En mi taxi los ciegos, antes de pagarme la carrera, acarician el dinero. Conocen el tacto y el tamaño exacto de un billete de diez euros, o el relieve y el peso de una moneda de dos. Palpan su valor igual que yo palpo el precio incalculable de tu espalda desnuda.
A nosotros los videntes sólo nos entra el dinero por los ojos. Pasamos los billetes de mano en mano negando su tacto implícito: si tocar es sentir, cuando un vidente me paga la carrera, sus ojos nublan los demás sentidos. El ciego, sin embargo, nada más abonarme el trayecto sentirá una irresistible falta de sensación táctil en sus dedos. Y tomará mis euros de cambio con la abstinencia de quien necesita resarcir la carencia anterior, y acariciará con alivio mis monedas.
Y si las monedas que le tiendo están calientes, sentirá algo añadido que ni tú ni yo sentiremos nunca. Sentirá el calor de otra piel impreso en el metal de la moneda. Y luego llevará mi calor en su bolsillo y pagará con mi calor una barra de pan o un vaso de vino o una pastilla de éxtasis. Y su cuelgue será vidente y también será evidente mi presencia en él. El ciego drogado y yo, sobrevolando los dos tu espalda desnuda. Peleando a puñetazos por alcanzar tu cima.
Y tú, mientras tanto, ahí durmiendo sin enterarte de nada.
¿Cómo será el cuelgue de un ciego?
24 octubre 2011 | 00:15
El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.
24 octubre 2011 | 00:23
Puff otra paja mental de las tuyas….. Feliz noche.
24 octubre 2011 | 00:30
Gracias Dani!
Después del blog calentito de este finde, con pelea de «gallos» incluida, algo menos visceral, más tranquilo, sobre todo si no te has colocado claro…Jajajaja
No sé aunque quieras probar que es ser ciego y cierres los ojos un rato, nunca lo sabremos porque siempre puedes abrir lo ojos y lo sabes, así que lo de cerrarlos…no es real.
Así que tendrás que preguntarlo a un ciego para saberlo…y su tacto, si es verdad lo que cuentan, sacan más matices que los videntes, debe ser una experiencia muy sensual ser acariciado por un ciego…mira por donde, algo que nunca había pensado…jajaja, esto te daría para un post.
Besos manchegos relajados, para empezar la semana.
24 octubre 2011 | 00:30
Esta si que la has escrito a mitad de un cuelgue, pero mejor hubiera sido que rematases la jugada con la espalda desnuda de tu chica.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
24 octubre 2011 | 00:30
¿cobras por escribir estas cuatro chorradas? Así va la pandereta de este país.
24 octubre 2011 | 00:35
Es másciego el que no quiere ver. Bona nit, noy
Clica sobre mi nombre
24 octubre 2011 | 00:36
Pues el ciego de un ciego será tan ciego como un ciego nuestro. Creo que necesito un ciego. O calor. Aunque creo que siempre lo que busco es amor ciego, sin ciego y con calor.
http://mispieshacenelcamino.blogspot.com
24 octubre 2011 | 01:26
http://www.chatandorra.es
24 octubre 2011 | 02:59
Pues no sé como será, no es algo que me haya planteado nunca… ya ves tú.
Solo sé que hoy me pasado con el sol y por ello me merezco una buena siesta.
Yo ya he empezado mi semana hace 12 horas, espero que la empeceis tan contentos como yo… hoy os va a hacer sol, creo haber leido y eso siempre alza el ánimo.
24 octubre 2011 | 05:02
Pues supongo que será plagado de sensaciones (que no de imágenes). Sentir que estas flotando (aunque no veas que tus pies se eleven del suelo).
En su cuelgue interno habrá sentido alguna vez el tacto de una moneda que tuvo en sus manos y años más tarde volvió otra vez a ellas?? Sentiria ese cuelgue de si mismo??
