Cinco días después de aquel flechazo casual en mi taxi, cuatro días después de aquel primer beso, Paula me invitó a cenar en su casa.
A las 21.53 toqué su timbre. Al otro lado de la puerta escuché ladridos y la voz de Paula gritando: «¡Calla, Sauron! ¡A la cocina!». Luego abrió y se acercó para darme un beso. Llevaba unas botas Camper, un kimono rojo hasta los tobillos y dos coletas.
– No sabía que tuvieras perro – dije, asustado.
– Na. Era broma. Sólo quería ver qué cara ponías.
– Ahhh. Mmmm… Pues… Ladras… muy… bien.
– ¡Gracias! Anda, pasa.
Entré en un salón abuhardillado. Lo primero que llamó mi atención fue su telescopio, dispuesto sobre un trípode y enfocado en dirección a una enorme foto de la luna colgada en la pared. Me acerqué a la lente y a través de ella vi la ampliación de un cráter sumamente pixelado.
– Todo es mentira – me dijo. – ¿Una copa de vino?
– Vale. ¿Y esa flecha? – pregunté refiriéndome a una flecha blanca en diagonal pegada en el centro de la ventana.
– Es el puntero de Windows. Cada vez que el sol coincide justo detrás del puntero, clicko, y se abre una ventana nueva.
Había libros por todas partes, incluso en los lugares más insospechados. Ayudando a Paula en la cocina encontré la Biblia y el Corán dentro del horno. En la nevera, Las Edades de Lulú, La Flaqueza del Bolchevique y Lolita (metidos, los tres, en un tupper). Más tarde, en el cuarto de baño, me topé con decenas de volúmenes (Moby Dick, El Lobo de Mar, Veinte mil leguas de viaje submarino, entre otros) apilados en el bidé.
La cisterna del retrete no tenía tapa. Me asomé. Lo que vi en su interior me dejó atónito. Era un pato de goma flotando en la superficie. Tiré de la cadena y entonces el pato comenzó a descender con el agua hasta quedarse varado al fondo de la cisterna. Luego volvió a salir agua y el pato ascendió hasta alcanzar su nivel inicial. Ahí lo grité por primera vez:
– ¡Te quiero!
– ¿Cómo? – gritó ella desde la cocina.
Entró en el baño y me encontró con los ojos clavados en el pato, tirando una y otra vez de la cadena.
– Que… te… quie… ro.
– ¿Mi pato? Es el Príncipe de las Mareas.
Esa noche comí sushi en su vientre (y ella sashimi en mi boca), bailamos compartiendo, en orejas opuestas, dos pequeños auriculares enganchados a su iPod («así es más romántico», me dijo), jugamos a adivinar los lunares del otro y acabamos haciendo el amor sobre un mar de cojines.
Varios orgasmos después, compartiendo un último cigarro, me dio por preguntar:
– ¿Por qué yo?
– Antes de conocerte me dejaba medio sueldo en taxis.
Dicho esto me dio la espalda, apagué el cigarro y dormí como un koala en un zoo para ciegos.
Me alegro mucho por tí. Te lo mereces.
11 enero 2011 | 15:38
ayyy que bonitooo!!! que lo disfrutes asi siempre…
11 enero 2011 | 16:02
¿Cómo puedes preguntarte cinco días después del flechazo si siempre será así?
Pues claro que no, pero relájate y disfruta.
La chica está algo «chifladilla»( ¡de buen rollo! ), pero seguro que no te aburrirás en algún tiempo.
Por cierto, creo recordar que tu pato tenía problemas de salud, espero que esté recuperado.
¡Salud!
11 enero 2011 | 16:56
Habia escrito un mensaje bastante elaborado que ha sido destruido por un error javaScript que fijo es culpa de el nuevo formato de 20 minutos.
Sintetizando en extremo y sin retórica diré que si esto fuese una historia ficticia en breve toca un giro argumental brusco.
Aun así simpulso gracias por entretenernos.
11 enero 2011 | 17:21
…A veces viene bien mezclar la prudencia con un gramo de locura.
11 enero 2011 | 17:35
Güeeeeno… algunos para conseguir la estabilidad necesitamos del caos.
Yo hoy no he entendido naená. Que si el sushi, el sashimi, el koala ese que no ve un pijo… si es que hoy, aunque mire, no veo, así que Elisaaaaa no tiés por qué preocuparte. Ah y oyesss, los mejillones como mejor están es al vapor, una hojita de laurel y pimienta en grano.
