón. Y es que el Tercer Mundo necesita una mejor educación sexual. Ir repartiendo preservativos por ahí no es más que el camino fácil, lo cual me parece una auténtica falta de responsabilidad. Lo responsable es educarles en el amor y en el buen uso de su sexualidad. Porque la finalidad del sexo es la procreación. Más claro, agua. Y todo lo que se escape de ese fin lo más normal es que acabe convirtiéndose en perversión, reduciéndonos así al nivel de los animales. Piensan que el preservativo une más a las personas, cuando es precisamente todo lo contrario. Ya lo estamos viendo: cada vez más parejas que se divorcian, malos tratos, falta de comunicación, etc. El hombre es un ser racional que no puede ni debe dejarse llevar por el instinto puro y duro. Como los perros, que se huelen, y ¡hala! Existe el respeto, por ejemplo. El hombre debería de respetar a la mujer porque sólo ella posee el don de la concepción. Lo único que hace el preservativo es truncar la finalidad del amor entre dos personas, que se malinterpreten conceptos tan esenciales como es la familia, el respeto y el amor. Si no fuera por estas tres cosas el ser humano se habría extinguido hace ya mucho tiempo. Y no estoy hablando de Dios Nuestro Señor, sino de sentido común. Y el Santo Padre, con esas palabras, nos ha dado a todos una lección magistral de sentido común, ¿no cree?, ¿oiga?, ¿me está escuchando?, ¿qué está escribiendo en esa libreta?»

Vox Populi (décimo octava entraña)

Trayecto: Desde la Glorieta de López de Hoyos hasta la calle Arenal.

Descripción del usuario: Hombre de unos 50 años, grueso, voz gruesa, traje de chaqueta sin corbata y un fuerte olor a Varon Dandy.

«Este país tiene lo que se merece: Los unos, acusados de corrupción y los otros, de caza. Y se ponen a buscar mierda en el pajar del PP y encuentran la aguja de Bermejo. Y el que antes acusaba ahora resulta que dimite. Con dos cojones. Y nosotros, mientras, trabajando como hijos de puta para salvarnos de la crisis, del paro y de los chupa sangres esos de los banqueros, para que el próximo año, con un poco de suerte, sólo obtengan tropecientos mil millones de beneficios. ¿Y qué hacen los políticos? pues ya lo ves: pegarse entre ellos, como si fueran niños de teta. Pasar del ciudadano para salvar su propio culo. Meter nuestra pasta a buen recaudo en paraísos fiscales, o darles contratos a dedo a sus cuñados, primos o queridas, para que todo quede en casa. Pero claro, la culpa es nuestra, por votarles. Porque tanto el PSOE como el PP siempre tendrán incondicionales que, hagan lo que hagan, les seguirán votando. Ya puede estar el PP pudriéndose de corrupción que sus 6 o 7 millones de votantes de siempre no se los quitará nadie; mirarán hacia otro lado o le echarán la culpa al de enfrente, como hace El MUNDO, la Cope o Telemadrid. Y a los votantes del PSOE, pues más de los mismo. Después de lo del GAL y la tasa de paro que nos dejó Felipe, ahí están otra vez. Como si nada. Con el Grupo Prisa y Mediapro echándoles una manita, para lo que haga falta… Y mientras, los de Izquierda Unida, matándose entre ellos. Y la Rosa Díez, que ha sido la más lista de todos, arañando votos de los unos y de los otros. ¿Y sabes qué es lo peor de todo?, que hemos dejado de creer en ellos. Que a mi hijo de 20 años, que nació con la democracia, no le apetece votar a nadie porque dice que son todos unos mangantes. ¡Eso sí que es triste! Te lo dice alguien que vivió la dictadura de Franco. Te lo dice alguien que brindó con Cava cuando murió el cabrón ese. Toda España quería democracia y ahora la democracia nos está devorando: Los partidos políticos se han convertido en sectas manipuladoras y mediáticas con millones de fieles…»

Vox Populi (décimo séptima entraña)

Trayecto: Desde los Judgados de Plaza Castilla hasta el Paseo de las Delicias.

