Fotograma de ‘La Historia Interminable’
Es un hecho: Los de arriba siempre tenderán a recortar por abajo, apilando y pisoteando si es preciso a los de abajo para mantener su sensación de altura. Es una tendencia cuanto menos reprochable, si tenemos en cuenta que los que están arriba ascendieron, precisamente, gracias a los votos de los de abajo –cándidos ellos por creer que sus representantes, en fin, les representarían–. En primer lugar votaron un programa electoral que los de arriba incumplieron sistemáticamente, punto por punto, lo cual, en cualquier país demócrata –o al menos tal y como yo entiendo la democracia–, valdría para deslegitimarles y echarles del gobierno.
¿Crees que exagero? Imagina que decides comprar un teléfono porque el vendedor te ha dicho que tiene cámara, acceso a internet y pantalla de alta resolución y al llegar a casa y abrir la caja, te encuentras con que no hay teléfono, sino una piedra. Lo más lógico sería volver a la tienda y exigir la devolución del producto y tu dinero, ¿no crees? Sin embargo, en esta democracia adulterada, primero te venden una piedra creyendo que es un Samsung y luego, si te quejas, te acaban atizando con la piedra. O dicho de otro modo, te venden la separación de poderes y el respeto institucional a las decisiones judiciales, y cuando un juez supuestamente afín se encuentra a punto de sentenciar las prácticas corruptas que afectan al gobierno en bloque, se cargan al juez. Y ya van SEIS (la primera pedrada se la llevó Garzón, ¿recuerdan?).
Pero lo más inquietante son aquellos votantes que parecen agradecer la estafa, y siguen confiando en quienes les vendieron piedras en lugar de un proyecto de país, e incluso creen que la sangre de sus frentes brota por el bien de España.
(También hay diarios que regalan piedras retractiladas con el suplemento de los domingos).
09 diciembre 2014 | 20:25
Esfera Galáctica. Cuaderno de bitácora: A la ceremonia de boda de Emupa y Akém asistirá también la jefa de escuadrón Lilit, muy interesada en todo lo que concierne al aprendizaje de los pequeños, sobretodo en el enfoque dado al lenguaje escrito en la improvisada escuela de Nekane y en la similar de Vanesa en el poblado Cemitón.
Litit llegó al poblado hace días pero apenas estuvo unas horas en él. Se dejó ver poco, saludó a los novios y a algunos conocidos, pero tras hablar con el comandante abandonó el poblado orutón y marchó hacia las heladas e inexpugnables montañas de Middleright en compañía de Colmillo Blanco, su fiel “úrop”; y de los droides de Vanesa y Nekane, del genoide de Robbie y del mío propio (especializado en construcciones).
Durante estos últimos meses se ha hecho un excelente trabajo de recolección de especies vegetales en las profundidades de la frondosa selva al sur de Middleright Point, con la ayuda de los drones. También se han traido grandes hojas de palmera cuyos trozos habrán de ser usadas como papel por los pequeños. Es imposible en tan poco tiempo ser exahustivos en tamaña tarea, teniendo en cuenta además que han de evitarse los enormes depredadores que habitan en ella, pero lo están haciéndo francamente bien con sólo la mitad de los efectivos de los que deberían constituir la base de Middleright Point.
Haciendo exepción de los asuntos personales, el comandante Tarrés, jefe supremo de las fuerzas de la Esfera Galáctica, está siendo informado de los avances científicos y de los distintos escenarios y posibles peligros en lo concerniente a la toma diaria de muestras. Sus sabios consejos son seguidos a rajatabla. La expedición a Owen sigue siendo un secreto para la mayoría de los habitantes de Gomaranto Sur y resto de las ciudades fuera y dentro de la Esfera Galáctica. Sólo aquellos que poseen en su documento de identidad, su tarjeta, el código de barras correspondiente al “anagrama” 20MCB, de la nave estelar NE20M tienen acceso al “Cuaderno de Bitácora”, y están al corriente.
Aunque no son muchos los habitantes de Orutón (Oru-ti significaba originalmente “donde el río se ensancha-choza”) ni los de Cemitón (Cemi-ti significa originalmente “cerca de la gran laguna-choza”), para facilitar el reparto de bienes y llevar un cierto control de los ciudadanos de ambas poblaciones owenenses se ha introducido el concepto de “apellido”.