Hola, Lobo.
11 enero 2011 | 17:40
Uyyyyyy, menuda fiesta que se ha montado Danielín( como le llama Ely) con su nuevo amor, que al parecer es muyyy original y hasta tiene pato de goma como él.
Elisa, bonita, ¿Qué es eso de llamarla «la Pauli»?, como si la conocieste de toda la vida del barrio….. guardemos el respeto y las formas, fuera esas familiaridades. Además que el nombre -Paula- no admite diminutivos ridículos.
Bueno a lo que iba, que se me va el santo al cielo, asínnnn que me encarga Lobo que os encandile a las dos (la pelos de fuego y la asturiana), que teneis unas ideas con eso de la comida esa japonesa… que él no dijo claramente lo que vosotras habéis dado por sentado. Y, tiene razón, mira que mencionar lo de las uñas en plan de mejillones, de muy mal gusto, señoritas. Aunque eso del quimono, me ha gustado, esperadme que voy con vosotras a ver si pillo uno rebajado y en tono verde,que es mi preferido, pero si es azul, no me importa.
Esto….. Colère, jamía, es cosa mía o noto el asunto con lobo muyyy frío, sin arrumacos ,tornillos de besos y esas millonjas que os gastábais. Le has espetado un «hola Lobo», y ya está. Sospechoso, no digo ná más
11 enero 2011 | 18:02
muy buena peli, La recomiendo:
http://www.filmaffinity.com/es/film955985.html
11 enero 2011 | 18:15
«Esa noche comí sushi en su vientre (y ella sashimi en mi boca)»
Claro, claro… y ahora dirás que esa idea ha salido de tí solito…
11 enero 2011 | 18:29
@ Carpe
el retrete de Paula.
http://colinco.eu/wp-content/uploads/2009/07/inodoro.jpg
11 enero 2011 | 18:44
Me parece un personaje muy literario y creo que será más interesante cuando deje de ser tan guay, y te enseñe qué hay detrás de tantas capas de genialidad…
Mucha suerte
11 enero 2011 | 18:48
lo mejor lo del puntero en la ventana, buenisima xD
11 enero 2011 | 18:53
En menos de dos posts, ya estáis discutiendo. La chavala parece ser interesante y demás, pero si el pobre pato Príncipe de las Mareas vive en el retrete, ¡ha visto lluvias de todo tipo! espero que seáis tan considerados de sacarlo, el pobre no tiene ninguna culpa.
11 enero 2011 | 19:30
En compensación por mi mal rollito de ayer, pongamos música a la cena o merienda tardía con estas dos piezas únicas. Aprovechad para disfrutarlas antes de que se cierren por orden administrativa.
http://damoslacara.net/
http://www.prohibidoprohibir.org/firma
Antes muerta que perder la vida, que decía el poeta.
11 enero 2011 | 20:06
Una buhardilla con vistas « Ni libre ni ocupado Will you be talking more about this particular article. http://divorceattorneypasadena.org
11 enero 2011 | 20:13
Una duda: ¿Cómo duermen los koalas en un zoo para ciegos? ¿A tientas? ….
11 enero 2011 | 20:48
Si Paula, de entre toda su bibliografía, no tenía ningún libro-manual de auto-ayuda, fijo que es una Marisabidilla, Simp.
11 enero 2011 | 20:58
Le has preguntado si está con el camarero de su barrio para ahorrar en comidas? o si se ha liado con el jefe para lograr un ascenso?? o si se folla al casero?? Así yo tb tengo dinero… no te jode…
11 enero 2011 | 23:30
pero prefiero no tenerlo y no afirmar tan tajantemente ese «todo es mentira». Algunas personas sí son de verdad!
11 enero 2011 | 23:56
Frateli…
En realidad es Beatriz que se ha sometido a una operación de estética para empezar de nuevo. Sin las marcas de guerra del pasado. Cara nueva, vida nueva.
O… ¿Es un hobbit de la Tierra Media perdido en Madrid?
O… ¿Es alguien que sin ser Beatriz y sin ser hobbit no pudo leer el único post en el que Dani decía su ubicación exacta (Que seguro era la exacta, obvio…)?
O… Por lo contrario… ¿Eres tú disfrazada de Paula? (Pauli para las de delirios en estado avanzado)
¡¡¡Qué te aspen si te equivocas!!!
12 enero 2011 | 00:20
Gracias por el link…pero de éstos wc no he visto ninguno en España 😉
12 enero 2011 | 09:25