El aire acondicionado anudó los pezones de aquella usuaria como si de un complejo sistema hidráulico se tratara. Cuando el habitáculo alcanzó los 18ºC sus pechos se hicieron puntos suspensivos en Braille. Y mis dedos, ciegos de tacto, desearon más que nunca aprender a leer.
Pero justo en el momento de subir las ventanillas se coló dentro una mosca común que empezó a revolotear por los alrededores de la usuaria. Tras un par de piruetas la mosca acabó posándose sobre su pecho, a la altura del pezón izquierdo, y comenzó a caminar a su alrededor como en una rotonda, en el sentido de las agujas del reloj del pecado. Tres vueltas completas después alzó el vuelo, y saltándose el semáforo del canalillo aterrizó en el pezón opuesto para realizar la misma operación. Luego comenzó a caminar bien despacio por su vientre hasta perderse entre sus muslos. En ese instante la usuaria lanzó un suspiro.
– ¡¡¡Ufff!!!
Quise pensar que aquella mosca había sido la causante del suspiro. Quise pensar que la suculenta propina que me dio la usuaria nada más bajarse del taxi fue en agradecimiento por aquel orgasmo involuntario.
Por eso, cuando reapareció la mosca y se posó sobre el salpicadero no dudé en enrollar un 20minutos y sacudirla de lleno. El golpe la dejó aturdida, así que aproveché para meterla en un paquete de Malboro vacío y dejarla ahí, con la intención de soltarla en cuanto apareciera otra nueva usuaria de pezones como rotondas.
Ahora hemos montado un tandem perfecto. En cuanto abro el paquete de Malboro ya sabe lo que tiene que hacer: su itinerario de rotondas, vientres y túneles. Ellas se quedan con los suspiros y yo con las propinas.
Quiero mucho a Orgasmafly.
Dani, Daniel; que irrisoria es la vida,tu viendo a tu amaestrada mosca y yo espantando moscones,en rotondas, chiclanes e incluso cambios de rasante,que mal repartido esta el mundo,unos se conforman con la propina y otras con no recibirla.El calor nos cambia la vision de los hechos,incluso nos hace ver lo que no es.Hielitos y aire acondicionado, menos a la imaginacion y mas a la realidad.Besotes y abrazos.Crysthal.P.D.Querido me dejas sin aliento,ya no solo sin palabras,¿eres tu quizas mi mosconnnnnnnn?
14 julio 2009 | 16:01
asqueroso. en el caso de la pasajera, hubiera querido llevar a Obama de acompañante para que de un certero golpe le diera muerte a esa mosca asquerosa.Allá tú, si la guardas para acosar a la próxima usuaria, o como condimento de tu próxima merienda.
14 julio 2009 | 16:50
Jajajajjaa, lo tuyo es ir siempre calentito en el asiento ¿eh?.Ya es potra poder encontrar a la única mosca chochera que existe, los demás nos tendremos que conformar con las cojoneras…PD:¿Por qué me siento pegajoso después de haberlo leído?¡Un abrazo gente!
14 julio 2009 | 17:52
A mi me gustó!!! Besos, siempre leo, nunca escribo.
14 julio 2009 | 19:06
Que digo, Simp, que me podías pasar a Orgasmafly los jueves, cuando tú libras; y así, me sacaba un dinerillo extra yo también, ! joé !.Vale… vale… te doy el 50 por ciento de la recaudación mosqueríl ! grrrrr !. ( Pero los seguros sociales de Orgasmafly los pagas tú, eh !.
14 julio 2009 | 20:19
Como psicólogo retirado que soy, te diré que padeces un síndrome de acumulación creativa. Hablando en plata, que necesitas unas vacacioncitas para vaciar de ideas ese cráneo rapado y volcarlas en lo que viene siendo LA NOVELA.Un abrazo zurdo para todos y todas.
14 julio 2009 | 20:28
¡Qué calentón macho!¿Empiezas todos los veranos como estas últimas semanas?Pero la verdad es que tienes toda la razón. Cómo se ponen las niñas en el verano…Tú sacarás pasta en propinas pero la que se está hartando de follar es la mosca…Saludos!
14 julio 2009 | 20:46
Amigo: (a), ahora no me puedes decir que a estas alturas de la vida, por el ecepticismo no estés interesado ( http://sexualidad-orlandus.blogspot.com ) en saber del terrible desgano que tiene tu aparato genital en la practica de la actividad SEXUAL
14 julio 2009 | 21:28
Que gueno tú, que ingeniosa táctica para sacar propinas.Me gustan tus metáforas taxiales, relacionadas con la conducción. Le dan personalidad al relato.
31 agosto 2009 | 17:16