Los extremadamente jóvenes estudiantes hace ya algunos días que han confeccionado una lista de lo que a ellos les parecen apellidos “bonitos” o “importantes”, unos cincuenta, a los que nosotros mismos hemos añadido unos 40 más, entre ellos el de “García”, que como sabemos significa “oso”, indicándoles en cada caso su significado. Todo ello se encuentra escrito en unas enormes hojas secas de palmera, que vienen y van de mano en mano de los aventajados alumnos.
Como los papás no saben leer, son los pequeños los que lo hacen a sus progenitores una y otra vez. Por edades, cada familia está eligiendo uno primero, a ser posible de los que no han sido elegidos ya muchas veces (que no tengan muchas rayitas al lado) ; y luego otro “diferente” de forma que no coincidan nunca el mismo nombre y los mismos apellidos en los miembros familiares de más edad de ninguna de las tribus. Por increible que parezca el elegido un mayor número de veces ha sido “García”.
No hubiese sido posible llevar a buen término algo tan complicado como la adscripción de apellidos para tanta gente sin la inestimable ayuda de Nekane, ya que los todopoderosos droides y genoides estaban con Lilit. Idéntica labor ha llevado a cabo Vanesa en la aldea de los cemitones. Los niños eligirán, en el orden que quieran, dos de los cuatro apellidos de los padres, o familiares más próximos, en ausencia de aquellos. A todos se les darán sus nombres y apellidos escritos en un trozo de hoja seca de palmera (aquí son enormes las hojas de muchos árboles, y de momento no se requiere fabricar ningún tipo de papel); se hará con alguna de las tintas disponibles: de nueces, de bayas o de ollín y el correspondiente zumo de limón; y ese será su documento de identidad familiar. Se van a usar estos apellidos, por primera vez, dentro de pocos minutos, para asignar a cada familia el lugar que les corresponde en las mesas durante el convite ofrecido por sus agradecidos reyes. No va a faltar la carne de reno, ni el chocolate en flor, ni frutos diversos de la zona, ni pan obtenido por mezcla de diversos cereales. Será al final del largo día de celebraciones cuando los jóvenes de Orutón intercambien con los de Cemitón sus arcos y flechas, como hermoso gesto de hermandad. Las chicas intercambiarán regalos propios de su ajuar. Los pequeños comparten ya desde primeras horas de la mañana sus juguetes unos con otros, sin que ello implique necesariamente un intercambio, si no lo desean.
Bueno, ahí llegan los novios. ¡Mucha felicidad a todos!, ¡Ébilic!
09 diciembre 2014 | 21:46
Yo no entiendo mucho de política, pero sé que un millón de andaluces vive en situación de exclusión severa, que los bancos abusan. Que el Santander, por tener en él la nómina, hasta ahora apenas me había cobrado por hacer una transferencia, pero por la última, hace sólo una semana, de 1000 euros, me ha cobrado 50. Eso es más de lo que gana un campesino por trabajar de sol a sol, y «lo gana» este banco usurero sólo apretando un botón, el botón de un ordenador que yo, con riesgo de mi vida muchas veces, ayudé a construir desarrollando los materiales adecuados. El beneficio, siempre, para el que menos trabaja y mejor vestido va, y da lo mismo que sea político, juez, empresario, banquero etc…, que lleve barba o coleta… Dime lo que has atesorado en esta vida y te diré lo que has robado. O lo que te han quitado.
09 diciembre 2014 | 22:05
Por qué temes al viento, si sólo es viento,
por qué temes al hombre, si sólo es hombre,
por qué temes el llanto, si sólo es agua,
por qué temes al tiempo, que nada cambia
No tengas miedo al miedo, el miedo es nada.
09 diciembre 2014 | 22:13
Según cuenta que vivió
hace unos, dos mil años
un hombre llamado Jesús
que prometía el paraíso
sin pedir ni un voto a cambio,
no necesitaba comicios,
Él era el Rey de reyes,
desde antes de los siglos,
aunque nunca fuera coronado,
ni tampoco proclamado.