24 octubre 2011 | 08:07
¿Cómo será el cuelgue de un ciego? si despues de contar un cuento que no es tal , vas y terminas haciendote esa pregunta , creo que este finde te has tomado mas sustancias de las devidas .
besos para ellas sin cuelgue ni nada . natural como la vida misma .
24 octubre 2011 | 09:09
Un poco decepcionada hoy con tu post… o un mucho…
24 octubre 2011 | 09:48
A mí como que los cuelgues no me van nada… Este post relacionando dinero, ceguera y espaldas… no me termina de llegar. No me gusta tampoco que se bromee con los «cuelgues», a muchas personas le han destrozado la vida.
24 octubre 2011 | 10:26
En pocas palabras, tu post de hoy es una mierda como un camión.
Supongo que habrá gustado las 4 de siempres que se tienen que cambiar de bragas 3 veces mientras te leen escriba lo que escribas, pero a los que te seguimos porque a veces (últimamente casi nunca), escribes cosas interesantes quizás solo nos queda recomendarte que te tomes unas vacaciones de varios meses antes de volver a escribir nada. Te hará bien. 😉
24 octubre 2011 | 10:40
Lo mismo @INEPTOS es el propio Daniel, no me extrañaría nada. Decirte que yo personalmente, a veces es porque no quiero o no tengo ganas. Todo es respetable, ¿no?
24 octubre 2011 | 10:41
Me lo he leido otra vez. Este post no es una mierda, es una forma de decir que hacen los ciegos, aunque vean, y que hacen los que ven y sienten de verdad, no solo con el tacto, sino con todos los sentidos. Creo. Y que se puede comunicar o transmitir un sentimiento cuando no se es un puñetero materialista. Si es eso, estoy de acuerdo. Aunque entiendo que no le interese a muchas personas.
24 octubre 2011 | 10:48
comentarios como el de INEPTOS… me repatean.
Son propios de esa gente a la que piden que analicen un cuadro pintado por niños de 5 años puesto en un museo para hacer picar a la gente, y se ponen a hablar del «existencialismo, búsqueda interior y angustia del autor».
Si, angustia por su bocadillo de nocilla, supongo.
24 octubre 2011 | 10:51
No hay más ciego que el que no quiere ver.
24 octubre 2011 | 10:55
Bueno…no voy a entrar a valorar el post, simplemente me centro en lo que dice…¿los ciegos reconocen el valor de los billetes por su forma y tamaño?…no hijo no, todos los billetes tienen unos identificadores táctiles hechos en el sistema braile, precisamente para que los ciegos, reconozcan el tipo de billete que tiene entre las manos, nada de que los reconocen porque su largo o alto…un poco de saber de que se habla.
Respecto al manejo del dinero, si que es algo en lo que me fijo, hay gente que saca los billetes arrugados directamente del bolsillo y los depositan tirandolos al mostrador, luego está mas o menos la gente normal (como yo), que tenemos los billetes dentro de una cartera adecuada y siempre intento dárselo a la persona que me va a cobrar en la mano, porque digo yo, que estamos tratando entre personas y por eso lo de dárselo en la mano, pero hay veces que el camarero/a, taxisto/a o dependiente/a, no tiende la mano y te quedas ahí como un gilipollas esperando a que lo haga y entonces cuando reacciono…pues lo tiro al mostrador de mala gana, porque me jode bastante intentar tratar a la gente como personas pero que prefieran que les trates como a una cosa o animal…siempre me he preguntado si será porque tienen miedo a contagiarse de algo, si les da grima el contacto de su piel con la piel de sus otros conjeneres o serán ordenes venidas por algun tipo de política de empresa…si alguien sabe algo sobre este extremo, me encantaría que me sacara de dudas.
