Entre el cielo y el infierno se encuentra el limbo de los taxis: Allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir…
Cuando nunca te has sentido libre (porque no sabes lo que es la libertad) ni mucho menos ocupado (porque en boca ocupada no entran taxis), entonces, es que te has convertido en un nilibreniocupado.
Nilibreniocupado es una palabra en sí misma y juro que algún día, cuando dentro de 50 ó 60 años consiga ocupar un sillón cualquiera de la RAE (la letra X, espero) introduciré este término en el Diccionario. Así: todo junto. Por mis santos cojones.
Y quien no se haya sentido así, al menos, una vez en su vida, que tire la primera piedra (aunque sea una de esas que se fuman).
Y quien nunca haya hecho propia cualquiera de las estrofas de esta canción, mejor será que no vuelva a pasarse nunca más por mi/tu/su/vuestro blog:
Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.
No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas «volvamos a empezar»;
yo no quiero nilibreniocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
«Y morirme contigo si te matasy matarme contigo si te mueres»Hay una muestra de amor más bonita que esa?Chin, chin, por Sabina, que llevo escuchándole desde que tengo uso de razón. Y por tu libro, por no estar en cuerpo, aunque estuve todo el día acordándome de ti.Por todos los taxistas que tienen buenas historias que contar.Buenas noches!
20 junio 2009 | 05:07
ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy….como me tocas….lo mas intimo de mi revolucionario y destrozado corazon ….sos re-romantico cuando queres…!gracias.
20 junio 2009 | 05:49
La CANCION por excelencia
20 junio 2009 | 12:49
El don de la humildad desde luego no va convos.Felicidades por tu libro y por el exitazo de la presentacion,espero que no te nombren para la Real Academia de la Lengua,( no me lo puedo imaginar,no tenerte entre los tuyos).Un besazo y hasta mas ver.P.D:El pub y las copitas un 9,y para ti lo que creas justooooooooo
20 junio 2009 | 13:11
Queda claro lo que NO quieres…Y también lo ÚNICO que quieres…»que muera por tí»Pero ¿qué harás cuando se muera?Me queda latiendo algo que pienso a veces:NO SE LO QUE QUIERO, PERO LO QUIERO YA !!Abrazo tibio. Chao.
20 junio 2009 | 16:51
Casi me atraganto con el agua… es que muchas gracias por responder a mi pregunta. Supongo entonces, que libertad es que te dejen elegir el camino. Eres sencillo. Creo que por eso me gusta leerte.
21 junio 2009 | 01:46
Que grande eres, me encanta leer todas tus historias, consigues que me transporte a tus ojos!
21 junio 2009 | 23:44
Rosita de Barcelona o sea la tia de tus pdres me diastre mucho lo encuentro mui curioso te felicito
22 junio 2009 | 19:08
sabina queriiiido ♥♥
26 junio 2009 | 20:49