Tenía sus detractores
por predicar la igualdad,
por condenar al malvado,
a la vez que al capital.
Asegurando que le sería
mucho más difícil entrar
un su reino a los ricos
que a un camello el pasar
por el ojo de una aguja.
Y como era de esperar
lo prendieron, lo azotaron,
le escupieron, lo vejaron
lo coronaron de espinas,
lo colgaron de un madero,
clavado de pies y manos
y justo antes de espirar
le suplicó a su al Padre Eterno:
”Padre, perdónalos,
porque no saben lo que hacen”
¡Qué corazón más grande!
Si viviera ahora aquí,
¿Hubiera dicho lo mismo?
Me atrevo a decir que no.
Los que crucifican a los pueblos
los que los matan de hambre
con engaños y no cumpliendo
promesas electorales,
¡Saben, muy bien lo que hacen!
No tienen perdón de Dios
y del pueblo… pienso que tampoco.
09 diciembre 2014 | 22:39
Nada me gustaría más que poder mandar al carajo a todas las piedras y a la cantera entera. Como no es posible porque vivimos estratificados y el hombre es sólo una simple pieza … trataré de buscar la piedra que menos daño pueda hacerme… si es posible, que sea de poliespan… o mejor, de gominola…tendré suerte???
10 diciembre 2014 | 00:16
Cuando compro un movil abro la caja en la misma tienda y me aseguro de que no he comprado una piedra. En cuanto a lo del juez, basta ya de interinos a dedo, que salgan todas las plazas a oposicion y concurso que hay mucha gente esperando y estudiando, esté quien esté y salga quien salga, que hay mucho enchufismo acumulando puntos de interino, eso deberia ser ilegal
10 diciembre 2014 | 07:58
La guillotina es la solución, si, pero, ¿quién lanza la primera piedra?.
10 diciembre 2014 | 08:43
No exageras ni una mijita, la verdad es q tienen todos una buena pedrá, me pido a «La Esperanza» la rellenaria a base de pedrolazos y finalizaría tirándola al mar, suena hasta romántico.
Feliz miércoles.
10 diciembre 2014 | 08:48
Los humanos somos borregos. Nunca he entendido como hay más de 10 millones de votantes del PP http://goo.gl/HRUwAi
10 diciembre 2014 | 10:05
«Cuenta una bella leyenda judaica que en un pasado distante toda la humanidad vivía unida y hablaba la misma lengua. Habiendo dominado las técnicas de construcción y descubierto su propio poder creativo, los hombres decidieron construir una torre tan alta, que su parte superior llegaría hasta el cielo y así podrían ver al creador. Irritado con la arrogancia humana, dios resolvió confundir la lengua de los hombres con diferentes idiomas, para que de esta forma la gigantesca construcción no prosperase. Al no entenderse más, los trabajadores de la obra no pudieron coordinar sus esfuerzos y la torre acabó desmoronándose, fruto del caos que se instauró.
La leyenda sobre la Torre de Babel tiene mucho que enseñarnos, aunque las lecciones no son sobre la vanidad humana, el poder de dios ni el origen de los idiomas modernos, sino sobre algo mucho más concreto: el funcionamiento de nuestra sociedad.
De la misma forma que en la Torre de Babel, la humanidad, incluso sin saberlo, realiza una gran obra colectiva y coordina sus esfuerzos para ello: los coches producidos en Brasil son vendidos en Argentina, llevados hasta allí en barcos fabricados en Japón, pero que pertenecen a armadores griegos, que emplean marineros filipinos. No hay en el mundo un único bien material que no sea fruto de los trabajos conjugados de miles de hombres y mujeres.
También como en la leyenda, la mayoría de los participantes de esa inmensa obra llamada sociedad “habla la misma lengua”, es decir, comparte ciertas ideas y valores, tiene una misma “visión de mundo”. Por compartir las mismas ideas, las personas acaban teniendo también un comportamiento parecido. A estas ideas o conjunto de ideas que moldean el comportamiento humano, las llamamos ideologías.
¿Para qué sirven las ideologías?
