Saluda al taxista: buenos días. Llámale «jefe» para evitar conflictos. Toma el diario ese de rojos que lleva en su taxi, en el canguro del asiento, y ojéalo con cara de poker. Busca entre sus páginas alguna referencia a la noticia que leíste esta mañana en tu diario de cabecera, esa que hablaba del último y vergonzoso escándalo de los sindicatos. Si no la encuentras, la ecuación queda clara: el diario de los rojos oculta la verdad, ergo los rojos mienten. Otra prueba más que reafirma por qué compras el diario que compras, gracias al cual cada día estás más convencido de tu ideología: cuanta más mierda destapas de la izquierda, más orgulloso te sientes de votar a los tuyos. Con los tuyos a muerte. Y abajo los sindicatos, abajo los vagos y maleantes. No entienden que aquí los únicos que generan riqueza, los únicos capaces de levantar el país son, precisamente, los empresarios. Y quien quiera sanidad y educación, que la pague. A la vista queda que todo lo público es sinónimo de ruina: favorece a los débiles y así no se puede. El liberalismo, sin embargo, funciona porque aún hay gente que sigue ganando dinero. Sólo hay que ser listo, aprovechar las oportunidades, y subirte al carro. Por eso ahora que papá te piensa colocar en una de sus empresas, sabes que tendrás que ser tú y sólo tú quien demuestre lo que vales. No puedes decepcionar a papá. Y si todo sale bien, si mantienes firmes tus convicciones, tus principios, tus objetivos, si no te sales ni por un momento de la línea, podrás alcanzar lo que siempre has soñado. No como el taxista. Mírale. Yo no quiero acabar así. Antes muerto. Que Dios me perdone.
Tengo más cosas en común con la mayoría de los trabajadores y sus sindicatos (con todas sus imperfecciones) que con la mayoría de los empresarios y la CEOE (con todas sus virtudes), luego, mi comentario no sería objetivo, Simp.
Y sí, leer los domingos a Curri Valenzuela en el ABC y a Manuel Vicent en el País, provoca adicción.
14 marzo 2012 | 21:55
Otro post más en el que el verdadero simp hace gala de todas sus carencias culturales, no me extraña que España sea lo que es y no me extraña que vascos y catalanes no quieran ser españoles.
14 marzo 2012 | 22:01
El tema de hoy me aburre hasta la saciedad. Pero me quedaré con:
09:07 Al Sur de Gomaranto
22:01 crc (por su segunda conclusión puesto que no entiendo la primera: yo he interpretado que Simpulso hacía uso de la ironía. Quizás no le conozco suficientemente)
14 marzo 2012 | 22:38
Que alegría me da leer algunos de los comentarios, anteriores, soy Funcionario y siempre tenemos que escuchar, quejidos de los que siempre echan la culpa a los otros… (a los Funcionarios, Sindicatos, Rojos…)
Que penita, amargaos, levantemos esto en vez de llorar. Para cuando pedir responsabilidades a los chorizos, defraudadores, políticos corruptos, banqueros (que no bancarios), para mi la culpa de esto la tienen los dos últimos gobiernos, mas luchar contra el fraude y menos dar (perdón) regalar el dinero a los bancos.
Simpulso, me gusta el relato de hoy.
15 marzo 2012 | 00:45
Los colores son para la vista… para decorar paisajes, y no para retorcer mentes. Política y religión cogieron su caballo negro y extendieron el caos entre los hombres siempre dispuestos a enfrentarse por un ideal.
15 marzo 2012 | 09:20