Tomó asiento, cerró la puerta y el espejo retrovisor me dijo el resto. Los mismos ojos color hambre, los mismos pómulos, la misma boca, mi misma arritmia.
– Buenas tardes. ¿Me lleva a la calle…
– ¿Maldonado esquina Lagasca? – interrumpí.
– ¿Cómo lo sabe? – me preguntó asombrada.
– Es la segunda vez que coincidimos, a esta misma hora y en esta misma parada. Del trabajo a casa, supuse entonces. Dadas las circunstancias, ahora supongo lo mismo. En aquella ocasión usted llevaba un abrigo de tweed distinto a ese, más entallado, con dos filas de botones y un bolso marrón cuyo broche hacía juego con las hebillas de sus tacones, también marrones. Olía a tabaco. Ahora no. ¿Consiguió dejar de fumar?
– Sí, bueno… ¡caray! ¿Memoria fotográfica?
– Memoria selectiva – arranqué y accioné el taxímetro.
– ¿Selectiva?
– Olvido los rostros, pero no las huellas.
– ¿Qué huellas?
– Me llamó la atención su cicatriz.
– ¿Ésta? – señaló con el dedo una pequeña cicatriz bajo su labio inferior.
– Sí. Esa.
– Yo la encuentro de lo más común.
– No lo es. En realidad le da un toque peculiar y misterioso a su rostro. Y algo me dice que a usted le gusta su cicatriz. Recuerdo en aquel otro trayecto que usted tendía a morderse el labio inferior cada vez que se sentía observada por mí a través del espejo. Es más, tiende a morderse el extremo opuesto del labio, el lado izquierdo, resaltando la cicatriz del derecho. Tal vez lo tome como un gesto de lo más común, pero bien sabe que a nosotros, los hombres, nos gustan ese tipo de detalles. El suyo resulta divertido, desenfadado. Incluso sexy.
– ¿Insinúa que traté de seducirle? – me preguntó.
– Tampoco he dicho eso. A todos nos gusta gustar. Sentirnos atractivos hacia el resto. Nos hace sentir bien. Usted está casada, lo sé.
– Mi alianza…
– Su alianza, sí. También me fijé en eso.
– ¿Entonces?, ¿qué pretende decirme?
– Que me fijé en usted. Que a mí también me sedujo su cicatriz. Que recuerdo aquel trayecto con asombrosa nitidez. Eso es todo.
Llegamos a su destino. La mujer me pagó la carrera y abrió su puerta. Me giré, nos miramos, y en esto volvió a morderse el labio inferior. Sonreí y se marchó.
Ya fuera reanudé la marcha y a través del espejo retrovisor vi cómo sacaba del bolso una libreta y apuntaba algo mirando al tiempo la estela de mi taxi. Tal vez anotara mi matrícula con la que poder localizarme y convertir aquel segundo encuentro casual en un tercer cruce premeditado. O puede que tomara nota para denunciarme a la policía por acoso. Quién sabe.
Simplemente observador, detallista y con un par….
Tu lo cuentas, se lo dijiste a ella. Otros callan por temor a ser tratados como acosadores.
siempre lo digo M E E N C A N T A S .
besos a tod@s
17 marzo 2011 | 14:15
soñando… soñando… soñe q yo era ella… jajajaja
17 marzo 2011 | 14:40
Casi Agripino, morituri te salutant. ¿Sabes qué pasa? Que podría caer en el mismo error conceptual de la expresión medio ambiente, porque ambos términos significan lo mismo, así que vendría a ser una reiteración innecesaria.
Eso me pasaría a mí si utilizara la expresión «progre acomodado», que caería en reiteración, y no por ná, porque si hay que ir se va, pero, ¿pá qué?
¿Que no?
17 marzo 2011 | 14:41
¿Y TE DIÓ TIEMPO A MIRAR A LA CARRETERA?
http://www.pulgacroft.blogspot.com
17 marzo 2011 | 15:52
El espejo retrovisor de tu taxi, da para mucho ;P.
Me gusta pensar que aunque hay un todo que sorprende y gusta, siempre hay detalles asociados a los recuerdos.
