Mi psiquiatra y yo

– Escucha esto: Lo del taxi no es más que un cuento chino. Otra excusa más para tu eterna colección de excusas. Sabes perfectamente que no necesitas trabajar tantas horas; que tu obsesión no es el dinero, sino el miedo al vacío: Encontrar en tus clientes lo que no te atreves a buscar en ti mismo.

– Prefiero llamarlos ‘usuarios’ – le interrumpo.

– Prefieres llamarlos ‘usuarios’ porque los ‘usas’ a tu antojo, Daniel. En lugar de llevarles de un lugar a otro, que es lo suyo (vamos, digo yo…), te dedicas a auscultarles (y no para salvarles a ellos, sino para salvarte a ti). Como si en cada trayecto encontraras una nueva oportunidad para buscarle respuestas a tu propio vacío, ¿entiendes? – me dice.

– ¿Y el blog? – le pregunto.

– El blog tampoco suple tu vacío. Eso de ‘ni libre ni ocupado’ no es más que otra burda excusa para no crecer – me dice.

– Gané un premio… – le digo.

– Los premios sólo sirven para engordar el ego. Y el tuyo ya lo tenías bien cebado mucho antes de lo de 20minutos… No te escudes en el premio, que no cuela… – me dice.

– Gracias al blog he conocido a una chica – le digo.

– Gracias al blog has conocido a otra madre – me dice.

– Te odio – le digo.

– ¿Te odias? – me dice.

Tags: materia gris | Almacenado en: Anecdotaxi