Descripción del usuario: Hombre de 35 con chaqueta, corbata, flequillo hacia un lado y dos bolsas negras bajo los ojos.

«Lo ha conseguido. Al fin lo ha conseguido. Se ha quedado con el niño y con la casa. Y también tengo que pasarla todos los meses una pensión, ¿se lo puede creer? Incluso ha llegado a pedir una orden de alejamiento porque teme por su integridad física… ¡será hija puta! Yo que jamás la he puesto una mano encima. Nunca se me ocurriría pegar a una mujer, y ella lo sabe… pero claro, cuando en un Juicio se habla de supuestos malos tratos, la mujer siempre tiene las de ganar: ¿Y del maltrato psicológico, qué? ¿por qué nunca sale en los periódicos cuando una mujer le hunde la vida a un hombre?, ¿por qué no aparecen por la tele testimonios de hombres maltratados por sus mujeres? Llevo más de cinco años aguantando sus vejaciones a base de antidepresivos, de terapias. Por su culpa tengo el autoestima por los suelos; incluso se las arregló para decirle a todos los vecinos que la pegaba, ¡cuando es mentira! Me dejó solo, la gente me mira mal, como si fuera un apestado y ahora, encima, se queda también con mi hijo (que es lo que más quiero en este mundo), con mi casa y con mi sueldo. ¿Y a dónde voy yo ahora, si no tengo dónde caerme muerto? Le digo una cosa: Me repugnan los maltratadores, pero de igual o peor calaña son las mujeres que simulan ser maltratadas para conseguir lo que quieren…»

Vox Populi (décimo sexta entraña)

Descripción del usuario: Hombre de mediana edad con bigote, gafas y tez fina.

Trayecto: Desde Plaza de Castilla hasta la calle Menéndez Pelayo.

«Me parece una gilipollez eso de viajar. No necesito conocer otras ciudades, países o continentes para entender mejor el mundo en el que vivo. Para eso están los documentales de La2 ¿no? Y yo me pregunto…

¿De qué me sirve saber cómo se vive en El Cairo, si hace frío o calor o las costumbres de sus gentes?

¿Cambiaría eso mi estilo de vida o mi percepción de las cosas?

Y si así fuera, ¿para qué coño quiero cambiar mi concepto del mundo en el que vivo, si con el que ya tengo me sobra?

¿Para qué visitar los museos de Roma si ni siquiera conozco los de aquí?

¿Para qué quiero saber más de la vida, si con lo que ya sé me desenvuelvo de puta madre?»

Vox Populi (décimo quinta entraña)

Descripción de la usuaria: Pelo cano, 57 años (confesados), tez de más de 65.

Trayecto: Desde la calle Ibiza hasta Cea Bermúdez.

«Los padres de hoy no están preparados para tener hijos. Ahora que trabajan los dos, no cuentan con el tiempo suficiente para estar con ellos. Y cuando llegan a casa cansados después de un largo día de trabajo (que no digo yo que no trabajen duro…), les plantan la tele, y a dormir. Ya desde muy pequeños los pobres niños pasan la mayor parte del día en guarderías, o en los chiquipark esos, o con sus abuelos mientras sus padres trabajan, o hacen la compra, o qué sé yo… Luego les hinchan a regalos, y problema resuelto. ¿Entiendes lo que quiero decir? Ahora los niños tienen más relación con sus educadores o con sus abuelos que con sus propios padres. Y si el profe regaña al niño va el padre y denuncia al profe. Esto antes no pasaba. Cuando mis hijos iban al colegio, si les regañaba el profesor pues yo le daba la razón y luego les castigaba en casa. Ahora no… los niños están mimados sólo por cosas materiales, y están perdiendo el saber lo que es el cariño de un padre o de una madre. Desarraigaos, creo que se dice. ¿No te parece triste? Pues más triste te parecerá cuando sean precisamente esos niños los que gobiernen el mundo en un futuro. Si ahora todo se está deshumani..zando o como se diga, imagínate dentro de veinte o treinta años…»

Vox populi (décimo cuarta entraña)

Descripción de la usuaria: Pelo corto, unos 40 años, gafas de pasta y jersey azul eléctrico.