A mí también me gusta que mi cicatriz sea un sello propio.
17 marzo 2011 | 16:07
Sielos! Si cojo un taxi y el taxista me recibe con es avalancha verbal y de detalles sobre mí, es que me bajo en marcha, pensaría que eres un psicópata puesto de speed.
17 marzo 2011 | 16:55
me tenías preocupadilla!!! jum… m.e.
17 marzo 2011 | 17:07
Tal como dice Público: LOS OCCIDENTALES HUYEN EN MASA DE LA AMENAZA ATÓMICA.
Imágenes de uno de ellos tratando de escapar del infierno nuclear:
http://videos.libertaddigital.tv/2011-03-17/aqui-no-hay-caos-ni-destruccion–fnxHICZZvA.html
Advertimos que son imágenes muy duras: podrían herir, muy especialmente, a la delicada sensibilidad de los anti-nucleares.
17 marzo 2011 | 17:45
¿Sabes lo que más me extraña?
Qué ella no te recordara a ti.( sin acento)
Una mujer suele darse cuenta cuando la están haciendo una inspección como la que tu hiciste el primer día.No te perdiste detalle.
……….¡Y además se lo has dicho!
Eso ocurre pocas veces.
Y eso a una mujer, le mola.
PD. La foto es preciosa, pero me gustaría ver algún día uno de esos dibujos tuyos que comentó Manu. 😉
17 marzo 2011 | 19:39
Esto último me ha hecho recordar a Boli, ex bloguero de 20 minutos.
Espero que ya estés disfrutando de tu «babyta».
Un saludo Tito.
17 marzo 2011 | 20:14
Aunque ya no sorprende el prolífico don de montar historias (buenamente 🙂 ), parece que siempre pones el listón bastante alto para el día siguiente.
Esta me hace recordar a una amiga con la cual pretendí más de lo que ella me dió. Tenía una mejilla cruzada por una cicatriz que hacía, tal vez más atractiva y sugerente su belleza. Hubo un tiempo en el que me ponía bastante, pero…entre que las calabazas estaban de temporada y que mi cabeza sufría por notables desajustes, preferí buscar otras cicatrices, que siempre encuentras alguna. Me cambié a otra que la tenía en un gluteo. El hechode descubrirla ya fue un consuelo, por motivos que te podrás imaginar, pero desde luego hizo que olvidara a mi sensual amiga caracortada.
«Ojos color hambre», ¡¡¡joder!!! situación perfecta cuando se juntan el hambre y tus ganas de comer.
Tienes la gran suerte de conocer a tus victimas y fantasear con ellas. Tienes la gran suerte de tener ujna imaginación envidiable y una hiperactividad creativa que ya quisieran muchos y desearían muchas. Yo creo que como dice xulita, a cualquier mujer le agradaría ese despliegue de control, se juntan el misterio, el morbo y eso termina, quieras o no, poniendo al/la más pintad@.
Lo cierto es que yendo al título, la memoria siempre suele ser selectiva, es la manera natural de nuestra máquina perfecta de guardar todo lo importante, tanto nimiedades como recuerdos favoritos o no tanto.
Gracias por estos ratos.
17 marzo 2011 | 20:23
jaja,,, Te denunciara! of course!…
memoria selectivaa!.. esa es la miaaa!!!
17 marzo 2011 | 21:14
Queremos un dibujo tuyo Simp!!
17 marzo 2011 | 21:40
Simp, deberías colocar un espejo retrovisor anamórfico en tu taxi, y así, podríamos disfrutar de tus «historias» en Cinemascope.
17 marzo 2011 | 21:46
Doctora M. imaginarla mordiendose el labio a la vez que tiene un orgasmo hace que mi ereccion sea cada vez mas prominente. XD
17 marzo 2011 | 21:47
Si te denuncia no sabe loque es un acoso y no tiene nada que hacer si tú te mantienes en tu verdad y no la lías.Que seas tan observador y recuerdes algo de alquien que te llama la atención no quiere decir nada y seguro que ella tb lo sabe. Y lo que ha apuntado… vete tu a saber. igual ni siquiera te miraba a ti. puede que estuviera apuntando el tlf de un piso en venta que estaba en la direccion de tu taxi. A mi tb me pasa a veces.
