La música en mi taxi es el perro del ciego, la insulina del diabético o la almohada del insomne. Sin música no hay taxi que valga ni trayecto que lo resista, porque cada momento tiene su ritmo, cada atasco su Tango y cada trayecto su propia sintonía:
El usuario de las siete de la mañana, por ejemplo, es Heavy Metal en estado puro; el que espera bajo la lluvia, balada con violines. El funcionario del Estado, Serrat. Reggaeton la peruana. El hombre grueso de voz gruesa y sombrero grueso, Jazz. El jubilado elegante es Zarzuela; el rostro pálido envuelto en negro, acordes góticos. La estudiante de uniforme, y carpeta pegada al pecho, y granos, y sueños, Pop. El friky, banda sonora. La chica ye-yé (cuarenta años después y divorciada) es carne de guateque y de Vals a la luz de una farola.
Y así, cada usuario le imprime a mi taxi un ritmo distinto. Ellos me brindan sus corcheas y yo les contesto en clave de Sol cuando es de día, o bien con Sonatas al caer la noche.
Y el taxímetro, con su batuta, hace el resto.
Melomanía de una tarde cualquiera…»Mi ordenador atesora mi vida entera, es el guardián mudo de una ciudadela de canciones, curioso repositorio donde la biografía propia está escrita en ese arte de combinar el sonido y el tiempo. Por eso hay tardes enteras en que me consagro a reescuchar esa banda sonora: como un trapecista emocional salto del ayer al hoy, del recuerdo de una mujer que fue algo en mi vida a la añoranza de otra, de una felicidad a una soledad. Quizás debiera renunciar a este acto de ascetismo – como si fuera un hombre consagrado a ello, deserto del mundo de los hombres y sus vanidades – y aceptar el natural curso de la inercia: la noche tenía aires de fiesta y alcohol, de belleza instantánea y nuevos mundos.Pero es tan tranquilizante saber que uno sigue ahí, que por la magia de la red y el MP3 me encuentro repartido, distribuido, en muchos ordenadores y quizás alguien especial se esté recreando en un fragmento de mí. Lejos, muy lejos, estará en los árboles, tocando fondo andará toda su vida, no sabrá dejar de lado la vereda de la puerta de atrás, habrá conocido una mariposa tecknicolor, sabrá de la noche y de lady, despertará en una desnuda mañana, en algún momento habrá quedado Trying your luck, conocerá la mañana en Madrid y sobre todo, espero, tendrá un Buen día.»
10 abril 2008 | 21:17
Precisamente Fred Astaire y Ginger Rogers serían mi música… te lo recordaré si alguna vez subo a tu taxi.
10 abril 2008 | 21:27
Gracias megustas, ¡¡¡me encanta Abba!!! es la que llevo en mi coche para cuando salgo del curro.saluditos y especiales a megustasMArta
10 abril 2008 | 22:02
Depende del día, la hora, la época del año…aunque invariablemente siempre acabe volviendo a los sones de mi infancia(folklóricas y flamenco por parte de padre, cantautores y primer rock por parte de madre).jo! intento resumirlo en unas pocas frases pero ni de lejos se acerca a perfilar los tipos de musica que se pueden encontrar en mi ordenador, supongo que a la mayoría nos pasa eso, uno se pone a enumerar mentalmente y no acaba.Por cierto… lo mio con bunbury… eso va más allá de un simple «gusto musical»
10 abril 2008 | 22:09
un texto rellenito de clichés.uff cuánto tiempo sin pasar por aquí.cuánto por leer.saludos, don daniel.
10 abril 2008 | 22:16
Pues yo tengo un poco de todos: soy popera cuando salgo por malasaña, jazzera antes de dormir, heavy cuando pego botes con mis amigos heavies en algún antro de mala muerte, nostálgica de los ’80 cuando me maquillo para salir, clásica cuando leo o necesito inspiración…el mundo sin música es inconcebible. No hay ningún otro arte capaz de transmitir tanto.Un beso
10 abril 2008 | 23:50
Un taxi ecológico-musical-rítmico…interesante…y este no tiene tendencias adictivas como el anterior??Y al final del día cuando ya no hay usuario que sonido reina dentro, cuando solo van los dos??O simplemente se acompañan del inseparable silencio??
14 abril 2008 | 04:46
Los extraterrestres existen, pero lo que dice la foto, es lo siguiente , que en el mes de agosto 2008 , en EE.UU. van ha ocurrir problemas turbulencias, en algunas horas de esos dias : en lo economico , en lo politico ,en lo militar`por favor no fomentar mas agresiones militares , en las finanzas , en lo social los ciudadanos estaran muchos con stres, otros deprimidos , otros con el sitema nervioso alterado ,especialmente en los gobiernos federales , las autoridades, el mismo Presidente de la Republica , los miembros del congreso , y los estudiantes , los niños estaran mas en peligro, los campos de aterrizajes, los aviones y la envidia ,entre los candidatos ha Presidentes de la republica aumentara, y estaran con stres, y muy pendientes de las encuestas , habra fenomenos naturales ,despues los colores y la hora nos dicen que vendran tiempos mejores, en el futuro, pero que esto depende de los ciudadanos.atentamente :gemm(profeta)
27 abril 2008 | 22:36
Hola, Daniel!!!Qué interesante tu blog!! Buscava letras de Flamenco y encuentro palabras rítmicas y una vida melódica… Vivir sin música es como vivir sin aire y estoy de acuerdo cuando dices que para cada persona y para cada hora del día hay un tipo de ritmo y de canción, por supuesto. Es una pena que todas las veces que visité Madrid no tuve la suerte de encontrar el escaparatista de almas… A ver si en mi próximo viaje puedo oír mi canción!Saludos desde Brasil!!Keila
14 diciembre 2009 | 21:10