El cuarentón de camisa abotonada hasta el cuello se agachó de súbito y dijo:
– ¡Mierda!, ya me están siguiendo otra vez…
– ¿Quién? – le pregunté escamado.
– El coche de detrás.
– ¿La señora del Mini azul?
– Llevan varios días así. Ayer mismo, al salir de la piscina, me siguieron también hasta mi casa.
– ¿Y por qué le siguen?
– Digamos que… tengo cierta información… que no les interesa que salga a la luz.
– ¿A quienes se refiere?
– A los políticos.
– ¿A qué políticos?
– A todos, en general: Están conspirando para hacerse con el control de nuestras mentes. Es un método que ya se empleó en la Alemania Nazi. Yo lo sé, y por eso me siguen…
– ¿Y qué pretenden hacer con nuestras mentes?
– Lo siento, pero no puedo darle esa información. Le pondría a usted también en peligro.
– Ehhh, vale – comprendí entonces que aquel usuario, en realidad, estaba como una puta cabra. Aun así, mi curiosidad taxial me llevó a seguirle la corriente:
– Ya puede levantarse: El Mini azul acaba de girar por otra calle – le dije.
– Eso lo hacen para despistar. Seguro que le ha tomado el relevo otro coche. Mire: aquel verde de su izquierda. ¡Disimule! Ahora es él quien me sigue… – se refería a un Opel Corsa conducido por una chica joven, con rastas.
Había que reconocer que su teoría de los ‘relevos persecutorios’ era buena. Así podía sentirse perseguido constantemente por cualquiera.
De repente, el hombre me mandó parar un par de manzanas antes del destino que me había indicado nada más montarse:
– Así les daré esquinazo.
El taxímetro marcaba 5,65€. Me tendió un billete de 10 y me dijo:
– Lo que sobre, para que mantenga la boca cerrada. Si le preguntan, usted se hace el loco, ¿de acuerdo?
– ¿Hacerme el loco? – le dije. Y se marchó corriendo.
En fin, que aquel extraño personaje me había dado 4,35€ de más para que no le contara a nadie su secreto; pero 20minutos mejoró la oferta.
Desde entonces no hago más que mirar mosqueado a todo el mundo. ¿Me estarán siguiendo a mí también?
jeje.Curiosidad taxial le llaman algunos. Creo que esto es una epidemia y a mi también me ha entrado el gusanillo de la curiosidad.Muy buen relato, me pareció estar en ese taxi. O espera ¿tal vez era yo la de las rastas?Saludos.
02 marzo 2009 | 19:26
Esto… a mi si me preguntan… yo no se nada!!
02 marzo 2009 | 20:22
La señora del mini azul era yo…y no perseguía al señor …era a tu taxi al que seguía me llamo la atención ,lo de ni libre ni ocupado soy inspectora de hacienda y quiero saber en que IAE es inscribe esa actividad..ya te encontraré
02 marzo 2009 | 20:37
UfffffBuena Caza!
02 marzo 2009 | 21:34
Hay que ver que cantidad de lokatys hay por ahi sueltos …. XD desde luego podias haberle xantajeado diciendo ke eras del gobierno y ke le abias descubierto jajaja asi por lo mnos te daba mas pasta xD total si esta loco jajaj
02 marzo 2009 | 21:47
Muy buena la camara oculta en el intermedio xD
02 marzo 2009 | 21:56
Oye, en la radio de tu taxi suenan cosas muy raras ¿no? Jóder, si hasta salía que la iglesia iba a casar homosexuales!xD
02 marzo 2009 | 23:17
Jajajajaja, manda güebs. La gente esta pirada.
03 marzo 2009 | 12:07