17 marzo 2011 | 21:54
Frateli imaginarla mordiendome el labio a la vez que saborea mi sangre a la vez que tiene un orgasmo me pone muy bruto. XD
17 marzo 2011 | 21:59
lo de anónimo es un acoso.
17 marzo 2011 | 22:07
A veces una cicatriz
pueda que sea un recuerdo,
muchas veces de los buenos,
no para quien la posea.
Pero si para quien que la vio,
y acarició con sus dedos.
Cicatriz o cicatrices
que en el abdomen tenía,
bien por una apendicitis,
o por una laparotomía,
quizás por una cesárea
para traer, un hijo a la vida.
Pero que con mucho cariño
recordamos ya que eran,
de la persona querida
a la que un día perdimos,
porque así es la vida.
Las cicatrices que vimos
alrededor del ombligo,
son una de esas cosas,
que no se suelen olvidar
ya que, en la memoria perduran.
17 marzo 2011 | 22:29
Oh, me encantaria que me pasara a mi esta historia…
17 marzo 2011 | 22:31
Arkangel no había leído tu comentario!!
Hombre, la verdad es que cuando hace tiempo que vives en una ciudad, mucha gente te suena. A mi me pasa en Barcelona, parece que estoy en mi pueblo (exagero un poco, pero más o menos es así)…
Aunque si me viniera alguien en plan como tú dices: «hola ya es hora ehhh…nos vemos todos los dias y nunca hemos hablado” . Según quien fuera me daría miedito. XDD
Besos!
17 marzo 2011 | 22:32
Por fin!!!!! Qué ansiedad coño! Todo el día leyendo y sin poder decir naená! A ver si voy a ser adictooooo al blog! y yo con estos pelos y sin enterarme…
A mí la memoria selectiva hoy me ha salvao de una angina de pecho, Daniel, hijo mío. Porque vamos, vamos, santo susto oigan!
¡Medeaaa! qué nombre más bonito tienes niña -y evocador. Y que tienes veintipocos, que lo has contao el otro día. Menos mal que estuviste de carnavales en Sitges y que a las horas que comentas -suelo fijarme- otra que celebra el santo el mismo día que tú -el 24 de Julio por cierto- está ya en coma profundo. Y si está despierta… con el ordenador no está jugando. Ejem.
Si no llega a ser porque selectivamente recordaba toooooodo eso…hoy me veo leyendo todos tus comentarios retrocediendo hasta vetetúasaberdóndeeee! Y pa leer estoy yo ahora.
Madre míaaaa! No puedo con la junta de la trócola.
Me voy a dormir la siesta que va a ser mejor.
Coletitaaaa aquí estoyyyyy! Ni el océano puede con el binomio. Buenas noches para ti! y para mí no sé, porque estoy pensando dónde me pego un tiro…
Mientras lo pienso voy a escuchar un poco de música.
Buenas noches a todos. A ti también Medea.
https://www.youtube.com/watch?v=kMXiG3uccZw&feature=related
17 marzo 2011 | 22:56
Creo que volvereis a encontraros…
Esto promete…
Mantenlo mientras puedas…es de esas historias que si juegas bien tus cartas, pueden durar eternamente…(aunque solo sea en tu memoria).
Beso, Dani.
Achuchón, manu.
Felices sueños al restooooooooooo
17 marzo 2011 | 22:57
@CARPE-DIEM
Tienes tanta palabra como mi gato y estas mas loca que una cabra
Desaparece
17 marzo 2011 | 23:23
Hola Lobo! Gracias!
Perdona pero es que no acabo de entender la conexión de tus frases, igual estoy un poco espesa…hoy ha sido un día laaaargo….