Yo conocí, estube o pase ratos intermitentes con ella en el espacio tiempo y lugar (no lo sé a ciencia cierta)…total…lo de esta mujer era algo espectacular, sacaba los billetes perfectamente alisados y en todo su esplendor, estaban siempre todos como nuevos, parecía que en vez de cartera tuviera un cajero automático directamente…pues eso, salían nuevos, se tomaba su tiempo para elegir perfectamente según el coste, el billete adecuado, nada de pagar 8 euros con un billete de 20 teniendo uno de 10. Los extraía con dos dedos, el Indice y Corazón, con una delicadeza extrema, despacio y con esa misma delicadeza se los tendía a los dependientes, siempre con una sonrisa en los labios…me flipaba, me quedaba flipado viendo ese «espectáculo», me encantaba verla pagar (no por hecho que pagase, no me entendais mal, aunque tambien hay que decir que era bastante generosa)…era como un experiencia casi religiosa, cada vez que me acuerdo me dan ganas de llamarla para que me invite a algo, pero me temo que si lo hago, mas bien me invitaría a visitar la Huerta Murciana o en su defecto, a visitar cualquier punto y/o lugar lo mas alejado de su persona…
24 octubre 2011 | 11:47
Si el ciego se pone ciego, quízá grite: Creí verlo todo.
http://esgarracolchas.blogspot.com/
24 octubre 2011 | 11:53
Todos alguna vez en la vida
sentimos la sensación,
de ver con las yemas de los dedos,
formas, texturas y colores,
sentir el frio del dinero
o el calor del amor
que a diario siente el ciego.
¿Quién no, cuando era un púber
en la oscuridad de un parque,
recorrió más de una vez
con las yemas de los dedos,
de un cuerpo, mucho lugares?
Quizás algunos rincones
que por pudor de juventud,
no se atrevían a enseñarte
y no te lo dejaban ver.
Todos aprendimos a ver,
a contar y a mirar
con las yemas de los dedos
como si supiéramos Braille.
Hábito que fuimos perdiendo
con el transcurso del tiempo,
al perder la timidez
al dejar de ir, luces encendiendo.
A veces en la obscuridad
las manos acarician unas espaldas
buscando el lunar que ya conoce
y que con las yemas de los dedos
se vuelves a ver
igual, que cuando se era joven
en la obscuridad del parque.
A veces en la obscuridad,
hay uñas que desgarran las espaldas,
que trozos de la piel arrancan,
la sangre brota y ni lo notan
Se dan cuenta cuando ven
al encender la luz
las manchas, en las sábanas,
porque esos dedos
quedaron ciegos, y ya no ven.
24 octubre 2011 | 12:10
Gran post. Videntes e invidentes, todos padecemos de ceguera alguna vez. Por cierto, ¿sabíais que existen carreras populares para ciegos? Para noticias curiosas sobre atletismo y running, aquí tenéis una página interesante:
http://vamosacorrer.elcorreo.com/
Un saludo!
24 octubre 2011 | 12:20
No sé si hago eso que dices, Arkangel. Me fijaré para no provocar cegueras de ira.
24 octubre 2011 | 12:42
Te sobra ese «no». Se dice «una cosa que ni tú ni yo vamos a sentir nunca».
24 octubre 2011 | 12:44
«El calor del dinero» Tu lo has dicho.
Bajo el calor del dinerito todo el mundo tiende a contener o disfrazar su verdadera cara. Qué diver contemplar ese pulso que se traen algun@s entre las ganas, la cobardía y la hipocresía social. Les observo, se distinguen claramente, yo lo sé, ellos lo saben. Están vendidos por completo. Yo soy libre para señalarlos pero ellos no, deben moderar cada uno de sus actos por el calorcito del dinero.
Me produce placer comprobar cómo los hipócritas están sometidos a los limites de sus propias circunstancias. Eso es así.
Bajo el calorcito del dinero prisionero, a más de un@ se le coge por los huevos. Que diría mi abuelo.
Buenas tardes a todos!