El papel de las ideologías es garantizar el funcionamiento de la sociedad. Entonces, ¿qué ocurriría, por ejemplo, si los trabajadores ignorasen las leyes sobre la propiedad privada y decidieran tomar para sí las fábricas, los bancos y los latifundios? ¿O si las mujeres se rebelasen contra el machismo y comenzaran a reaccionar violentamente ante cualquier situación de opresión? ¿O si los homosexuales se organizaran para darles palizas a los neonazis en la Avenida Paulista? Está claro que si eso ocurriese, el orden burgués establecido se colapsaría y la sociedad, tal y como la conocemos, se desmoronaría sobre sí misma como una enorme Torre de Babel.
Para que eso no se dé, para que la dominación capitalista siga su curso con tranquilad, es necesario que las personas acepten pasivamente las condiciones de explotación y opresión a las que están sometidas. ¿Y cómo conseguir eso sin recurrir permanentemente a la violencia? Pues a través de las ideologías.
Se crea así la ideología de que la propiedad privada es sagrada y que los grandes empresarios, banqueros y petroleros son héroes nacionales; la ideología de que las mujeres son propiedad de sus maridos y a ellos les deben respeto y obediencia; la ideología de que la homosexualidad es una enfermedad y por eso, si los homosexuales son apaleados en la calle, es porque algo malo han hecho.
Así, poco a poco, con numerosas ideas pequeñas, aparentemente sin conexión entre sí, se forma en la cabeza de los trabajadores una “visión de mundo” que no se corresponde con sus intereses, sino con los intereses de los capitalistas. Las ideas que justifican la dominación burguesa se hacen predominantes en toda la sociedad. Se reproducen exhaustivamente en la Televisión, en las escuelas, en las páginas de los periódicos, en la familia, en el trabajo, entre los amigos. Los trabajadores, por el simple hecho de vivir en sociedad, absorben estas ideologías y actúan en consonancia con ellas, incluso sin percibirlo. Cuando una ideología es aceptada por todos, se forma una especie de “lenguaje común”, que todos reconocen, entienden y reproducen en su cotidiano.
Como resultado, explotados y oprimidos comienzan a hacer una cosa aparentemente absurda, pero que es la regla en nuestra sociedad: comienzan a actuar contra sí mismos, contra sus propios intereses de clase; comienzan a defender al enemigo y a combatir a sus aliados; se dividen. De este modo, los padres culpan a los profesores por el bajo rendimiento escolar de sus hijos, la población pobre defiende a un gobierno de empresarios y banqueros con miedo a perder las ayudas, los trabajadores esquirolean la huelga porque se convencen de que luchar no resuelve nada.
¿Qué esconden las ideologías?
Tomemos algunas ideas bastante simples y ampliamente expandidas en nuestra sociedad: “El hombre es egoísta por naturaleza”, “Siempre van a haber ricos y pobres”, “Las mujeres fueron hechas para el trabajo doméstico”, “Una persona siempre va a querer pasar por encima de la otra”, “Los prejuicios ya vienen desde que nacemos”, etc.
¿Cuál es el sentido de estas ideas? Resulta evidente que todas apuntan en la misma dirección: aceptar las cosas tal y como son. ¿Y cómo nos convencen de ello? Afirmando que todo lo que existe es natural e inevitable, que intentar cambiar la realidad es ir “contra la naturaleza”. Así, para justificar un mundo de injusticia y sufrimiento, las ideologías “naturalizan” la realidad social, es decir, llevan a las personas a creer que la desigualdad, la explotación y la opresión son tan naturales como la lluvia, el viento o el movimiento de las mareas. Las ideologías esconden el gran secreto de la dominación burguesa: el hecho de que la sociedad es una construcción humana y que por lo tanto no hay nada de “natural” en ella; que el mundo en que vivimos es el resultado de la cooperación de los individuos y justamente por ello puede ser cambiado por esos mismos individuos.
La propaganda ideológica
¿Pero cómo se esparcen las ideologías por la sociedad? ¿Cómo absorbemos y reproducimos con tanta facilidad ideas tan absurdas? Si existe democracia, ¿cómo alguien puede controlar lo que yo pienso? Para responder a estas preguntas, es preciso entender cómo funciona la propaganda ideológica.
