Yo también tengo la fea costumbre de escribirme notas en el dorso de la mano, palabras «clave» que me sirven de recordatorio urgente o importante, o números de teléfono que trascribo al dictado, en mi misma piel, cuando no encuentro un papel donde anotarlos. Luego, cuando el mensaje ya ha cumplido su función, yo también suelo borrarlo con el dedo mojado en saliva.
Bajando por la Cuesta de San Vicente me acordé de algo. Tenía la intención de presentarme a un concurso de relatos y el plazo de entrega concluía en tres días. Aún no había comenzado a escribirlo, pero ya tenía la trama en la cabeza (se me había ocurrido ese mismo sábado mientras llevaba en mi taxi a una pareja de sordomudos que comenzaron a discutir en silencio y a través de sus manos hasta acabar, justo antes de llegar a su destino, reconciliándose con los labios). Incluso ya tenía pensado el título: Se llamaría «TE QUIERO», pero había pensado escribirlo en Braille, con un punzón (sólo el título, claro).
Así que, en el primer semáforo, escribí «TE QUIERO» en el dorso de mi mano para acordarme del relato y ponerme a ello en cuanto llegara a casa. En esto, la usuaria de mi espalda (veintipocos años, ojos risueños, cabello rizado, piel de leche), víctima de la curiosidad, alzó su cabeza con disimulo para intentar leer lo que acababa de escribirme en la mano, pero justo en ese instante cruzamos las miradas y entonces desistió, avergonzada.
Y así nos mantuvimos, en incómodo silencio, durante el resto del trayecto.
Llegamos a su destino con el taxímetro marcando 9,55€.
– Cóbrate 10 – me dijo tendiéndome un billete de 20.
Y al devolver el cambio con mi mano zurda (me lié y olvidé que era la escrita) ella consiguió al fin leer ese «TE QUIERO», y al instante sonrojó y me miró por un segundo y abrió su puerta temblando, sin dejar de mirarme, y se bajó del taxi y se quedó parada, apoyada en una farola. Y así se quedó durante un rato. Me lo dijo el espejo retrovisor mientras me alejaba.
Lo sé.Sé que me quieres.
26 enero 2010 | 17:00
«Mujer» y «Hombre»…es impresionante leeros,de verdad.Yo amo el amor saben? me enamoro de las palabras nunca mejor dicho.Saludos desde barcelona.
26 enero 2010 | 17:05
Que flechazo tan bonito!!!!!¿No has vuelto a buscarla?Tienes dos direcciones problables, yo me dejaría caer por ahí.
26 enero 2010 | 17:13
Es realmente hermoso este post,no les parece.Claro que es hermoso,como el amor,¿no estan deacuerdo?.Ameniza mis tardes de trabajo señor Díaz,pronto estaré acompañada y es mejor escribir estas cuatro lineas ahora para sumarme a sus elogios.Los taxis me parecen caros pero por una pequeña y fugaz historia relacionada con una bonita mirada y un «te quiero» escrito en la mano me parece bien sobre todo con un taxista tan imaginativo.¿Llevo razón verdad chicas?.Los chicos no se me enfaden por favor,saludos para todos.Es un verdadero placer participar de una historia tan breve como intensa,son la alegría de la vida muchas veces,como ya sabrán todos ustedes.»Mujer» y «Hombre»…es impresionante leeros,de verdad.Yo amo el amor saben? me enamoro de las palabras nunca mejor dicho.Saludos desde barcelona.Sé que no estoy en el espacio de la deliciosa señorita Chapi Escarlata ,disculpad mi atrevimiento pero seré muy sincera y lo van a comprender si digo que este escrito me ha puesto un poco cachonda.Disculpen la expresión de cualquier modo.
26 enero 2010 | 17:19
La guapa,si me permites hacerte una pregunta,qué es exactamente lo que te ha puesto cachonda.
26 enero 2010 | 17:35
Bueno no te preocupes,te respondo concisa como mujer moderna que soy,me ha puesto cachonda pensar en lo que pensaba el taxista mientras se alejaba y miraba por su retrovisor.Yo creo que pensaba en el amor.
26 enero 2010 | 17:41
Estoy de acuerdo contigo Guapa.Seguro que pensaba que de buena gana se iba a su casita a hacerle el amor a una mujer tremendamente recepcitva y sensual, apasionada y amorosamente.En verdad es un gran hilo para hablar de amor.Felicidades Daniel.
26 enero 2010 | 17:51
Mujer,no hay quien aguante tu cursilería.
26 enero 2010 | 18:22
«Expriminedo juguitos» y «exprimiedo mentecitas»,no se si serás la misma persona pero resulta cansado que alguien rompa la magia del momento.Hay que saber disfrutar mas del poder de la palabra.
26 enero 2010 | 18:28
Muy bonito… soñar es gratis como reir 🙂
26 enero 2010 | 19:34
Es muy romántico y evocador.La fantasía siempre hace propias las historias y confunde la realidad, pero hace feliz a la gente, así que la chica seguro que quedó obnubilada por un sentimiento tan mareante, que la pobre no sabía si seguir hacia delante y perder esta oportunidad del destino y lanzarse a las ruedas del taxi al encuentro de una historia de vino y rosas… seguro que la paro el miedo al ridículo más que el deseo.Por cierto, no me gusta lo de grafitearme la piel, aunque reconozco que puede ser útil…
26 enero 2010 | 20:01
! What me dices ! ¿ Otra vez te has vuelto a enamorar ? ( No tienes remedio, Simp ).
26 enero 2010 | 20:48
«Sordomudos», esa palabra no existe para la comunidad sorda
26 enero 2010 | 21:20
Jajajaja yo no era la otra mujer. Solo fui la primerqa, la otra, que quiere lío, no soy yo. Las tías aqui están a la que saltan. Os regalo todos los hombres.Pero no me robeis el traje.
27 enero 2010 | 11:21
No paro de pensar en este sublime artículo.Soy sorda, pero no muda.No existe la palabra sordomuda cuando una persona habla.Ella habló, así que no es muda (rectifiquemos).Si llego a encontrarme este detalle de: «Te quiero» en su mano, yo se la hubiera besado, sacado a él del susodicho coche, y me hubiera dado un atracón de besazos con el taxista.¡Qué pena que se quede mirando al espejo¡Yo hubiera hecho esto:Me doy la vuelta y la agarro allí mismo y la digo el Te Quiero VOCALIZANDO.Eso estuviera precioso.Reflexión
28 enero 2010 | 12:00
Genial declaración, me la apunto…Yo quiero leer la historia que tenías pensada y la que imaginas hubiese pasado con ella.
10 febrero 2010 | 03:51