Supervivientes

Detengo mi taxi en un semáforo de la Puerta del Sol, justo en la línea del paso de cebra más transitado de la ciudad. Acciono la grabadora (REC) y le hablo al micro:

«Dos adolescentes de la mano. Una mujer gruesa con cara de tedio. Familia de padres recientes tirando de un carro con niño dentro (supongo; desde aquí no lo veo). Un mendigo bebiéndose una Mahou mientras camina. Dos monjas con bolsas de El Corte Inglés. Tres gitanas rumanas siguiendo con la mirada el bolso de una anciana con sortijas y el pelo morado. Una pareja mixta de Policías Municipales siguiendo con la mirada a las gitanas rumanas que siguen con la mirada el bolso de la anciana. Uno, dos, tres y cuatro operarios con monos azules (uno de ellos me saluda. Le reconozco: Se llama Samuel. Es lector de este blog). Dos punkies que se empujan, bromeando. Una chica con gafas de pasta y vestido de tirantes. Un dandy de bigote curvado y traje blanco tirando de cuatro dálmatas (no es la primera vez que le veo por aquí). Una niña de apenas tres años corriendo delante de su padre (supongo). Un hombre con bolsas de El Corte Inglés que mira la hora y ahora bosteza. Una mujer con traje de chaqueta hablando por teléfono. Una pareja joven comiéndose un helado de cucurucho (ella) y una tarrina (él). Un hombre en silla de ruedas eléctrica. Le falta una pierna y el pie de la otra. ¡Jesús! Dos chicas que acaban de encontrarse en el extremo derecho del semáforo. Se abrazan, sonríen y comienzan a hablar»

(STOP)

Se abre el semáforo y ahora los transeúntes se detienen a ambos lados. Reanudo la marcha, acciono de nuevo el REC de la grabadora y digo:

«Cada persona es un mundo en sí mismo. Nadie, en apariencia, es igual que nadie. Sin embargo, todos parecen tener algo en común: Todos han cruzado la calle por el paso de cebra. Todos han decidido continuar con sus vidas. Les une… un mismo instinto, eso es: su instinto de supervivencia. No les apetece morir, al menos por ahora. Usaré esta idea para un post. Así, en bruto, parece una idea idiota. Pero si profundizo en ella, en ese punto en común que todos tenemos… podría salir algo… interesante. Y si luego incluyo alguna foto que pudiera darle otra vuelta de tuerca al asunto, no sé… veamos… el alma, la supervivencia, un paso de cebra… y claro, un buen título: ¿supervivientes, tal vez?»

Tags: alma | Almacenado en: Anecdotaxi