Todos sabemos lo que es propaganda. MediaMarkt hace anuncios animados, con personas hablando alto y rápido, y con énfasis en los precios. Nike centra su propaganda en el increíble desempeño de los atletas que usan sus artículos. El Santander hace propaganda de los beneficios que sus clientes pueden tener con esta o aquella inversión. En todos estos casos, el propósito es claro y evidente: ¡compre, use, aplique su dinero! No hay ninguna dificultad en reconocer que estamos ante una muestra de propaganda. Si a alguien no le gusta, puede cambiar de canal o pasar la página de la revista.
Pero la propaganda ideológica es un poco más complicada. Como hemos dicho, el principal objetivo de las ideologías es hacer que las personas actúen contra sí mismas. Por eso la burguesía no puede decir abiertamente: “acepta la explotación”, “acepta la opresión”, como si dijera “bebe Coca-Cola”. Una propaganda así desvelaría la dominación ideológica y provocaría aún más revuelta. Por eso la principal característica de la propaganda ideológica es que es disfrazada, sutil, encubierta, subliminar.
Cuando un artículo sobre una huelga de profesores comienza hablando de los alumnos que se quedaron sin aula, nos encontramos ante una muestra de propaganda ideológica. El objetivo no es informar o esclarecer lo que ocurre, sino enseñar hasta qué punto las huelgas perjudican a la población.
El periodista no dirá eso abiertamente, sin embargo todo el texto estará diseñado para que provoque esa sensación en el lector. Cuando tras el asesinato de Bin Laden nos bombardearon en los programas dominicales con reportajes especiales sobre la tropa de élite que mató al líder de Al-Qaeda, nos encontramos ante una muestra de propaganda ideológica. Aquí el recado es: ¡los EEUU son invencibles, para ellos no hay misión imposible, no osen desafiarlos! Como es sabido, la mejor forma de implantar una idea en la cabeza de una persona es hacerle creer que llegó por si misma a esa conclusión.
Así actúa la burguesía. No dice “la mujer es un objeto”. Simplemente muestra comerciales de cerveza que exhiben a la mujer como un objeto. Quién llega a la conclusión de que la mujer es un objeto es el telespectador. No escribe en los periódicos “es preciso acabar con los bosques alrededor de los ríos”. Simplemente muestra de qué forma el agronegocio, que acaba con los bosques alrededor de los ríos, es el “motor de desarrollo del país”. Quién llega a la conclusión de que acabar con los bosques es un mal necesario es el lector. No dice “vamos a acabar con los derechos laborales”. Simplemente dice que en los EEUU, el país más poderoso del planeta, casi no existen derechos laborales. Quién llega a la conclusión de que los derechos laborales son una traba para el desarrollo del país es el propio trabajador.
Por eso, el hecho de que una persona tenga una opinión formada sobre un determinado asunto no significa de modo alguno que esa idea sea de ella. El noventa y nueve por ciento de las ideas que tenemos en la cabeza fueron implantadas sutilmente por la burguesía a través de la educación, de la prensa, de la familia, de la televisión, del cine, de la iglesia, etc, etc, etc. La fuerza de las ideologías está precisamente en el hecho de que los explotados defienden y reproducen las ideas de los explotadores, creyendo que esas ideas son suyas.
Al ser repetidas incansablemente por toda la sociedad, las ideologías asumen la apariencia de “verdad absoluta”. ¿Qué decís de que las mujeres son iguales a los hombres? ¿Qué es eso de acabar con la explotación? ¿Cómo que socialismo? Cuando alguien cuestiona una ideología, parece realmente que está “hablando otra lengua”. Instintivamente, repelemos a ese tipo de persona y la separamos de nuestro entorno. O simplemente la ignoramos. La Torre de Babel no puede ser agitada.
Ideología de la clase obrera
Pero si una ideología es una determinada “visión de mundo”, un conjunto de ideas que sirve a determinados intereses, ¿podemos entonces decir que la clase trabajadora tiene una ideología? La respuesta es categórica: ¡sí!
