Ni libre ni ocupado Ni libre ni ocupado

Elegido Mejor Blog 2006.Ya lo dijo Descartes: ¡Taxi!, luego existo...

Mundo florero

– La mesa del reservado tiene forma rectangular, para seis comensales. Tres y tres. Tú te sentarás a la derecha de Paul – dijo el hombre.

– ¿Cómo es Paul? – preguntó ella.

– Cincuenta y cinco años, pero cano y gafas. Es inglés, pero se maneja bien en castellano. Tendrás que ser sumamente atenta con él, ya sabes. Le gusta la pesca, el casino y creo que ya va por el tercer matrimonio, pero no toques el tema a no ser que lo saque él. Procura, en cualquier caso, no hablar más de la cuenta. Ríele las gracias, hazle sentir cómodo. De todos modos, me consta que le gustan las mujeres exuberantes. Tu simple presencia lo eclipsará.

– De acuerdo.

– ¡Ah! Sólo un detalle más: en cuanto yo comience a hablarle de negocios, en las copas, después del postre, márchate durante no menos de diez minutos. Di que vas al servicio a retocarte el maquillaje, o a llamar por teléfono. Todo muy natural, ¿vale? Ahí le propondré cerrar el trato.

– ¿Y el resto?

– ¿Qué resto?

– Acabas de decir que seremos seis a cenar. Faltan tres.

– Na. Directivos de empresas del grupo. Pasa de ellos. El objetivo es Paul.

– Entiendo.

– Es un inversor muy importante. Me juego un bonus de dos millones esta noche.

– ¿Cómo me presentarás?

– Como mi pareja.

– ¿Cuánto tiempo llevamos juntos?

– Tranquila. No creo que se interese por nuestra vida sentimental. Si llegara el caso, déjame hablar a mí.  

– ¿Nombre?

– ¿Cómo te llamas?

– Como tú quieras.

– Marla. Marla está bien. Suena exótico.

Nos detuvimos a las puertas de uno de los restaurantes más exclusivos de la ciudad. El portero abrió primero la puerta de ella, que bajó del taxi con suma elegancia. Luego el hombre me pagó el trayecto y esperó también a que el portero abriera su puerta.

El usuario era un hombre elegante (peinado a la cera, gemelos brillantes, Rolex, zapatos lustrados). Ella, poco menos que modelo: piernas largas, alta costura, sibilinas formas y una mirada de esas que insinúan lo que estés dispuesto a pagar.

Empresario y chica de compañía por horas; florero regado con billetes de cien, maceta a juego con su corbata. Ella era esa guinda de un pastel que nunca empacha al bulímico de los negocios. La geisha ibérica de una cena estudiada al milímetro. Impecable atrezzo a cuenta de los gastos de representación de la empresa.

Mundo vacío. Mundo florero. Todos conformes.

101 comentarios

  1. Dice ser txema

    Yo lo único que puedo decir desde mi humilde opinión, una persona que está acostumbrada a ganar 1500/2000/3000 y más euros, que le digan que limpiará toda una oficina y le pagarán 600 euros, no lo aceptará.
    Pienso exactamente igual que Abracalabra, que quien lo es porque ha elegido el trabajo en cuestión, es una manera «facil» de ganarse la vida y no se puede comparar con hacer cafés, pero aquí el mundo se mueve por dinero y seguro que hacer cafés no es tan desagradable, pero tampoco se gana tanta pasta, sinó no existirian tantas.
    Salu2

    06 abril 2011 | 12:55

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