24 octubre 2011 | 12:56
Camarera…muy bien hilado por el tema del post, lo de «cegueras de ira»…jejeje, pero te diré que en mi caso tampoco es que sea ira, pocas veces o ninguna creo, he sentido ira. En este caso concreto, es simplemente enfado y fustración ante el comportamiento de ciertas gentes que se creen personas, no sólo somos personas por nuestra naturaleza…debemos de demostrarlo…
24 octubre 2011 | 13:17
Nosotros si que estamos ciegos por el dinero. Si nos liberasemos del concepto-dinero podriamos ver la luz. Sólo es una utopia claro porque al existir nosotros y vivir en sociedad necesitamos hacer transacciones comerciales y eso sólo se puede hacer con dinero. Tenga la forma que tenga este dinero.
clica sobre mi nombre
24 octubre 2011 | 13:48
Te podría dar muchas razones por las que un camarero, en determinados momentos se mantiene distante, entre otras el trabajo es común, no poder atender con el tiempo que una persona se merece. Pero para mi la razón fundamental, es que hay personas que pagan un café y una calurosa sonrisa (cuando me da la gana, casi siempre) y se piensan que tiene derecho a alguna parte de tu alma. Hay que tener cuidado con dar más atención de la debida. En cuanto a los que nos tratan como si no fueramos personas… son los mismos que los que se equivocan. No te puedo dar las gracias porque me trates por lo que soy, al igual que no pido que me agradezcan una sonrisa que doy porque quiero. 😉 pa´ti
24 octubre 2011 | 14:09
«Te podría dar muchas razones por las que un camarero, en determinados momentos se mantiene distante, entre otras el trabajo es común, no poder atender con el tiempo que una persona se merece. Pero para mi la razón fundamental, es que hay personas que pagan un café y una calurosa sonrisa (cuando me da la gana, casi siempre) y se piensan que tiene derecho a alguna parte de tu alma. Hay que tener cuidado con dar más atención de la debida. En cuanto a los que nos tratan como si no fueramos personas… son los mismos que los que se equivocan» pensando que compran algo más que un café. «No te puedo dar las gracias porque me trates por lo que soy, al igual que no pido que me agradezcan una sonrisa que doy porque quiero. «
24 octubre 2011 | 14:13
Los ciegos alucinaran con otras sensaciones que nos pasan desapercibidas. Sensaciones tactiles (increibles), sensaciones auditivas (palabras y sonidos furtivos que ni siquiera escucharíamos los videntes), sensaciones gustativas (¿qué sabor despertará sus sueños?) y por supuesto olfativas, mucho más desarrolladas que las nuestras. No nos sintamos tan superiores. No todo es ver. Para ellos y para muchos de nosotros, creer es ver…
24 octubre 2011 | 15:30
En tu taxi y en cualquier sitio los ciegos no «acarician» el dinero, sino que lo palpan para SABER qué es lo que están dando, al igual que la vuelta que se les da. No hay más, es su sistema de conocer.Se puede ser ciego pero no tonto. Que de eso saben mucho los que venden el cupón.Que en múltiples ocasiones les han tratado de engachar, bueno, otras lo han conseguido.
El tema de los ciegos me viene muy de atrás. Me refiero a que mi padre tenía un hermano que vendía el cupón desde muy temprana edad y mi abuela fue siempre su lazarillo. Hace mucho, desde luego, en otra època, además que tenía visión, muy poca, pero la suficiente para poder aprender a leer de muy pequeño hasta que perdió totalmente la vista. Recuerdo de muy pequeña, tendría 5 o 6 años leerle en casa de mi abuela los periódicos, le gustaba mucho el Ya, en los veranos en que por trabajo siempre de mis padres me quedaba en casa de mi abuela hasta que me empezaron a mandar a albergues, muchos he recorrido , durante un mes
. Si digo que iba a los de la Sección Femenina ya saldrán quienes empiecen con lo de siempre,pero viene a cuento que entonces (Yo era la única nieta de esa abuela) me iban a visitar mi abuela y mi tío el ciego allí dónde estuviera, ya fuese en Béjar, en Sada, en Santa Pola, en Zarauz ,en Sanlucar. Nunca olvidaré a los dos
Me voy a seguir ciñendo al post. Es que me pongo con otros asuntos y no paro. Lo del ciego drogado por las monedas recibidas ( o algo así) lo de la abstinencia esa por no tener el billete en la mano, lo de la espalda desnuda de vete tu a saber quien (será la de aquel post digo yo)y todo lo demás es que ya digo que menuda imaginadicón y encadenamiento de sensaciones. Un aplauso, majete por esta vez, que no se diga , que cuando me gusta o no veo motivos para tirarte de las orejas, pues lo hago.