El socialismo científico, formulado en la mitad del siglo 19 por los filósofos alemanes Karl Marx y Friedrich Engels (por eso también es conocido como marxismo) es la ideología de la clase obrera, la ciencia de su liberación. El socialismo científico es un conjunto de ideas que interpreta correctamente el mundo que nos rodea, que revela las verdaderas razones de la opresión, de la desigualdad y de la explotación. Sin embargo, a diferencia de las ideologías burguesas, que penetran en la mente de los trabajadores por miles de medios invisibles e imperceptibles, el marxismo no llega a nuestras casas por las antenas de televisión, no se enseña en las escuelas, ni se escucha en las letras de las canciones de éxito. Es preciso buscarlo, descubrirlo. Y claro, como toda ciencia, el marxismo precisa de estudio.
El obrero consciente que desee entender a fondo el mundo que le rodea debe comenzar por desconfiar de todas las ideas que parecen obvias y naturales, porque la mayor parte de ellas no pasa, muy probablemente, de mentiras bien contadas. Enseguida, debe tener, en relación a la sociedad, la misma curiosidad que tiene en relación a la máquina nueva que acaba de llegar a la fábrica: tiene que querer desvelarla, desmenuzarla, dominarla. Habiendo dominado el marxismo, ese obrero podrá interpretar los hechos de la realidad con la misma facilidad que un electricista experto interpreta el esquema eléctrico de un garaje residencial, que tiene una bombilla, un interruptor y un enchufe.
La verdadera obra humana
Las ideologías burguesas no son una fuerza invencible. Si la clase dominante tuviese tanta confianza en sus ideas, no habría hombres armados de plantón en comisarías, cuarteles y batallones, aguardando las órdenes para reprimir, dispersar y prender.
Karl Marx, el viejo filósofo alemán, dijo en cierta ocasión que cuando una idea es absorbida por las masas organizadas, adquiere fuerza material, es decir, se convierte en un arma real.
Cuando la crisis económica, política y social coloque en jaque a la dominación burguesa; cuando la represión contra los trabajadores, en vez de inhibirlos, provoque acciones aún más radicalizadas, la idea del socialismo penetrará en las grandes masas y hará tambalearse la monstruosa obra del capitalismo. Los trabajadores, en vez de hablar la lengua de la burguesía, comenzarán a hablar su propia lengua y se entenderán. La inmensa Torre de Babel, erguida sobre la espalda de los pobres y perseguidos, y solidificada con el cemento de la mentira, se desmoronará sobre las cabezas de sus incompetentes arquitectos. Y los trabajadores, libres de los escombros de la vieja construcción, comenzarán su propia obra: una sociedad sin opresión y explotación, el socialismo en el mundo entero».
Written by Henrique Canary
10 Febrero 2014
10 diciembre 2014 | 10:11
Pero bueno…Han borrado mi comentario ??? Decía que uno de esos EX JUECES…el Sr. Elpido José Silva lidera el grupo político: MOVIMIENTO RED y se presenta a las próximas municipales…
10 diciembre 2014 | 10:37
Debería ser así de lógico y simple….
10 diciembre 2014 | 13:46
Desde el principio de los tiempos los charlatanes, han dado gato por liebre y, como siempre nuestro país se ha llevado la palma, acaso en la historia de spain se puede sacar a relucir tan solo un buen político o han sido todos charlatanes sí o sí?… venga, rompo mi lanza por vuestro alcalde Tierno Galván, lo demás en democracia nos han fallado todos y cada uno de ellos, por eso el único rasgo de inteligencia de la plebe es cuando toma la determinacion de aupar a Podemos, Anguita en su día valió la pena, pero nunca tuvo un buen equipo como está logrando Podemos, pues sí, el hastío ya no dá para más y en contrapartida ésta rueda en la que estamos montados no puede ni debe parar sino vuelta al medievo… así que si alguien tiene un plan para romper sin rasgar y al contrario curar-sanar-restaurar, pues no queda otra que ponerse de su lado aunque solo sea porque se cambie ésta injusta forma de contar los votos, necesitamos profesionales para hacer las cosas con profesionalidad, seriedad y conscientes de que con ello ganamos todos…
tampoco descarto que un día me tenga que retractar, eh? pero corcho! si no confías no te mueves! y si no te mueves nada cambia…
Hoy Dani, nadie nos coloca una piedra en la caja del móvil, imposible!, pues de entrada si no te lo ponen en marcha en la propia tienda la mitad no sabemos ni como echarlos a andar y segundo, no te creas que la piedra es algo banal, ojo, no la minusvalores!, en el paleolítico las piedras eran las armas y herramientas, y en el neolítico, qué te voy a contar si su definición es: edad de piedra …piedras son los diamantes, rubís, esmeraldas… ay hombre!, no menosprecies las piedras!, tan magnánimas ellas, tan hermosas en las montañas de Montserrat o en las Médulas, por ejemplo, y nuestras catedrales qué son sino bellísimos monstruos de piedra? y la espada del rey arturo dónde estaba incrustrada?