Qúe tiene que ver mi edad, con que fuera a Sitges, con mi santo y con alguien que no se quien es que comenta a otras horas… me he perdido del todoooo!!! supongo que has hecho conexiones de memoria selectiva, no? no sé XD
Me encanta la canción que has puesto!
buenas noches!! besos
17 marzo 2011 | 23:25
Llego un poco tarde hoy, gracias a todos los que me dedicasteis vuestra preciosas palabras ayer, aunque algun@ tendría que tener cuidado de no morderse no sea que se envenene.
Veo que habéis desarrollado una exquisita dialéctica, que por desgracia únicamente usáis para intentar ridiculizar a los demás reduciendo sus argumentos a una absurda descontextualización de sus palabras, todo ello aderezado con un buen puñado de tópicos. Mi más sincera enhorabuena pues lo habéis convertido en un verdadero arte.
El post de hoy me parece una bella descripción de cómo nuestra memoria es capaz de retener una enorme cantidad de información si toda ella está interconectada por componentes visuales muy llamativos, si a alguien le interesa el tema puede googlear esquemas mentales o estructuras cognitivas, es muy útil si estás estudiando algo.
PD: La cruz roja ha empezado una campaña nueva para recaudar fondos vía sms para los afectados en Japón, parecida a las anteriores campañas de otros grandes desastres, si os interesa hay mucha info en la red.
17 marzo 2011 | 23:44
,,,,no es por malmeter pero como yo sí que lo he pillao me explico : creo que Lobo se asustó porque tú podías ser alguien que él conoce bien y que se llama como tú,,,,,,celebra el santo el mismo día que tu of course y que tiene tu misma edad,,,pero ese «»alguien»» no estuvo de carnavales en Sitges,,,,por eso se le fué el susto. Sinó lo pillas te lo repito.
17 marzo 2011 | 23:51
Una cicatriz recorre mi sien, para recordarme algo angustioso, por decirlo delicadamente.
No siempre las cicratrices evocan gratos recuerdos
17 marzo 2011 | 23:53
,,,ahora vas y lo cascas,,,,, 🙂
17 marzo 2011 | 23:53
«Oh, noche, fiel amiga de los misterios;
y vosotras, doradas estrellas y luna, que seguís a la orgullosa estrella del día;
y tú, Hécate, diosa de tres caras, que conoces mis designios y vienes dar fuerza a mis conjuros y artes mágicas;
y tú, tierra, que ofreces tus potentes hierbas a los magos;
y aires, vientos, montañas, arroyos y lagos, y todos vosotros, dioses de los bosques,
y todos vosotros, dioses de la noche:
¡Yo os convoco!»
Invocación de Medea a Hécate: Ovidio, Las Metamorfosis.
17 marzo 2011 | 23:56
@ Medea
aaaaahhhhh jajaj ya decía yo que estaba espesa hoy….
@Anonimous. Me parece muy mal que haya personas que se mofen o pongan en duda la sensibilidad de los demás, en este caso la tuya. No hagas mucho caso, el problema no es tuyo.
@Cuclillo. Has leído las Metamorfosis? Vaya librito espeso, ahí sale to cristo, bueno él no. XD
18 marzo 2011 | 00:10
,,,,pero lo has pillao???
18 marzo 2011 | 00:12
Afirmativo!!!! Capisco!
18 marzo 2011 | 00:27
Muy bueno, yo no me hubiera bajado sin pedirte tu teléfono. Si un hombre se fija tanto en mi, casada y todo, no lo dejo escapar.
Otro abracito, y este sin pedirlo siquiera.
18 marzo 2011 | 00:30
recuerdo que una vez me fijé yo también en una marca muy personal, un chico con el que cruzaba mi camino a diario (tal vez a propósito) hoy, unos años después, lo tengo ocupando mi cama, y mi corazón, claro. quién me iba a decir que el chico del tatuaje sería el hombre de mi vida!!!
PD: @simpulso: tal vez algún día debieras dejarte llevar, y al igual que dejas fluir tus palabras, dejar que fluyan también tus actos
18 marzo 2011 | 08:47
@Medea.
No, no he leído las Metamorfosis. Quince libros y 12.000 exámetros… jeje.
He googleado tu nombre, junto a Hécate y Circe.
18 marzo 2011 | 10:39