Trayecto: Desde Ópera hasta la calle Hermosilla.

«Así es el capitalismo, amigo: Permitir que unos tíos que no conoces de nada (ni conocerás en tu vida) se dediquen a jugar con tu dinero. Si ganan, se forran. Pero si pierden, como el dinero que han invertido ni siquiera es suyo, quien realmente lo tiene jodido serás tú. Vendrá papá Estado y con tus propios impuestos inyectará miles de millones para que ellos puedan seguir jugando como si nada (tal y como le acaba de pasar a ese paraíso ultraliberal que es EE.UU.). Luego, para equilibrar los unos y los otros su balanza presupuestaria, te volverán a subir los tipos de interés de la hipoteca, los carburantes, la luz, el agua, el I.B.I. y lo que haga falta… ¡Pero no pasa nada!, ¡aquí nunca pasa nada!…

…y para muestra, un botón: Esta mañana he leído en el periódico una encuesta que me ha dejado de piedra: Decía que los españoles no aceptamos que el Estado ayude a las inmobiliarias y sin embargo no nos importaría que, llegado el caso, ayudara a la banca. ¿Conclusión?: que la banca siempre gana y que los españoles somos definitivamente gilipollas. Así de simple. Nos acojona que quiebre nuestro banco porque en tal caso ni siquiera podremos sacar toda la pasta que tenemos en la cuenta. Nos garantizan hasta 20.000 € por titular, como máximo. ¿Y si tienes más?: te jodes. Así de simple. El resto de la pasta que has ido ingresando durante toda tu puta vida la tienen ellos por ahí, pululando de Bolsa en Bolsa, moviéndola en paquetes de a billón a golpe de teléfono (o a golpe de Intro en el ordenador de su despacho grande que te cagas). No podrás disponer de toda tu pasta porque estarán jugando con ella, sacándole un partido del que, con un poco de suerte, sólo verás unos poco euros al año (para que te calles). Eso sí: como tu cuenta esté en números rojos, aunque sólo sea por unos céntimos de mierda, te freirán a penalizaciones y a cartas amenazantes…

…con todo y con eso, luego vas a tu caja y te encuentras con que el boli con el que firmas tus múltiples sentencias de muerte tiene una cadenita amarrada al mostrador, para que no lo robes. ¡Manda huevos!…

…¿que dónde tengo yo la pasta? debajo del colchón, gracias»

Vox Populi (décimo tercera entraña)

Descripción del usuario: Friki de coleta, barba, vestuario descuidado y 120 kg. de peso (dato calculado según los grados de inclinación de mi taxi)

Trayecto: Desde la Avenida de Moratalaz hasta la plaza de Colón.

«Las respuestas se encuentran encima de nuestras cabezas, amigo. Se encuentran en todas aquellas civilizaciones extraterrestres que los gobiernos de este jodido mundo tratan de ocultarnos para centrar nuestra atención en cuestiones más mundanas. Estamos rodeados de OVNIs que ellos tratan de ocultarnos. Formas de vida inteligentes (más que la nuestra, ya sabes, eso no es difícil…) de las que podríamos aprender si nuestros gobiernos nos dejaran. Los Servicios de Inteligencia americanos, por ejemplo: guardan informes reservados de contactos, avistamientos, e incluso autopsias a seres de otros planetas que se dejaron caer por aquí. Y te preguntarás, ¿qué hacen con toda esa información? Yo te lo diré: acercarse a Dios. Equipararse a Su sabiduría para hacerse colegas. Para futuros negocios, ya sabes…»