…y las de tu foto de encabezado con el encargo tan honroso de ayudar a Atreyua lomos de Fajur, el dragón blanco de la suerte, en su viaje para recuperar la fantasía en las masas ante los ojos ávidos de aventuras del pequeño Bastián …adelante!,sigue el camino de tus deseos, de uno a otro, escalándo siempre y ese camino te conducirá a tu verdadera voluntad
ay, «la historia interminable»,bellísimo libro de principio a fin!
10 diciembre 2014 | 16:35
Cada vez soplan más fuertes los «vientos del cambio».
http://horizontes-manuel.blogspot.com.es/2014/10/vientos-de-cambio-ii.html
10 diciembre 2014 | 18:37
@Henrique Canary: Me dejas estupefacto desde el primer párrafo… Por supuesto nunca habrá hablado la humanidad entera la misma lengua; pero si lo hubiese hecho ello no sería bello sino expresión de una pobreza y sumisión extremas. Tampoco se intentó llegar nunca al cielo con una torre, sólo fueron unos treinta metros de altura, que era una gran altura para la época; tampoco la finalidad era ver al Creador, menuda estupidez, sino para construir arriba, en lo más alto, un templo al propio dios local. El lenguaje del trabajo de la construcción es de una naturaleza que no se requiere hablar el mismo idioma, y lo mismo ocurre con los rumanos que vienen a Portugal, España, etc a trabajar en la recogida de aceituna o lo que surja; lo hacen muy bien y sólo hablan rumano. Por supuesto la torre de babel no nos enseña un pimiento sobre el funcionamiento de nuestra sociedad. Tampoco hace falta que desprecies de esa forma a los hombres de aquella época negándoles la inteligencia y sensibilidad necesarias para apreciar su extraordinaria obra colectiva, ni que compares la misma con el comercio entre brasil, argentina, japón, etc… y la distribución de funciones del trabajo en nuestra época. Tampoco es cierto que no haya en el mundo trabajos que sólo se deban a la acción de un solo hombre o mujer, y en muchos casos se avanza más sólo que acompañado; haces unas generalizaciones del carajo. También yerras cuando dices que la humanidad comparte «ciertas» ideas…; la verdad es que comparte, convive, con todas ellas, aunque su valoración no puede ser la misma para dos individuos distintos, por muchas razones, por sus distintas vivencias, por su adn diferente y hasta por su alimentación ya que altera a este último. Las ideologías raquíticas, construidas con apenas un puñado de ideas malavenidas, no «moldean» sino que «aplastan» de una u otra forma a los seres humanos, y sobran ejemplos de ello. La propiedad privada no son sólo los bancos, ni las fábricas, ni los latifundios, sino también otras cosas muchas necesarias para que el ser humano pueda ser feliz, que no mencionas; lo anterior debe, por supuesto, cumplir un fin social, y en cada momento el pueblo todo debería poder decidir reflexivamente cuál y cómo, y controlarlo. Lo de enfrentar a homoxesuales con los neonazis también me da que pensar, porque no son cosas contrarias, y se puede actuar bajo la rémora o influjo de ambas: muchos neonazis son homo y viceversa, y yo conozco a un par de ellos. Nadie acepta pasivamente el ser oprimido, el capital ha de existir y lo que está fallando es la dirección en que se mueve, que debe ser siempre el de máximo beneficio para todos. Eres tan largo diciendo medias verdades o medias mentiras que es imposible hacerte una crítica como te mereces: paso al último párrafo, que imagino que es el de tus conclusiones: Cuando ocurra eso que tu dices, cuando triunfe el sesgado socialismo que tu planteas, seremos mucho más pobres: la urss cayó por hambre, no por verdad ni mentira, que aceptaba la resignada población gobernada por los dioses comunistas. Por cierto la torre de babel no se «solidificó» por el cemento, la labor de éste es, al hidrolizarse aglutinar a todo tipo de áridos dando lugar a un suerte de roca en cuanto a dureza, pero «a partir de sólidos». Cuando todo se desplome y empecemos de nuevo, desde cero, volveremos a caer en los mismos errores, porque somos un objeto inapropiado para tu modelo de convivencia, ya probado, como digo, y fracasado una y otra vez. Inventa otra cosa, asómbranos con algo de iunteligencia. Pero no nos vendas pirita por oro. Gracias campeón.