24 octubre 2011 | 16:25
Me he preguntado más de una vez, qué es lo que ven en sus sueños los ciegos de nacimiento. Los que sólo saben como son las cosas que les rodean, por las sensaciones que estas les transmiten. Sería interesante ‘visualizar’ una espalda desnuda, en el sueño de un invidente 🙂
El resto de los sentidos se despliegan y desarrollan cuando tenemos una privación sensorial de uno en concreto. Una persona muy cercana a mí, sabía quien había llegado a casa, sin ver, (no veía), por los sonidos y la forma de abrir la puerta, el crujir de la madera, el sonido de los pasos…es otra dimensión inalcanzable para los que disfrutamos del placer visual de una espalda desnuda y dormida 😉
Mara becaria del 20M?? Frío, frío…duerme más y mejor…entre levantarte al baño y el exceso de sol estás en las antípodas (afortunadamente) je,je…
Ana…come con un sólo tenedor…será suficiente 😀 A partir de los 35 la grasa se acumula en ese lugar sobre el que te sientas y crece y crece…supongo que ya lo notaste 😉
Para hablar sobre política, te vas a blogs políticos, vale, lo pillo…Para hablar de lo que viajas y te mueves..prueba con destinia punto com 🙂 🙂 🙂 Ni libre ni ocupado…no es ub blog de viajes je,je…el único que viaja es Dani en su taxi …
Feliz tarde de lunes a la gente valiente 🙂
24 octubre 2011 | 16:29
Ay, Natalita, Natalita….. en finssssssss… mira, yo también me he preguntado siempre como se imaginaran las cosas lo ciegos de nacimiento y como serán sus sueños. Pues creo que seran iguales que como perciben las cosas. Si hay gente, me incluyo, que cuando se pasa la vida oyendo hablar en inglés y hablando en inglés…. termina soñanado en inglés…. digo yo que con los ciegos pasara lo mismo… que sueñas solo sensaciones, ¿no? No conozco a ningun ciego de nacimientos, pero una mujer en Galicia que se quedo ciega hace muchos años me contó que hacia tiempo que se estaba olvidando de como eran las cosas…. fuerte.
24 octubre 2011 | 17:32
Es curioso.Hoy me he quedado con un tacto extraño.He estado manipulando un ácido, (de los que limpian) y me he quedado incluso sin huellas dactilares.
Hoy si yo fuera ciega, no distinguiría un billete de otro.¡Qué cosas!
¿Cómo será el cuelgue de un ciego?No lo sé, pero no me da buen rollo.
24 octubre 2011 | 18:12
Madre mía casi no llego, vaya diita pasado por agua.
Pues habrá ciegos que sientan mucho y otros con menos sentimientos que un pepino de gazpacho.
24 octubre 2011 | 21:10
¿Cómo será el «cuelgue» de un ciego? «asdfgñ», imagino.
24 octubre 2011 | 21:31
Cuando unas manos queman
después de tocar los €uros,
no es que aún estén calientes
porque, están recién hechos,
tampoco, es por alergias.
Es que los han sustraídos
y remuerde la conciencia,
no vale ponerse guantes,
solo hay que devolverlos.
24 octubre 2011 | 21:57