10 diciembre 2014 | 20:23
Manue no decía usted que el tema política no era para su pluma?
no me parece que suelte usted menos despropósitos que Hernrique Canary
es mas sus deseos son los que en su dia fueron de jesucristo y los que mueve cada religión de base, de suelo, el resto en todas es un atajo de despropósitos
lo más legítimo es que el ser humano persiga la igualdad, por natura!, que quiera además hablar el mismo idioma lo que no quita que existan otros, pero entenderse todos a una es lícito y de grandeza humana
que haya fracasado el socialismo convertido en comunismo ruso, rumano o cubano, no quiere decir que la idea sea un fracaso, sino que como humanos, ambiciosos y corrupttos e imperfectos que somos -o nos han hecho, aún no sabemos de quién es la culpa- no lo hemos hecho bien, pero quizás no lo hemos hecho bien hasta ahora!, quién sabe, vivir es estar en movimiento y tener aspiraciones tan sanísimas como la igualdad y el respeto al ser humano es la más grande de las dignidades humanas y hay que perseguirla siempre aunque fracasemos una y otra vez!
El lema que Gila, nos contó en su día que había visto en la tapia de un cementerio andaluz -yo también lo ví, exactamente en Alhama de Granada-, decía con toda la sabiduría del mundo, de la igualdad y del respeto a la tierra: levántaos vagos, la tierra para el que la trabaja
nekane… maestra en el poblado, ja,ja en su día en verdad hice unos años de voluntariado y sí ejercí como tal con niños inmigrantes ayudándo a la integración en nuestro país
venga! hay que ponerse las pilas y todos a una es la única máxima, que la unión haga la fuerza y seamos todos iguales hombres y mujeres en busca de la razón, la igualdad, la legalidad y a disfrutar del escenario
Dani, mañana caerá algo sobre Uber, no?
10 diciembre 2014 | 20:49
… por no hablar de cuando compras una «piedra» (del Líbano, te dicen) y luego resulta que es una mezcla de Gena y Avecrem. Sí, una verdadera estafa, Simp.
10 diciembre 2014 | 21:17
@Nekane:
Tienes razón, como es natural,
no me respeto ni a mi mismo,
soy un patético transgresor total,
un tostón atroz, un sinapismo,
y muchas puñeteras cosas más,
y por si fuese poco mi sufrir
mis últimos y mejores versos
que llegaban en ave a toda prisa,
y que ya deberían de estar aquí,
se han bajado del tren, y andando
vienen las estrellas mirando;
y yo como un tonto dos horas esperando
muertecito de frío. Esto es de risa.
Pero a lo que vamos, que sí, Nekane,
que da pena ver que los seres humanos,
estando tan de acuerdo en lo esencial,
no seamos capaces de vivir como hermanos.
¿Es mucho un fuego en cada cocina
un mantel de encaje en la alacena
un poco de aguardiente en la vitrina
un trozo de pan sobre la misma mesa
en la que un hombre escribe sus poemas?
10 diciembre 2014 | 23:53
pues precisaamente eso Manuel
que por aspirar a tanto más que el pan, el agua, el mantelito, el papel para los versos andamos a la greña y hemos creado partidos políticos que nos engañan, prometiendo con total descaro que, además el encaje será de bolillo en oro!
hay que bajar a la humildad para entender-emprender el buen camino
siga versando Manuel, por favor no pare nunca: es su gran don!
11 diciembre 2014 | 10:15